EMPIEZAN LOS PROBLEMAS

Óscar Martínez sustituye a Mario Picazo al frente de los resúmenes de 'Supervivientes'

El presentador y meteorólogo de Telecinco se encuentra ingresado en el hospital debido a una fiebre tifoidea. También la concursante Estela Giménez ha tenido que abandonar el concurso.

Por Redacción El 22 de Enero 2008 | 17:04

Todavía no se ha cumplido una semana desde el estreno de 'Supervivientes' y ya se han producido las dos primeras bajas. El primero en caer no ha sido ninguno de los concursantes sino el presentador, Mario Picazo, que se encontraba en la isla junto a los concursantes y que, según informó esta mañana la cadena, sufre una fiebre tifoidea.

El presentador ha sido ingresado en un hospital y, por el momento, su sustituto será Óscar Martínez, co-presentador de 'El programa de Ana Rosa' que ya vuela hacia Honduras.

Pero Picazo no ha sido la única baja de la isla. También la concursante Estela Giménez ha tenido que abandonar el concurso con náuseas. La gimnasta declaraba no encontrarse muy bien, "sobretodo psíquicamente". Una concursante reserva sustituirá a Estela en el concurso.

"Tengo dos bacterias y guardo reposo absoluto"

El presentador de Telecinco ha declarado que "Al parecer tengo dos bacterias, la de la fiebre tifoidea y otra de la que no recuerdo ni su nombre..., he intentado trabajar, pero finalmente me han ordenado reposo absoluto para que me recupere de verdad. Ya no tengo fiebre pero debo descansar unos días".

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Mario ha relatado en su blog cómo sucedió todo:

Es increíble pensar que hace varios días, cuando estaba comiendo, me tragué dos bacterias y ahora son estas ingratas inquilinas las que me están causando problemas. Pudo ser desde el día que llegué hasta el día que me puse malo. Es difícil saber cuándo pasó, porque aunque aquí siempre comemos en el hotel, algún día salimos fuera, siempre a sitios civilizados, eso sí. Por lo que me cuenta Jorge, el doctor del equipo, el problema no tiene que ser necesariamente el ingrediente o un alimento en mal estado, sino la manipulación y quien lo haya tocado.

Todo empezó el miércoles 16 de enero por la tarde en los cayos Cochinos, justo al final del ensayo que hacíamos con Madrid el día antes del arranque del programa. Cansancio, luego diarrea, para acabar en la cama tiritando con más de 40 de fiebre. Resulta incómodo y sorprendente tener frío y tiritar como lo hacía yo en el trópico.

Por la noche conseguí descansar, aunque con frecuentes visitas al baño. A la mañana siguiente me encontraba mejor y decidí por prescripción médica quedarme en cama hasta una hora antes del 'show'. A eso de las 10.30 de la mañana, de forma repentina, mi cuerpo se congeló con un frío intenso y unas tiritonas que ni el de 'Poltergeist'.

Helicóptero y al hospital de La Ceiba, un viaje de 20 minutos junto con Jorge, el doctor del equipo, y Natalia, su ayudante, con los que aparezco en la foto (siempre he estado en muy buenas manos con ellos dos. Eso me gustaría recalcarlo y agradecerlo). Al llegar al hospital, suero, antibiótico y todo lo necesario para controlar la situación. Los análisis de dengue y malaria dan negativos aunque es normal, porque si hay infección suelen tardar por lo menos cinco días en aparecer anticuerpos. Sí hay nivel alto de leucocitos, lo que indica algún tipo de infección.

Más recuperado, y aunque pensaba que no iba a poder, regreso a los cayos una hora antes del inicio de la gala. Va a ser complicado meterme en el submarino dado mi estado y me reservo para los otros eventos. Todo sale bien y regreso al hotel para quedarme ingresado en la mini clínica que hay aquí montada en la villa de Jorge, conocido aquí como "doc". Pasan los días y yo sigo con mi trabajo pero no levanto cabeza. Aunque a los tres días desparece la diarrea y la fiebre, tengo el cuerpo más flojo que nunca y me siento como si me hubiera pasado por encima una apisonadora.

El lunes después del juego, y dado mi estado, vuelo al hospital de La Ceiba. El hospital está muy bien, es privado y aunque es de los de pagar, y bien, los medios y el trato son más que aceptables.

Esto es parte de la supervivencia y aquí todos estamos expuestos a todo. La mejor ayuda en estas situaciones: estar bien rodeado por un increíble equipo humano que te arropa y te anima.