Cien días duró la huelga que entre 2007 y 2008 protagonizaron los guionistas de Hollywood, que consiguieron paralizar una de las principales industrias del país. Ahora, la sombra de un nuevo parón se cierne sobre Los Ángeles. La huelga no ha sido convocada oficialmente, pero el principal sindicato que representa a los guionistas estadounidenses, WGA, está dispuesto a ello.
El mítico cartel de Hollywood en Los Ángeles
Y lo está porque los productores de Hollywood se niegan a aceptar las mejoras laborales que piden los guionistas, entre otras una subida salarial, mayor cobertura sanitaria, medidas para evitar los perjuicios que provoca la brevedad de algunas series y aumentar los pagos que reciben los escritores de aquellas ficciones que se distribuyen a través de plataformas digitales como Netflix.
Los productores, asociados en la AMPTP, consideran que las peticiones de los guionistas son "inaceptables" y que darles el visto bueno sería una "negligencia". Así las cosas, el comité negociador del sindicato de guionistas ha pedido a sus dirigentes que planteen una votación entre los miembros de la organización para autorizar una hipotética huelga. En declaraciones a Deadline, un portavoz de los productores criticó que los guionistas hayan puesto "fin a las conversaciones en una fase temprana del proceso" y creen que "mantener a la industria trabajando es lo mejor para todos". "Estamos preparados para regresar a las negociaciones cuando ellos lo estén", concluyó.
El salario ha caído un 21% en cinco años
El sindicato de guionistas sostiene que los escritores de la televisión estadounidense han perdido desde 2010 a 2015 un 21% de su sueldo. Además, añaden que el principal problema para los guionistas es que cada vez son más breves las temporadas de las series. Y respecto al seguro médico, el sindicato afirma que la patronal no solo no quiere mejorar sus condiciones sino que ha pedido un recorte de 10 millones de dólares en tan solo un año.
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La huelga que se convocó hace una década, la última del sector, afectó gravemente a series como 'Urgencias', 'Los Simpson' y 'Anatomía de Grey', que quedaron paralizadas ante la falta de ideas nuevas. El paro fue tal que incluso afectó a la gala de los Globos de Oro, que tuvo que ser sustituida por un evento en el que se anunció el nombre de los premiados pero no hubo espectáculo, chistes o pullitas políticas. Porque no hubo quien las escribiera.