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Antena 3 ha decidido apostar por un género que, hasta el momento, no estaba muy presente en la televisión: el concurso de pruebas físicas y obstáculos. De hecho, la cadena se ha tirado a la piscina de la mano de un formato que, en el mercado internacional, ha tenido siempre muy buena acogida: 'Ninja Warrior'. En esta ocasión junto a Mediapro y con Arturo Valls, Manolo Lama y Pilar Rubio al frente.
Pilar Rubio, Arturo Valls y Manolo Lama en 'Ninja Warrior' <span> Atresmedia. Roberto Garver </span>
Arturo Valls, nuevo perfil y mismo humor
Comencemos primero por los presentadores, uno de los puntos que más atención puede acaparar por la singularidad de los perfiles elegidos. Lejos de no encajar, Arturo Valls y Manolo Lama, los narradores y conductores, han sido un acierto. Con la experiencia del segundo en competiciones deportivas y el desparpajo del primero la narración de la competición se hace bastante liviana.
El presentador de '¡Ahora caigo!' es todo un acierto, aportando ese toque de chascarrillo que se espera con su presencia. Ambos se encuentran más que correctos en su tarea y funcionan al frente. Alejados del propio plató, subidos a la plataforma final, son como un ente omnipresente que dirige al espectador a lo largo de todo el programa.
Prueba de fichas y tela de 'Ninja Warrior'
Pilar Rubio, por otra parte, se perfila en un papel que ya hemos conocido de ella, el de reportera. Volvemos a ver su esencia inicial televisiva presentando las historias de algunos concursantes. Es el contrapunto para liberar la tensión de la prueba y acercar al espectador lo que hay detrás, dejando el grueso más deportivo para sus compañeros.
A toda velocidad
Aún habiendo un tiempo específico para las pruebas, estas están muy bien reflejadas en la edición. Al haber un gran número de concursantes en cada programa, la competición pasa por los ojos de los espectadores de forma muy rápida. Aún dependiendo de lo que cada concursante tarde, no se recrean en exceso y permiten no entrar en bucle y tensionarse junto a ellos.
Siendo la historia de los participantes, de alguno de ellos, la transición entre pruebas, la necesidad de mostrar cosas les juega en su contra. El querer mostrar mucho en poco tiempo, incluyendo lo que hay detrás de la persona, llega a casi despistar y hacer que el espectador no termine de comprender lo qué ha sucedido dejando con la sensación de no saber bien qué ha pasado en el propio circuito y ver al participante en otra fase. Eso sí, al ser pruebas tan "cortas", rápidamente el espectador situar en el espectáculo,.
Plató de 'Ninja Warrior' desde arriba
¿Hacia dónde debemos mirar?
Acostumbrados a interpelar a quien está detrás de la cámara mirando directamente a cámara, choca ver a Arturo Valls y Manolo Lama a modo de cabina de retransmisión deportiva sin un punto fijo hacia el que mirar. Ninguno de los dos, que no están presentes mientras retransmiten la propia prueba, terminan de mirar directamente a cámara desde que se suben a la parte final del circuito. De hecho, cada uno mira a un punto diferente cada vez que conectan con ellos.
Encontrando una justificación en que pudieran estar observando una prueba de los participantes en ese momento, tampoco no termina de encajar. Aún aceptando que su posición en ese momento, en una zona elevada respecto a las pruebas para que no perdieran ningún detalle de las propias "carreras", extraña que al subir Pilar Rubio a la misma zona, ella sí que mira directamente.
Pruebas potentes que llevan la emoción, y las caídas
Lo que sí consigue 'Ninja Warrior' es crear sensaciones. La dificultad del propio circuito hace que la tensión aparezca y que se cree una burbuja en la que queramos ver si puede o no llegar al final. Cuantas más pruebas consigue superar, más ganas tenemos de que llegue victorioso al final.
Una de las pruebas más cerca de 'Ninja Warrior'
Al final el espectador termina contagiándose. De hecho, en el propio teatro en el que se expusieron estos minutos quedó demostrado que cuando, por ejemplo, un concursante superaba pruebas o lo hacia extremadamente bien, usando "más maña que fuerza" para ello, surgían los aplausos o si no llegaba las lamentaciones.
A estas alturas surge la pregunta sobre las caídas, ¿se recrean mucho? Pues lo cierto es que, aunque hay repetición del momento, no es tanto como lo esperado. Sí las hay, y algunas lo suficientemente aparatosa como para tener la sensación de que duelen mucho, pero es algo que deriva de la prueba y del esfuerzo físico que estas requieren. Y como tal, no hay mucho que ver o que aportar como para entrar en bucle con ellas.
Historias emocionantes en croma con concursantes entregados
Sí, esas historias que prometían al comienzo tienen su espacio. Algunas están para aportar más emoción al momento, dejando incluso sorpresas y desarrollándose en el propio programa, pero otras sin más, no terminar de aportar. Y en algo pueden llegar a jugar las introducciones que se hacen donde se pone en contexto la historia, que incluyen, en ocasiones, cromas muy destacados.
Primer plano de una de las plataformas esenciales de 'Ninja Warrior'
Realmente que estuviera o no este fondo no aporta nada al propio relato, si está comentando algo da igual que haya detrás alguna imagen o un fondo blanco, pero ya que lo hay, que tenga algo más de sentido. Respecto a los concursantes que pasan por plató se nota que han tenido que enfrentarse a pruebas de esfuerzo en la preselección, no cualquiera es capaz de pasar semejantes desafíos.
Aquí se ve la personalidad de cada uno, y alguno de ellos tiene más afán de protagonismo del esperado: las camisetas a muchos les sobran y la arrogancia pueden con ellos. En general, se ve cómo el esfuerzo está presente y cómo desafían su resistencia física para alzarse ganadores. Lo que sí hay seguro es que el avance deja con ganas de más, habrá que llegar al final del episodio para ver cómo son las resoluciones, para ver quién consigue estar más cerca de ser un "Ninja Warrior" y si este género consigue su hueco en la lucha del prime time.
