Lydia Lozano mintió al decir en 'Sálvame' que una de las concursantes de 'Supervivientes 2017' que se tiraría en el helicóptero para emprender un nuevo reto en Honduras sería Bárbara Rey, o eso dice la hija de la posible concursante. "Mi madre no ha firmado nada. Me parece increíble que se use su nombre para hacer audiencia". Así se expresó el pasado 1 de abril Sofía Cristo a través de su cuenta de Twitter tras ver las blasfemias que se estaban diciendo en los medios de comunicación sobre la posible participación de su madre en el reality de supervivencia de Telecinco.
Sofía Cristo y su madre, Bárbara Rey
Parece que la vedette murciana no será una de las compañeras de aventuras en la isla de Bigote Arrocet debido a que los rumores de que había llegado a un acuerdo con la productora de Telecinco y que había vetado a Chelo García-Cortés para que no pusiera un pie en Honduras eran totalmente falsos. "Todo es falso, no va a 'Supervivientes'", expresó indignada la hija de Bárbara Rey (Sofía Cristo) en sus redes sociales tras las decenas de comentarios que recibió a raíz de la noticia.
De esta forma, el reality de Telecinco perdería a una de sus principales bazas esta edición ya que eran muchos los que deseaban ver esta nueva tanda por lo que pudiese contar la vedette. Concurse o no, lo cierto es que son muchos los medios que en las últimas semanas han aseguro que Bárbara Rey podría esperar recibir más de 2.00.000 de euros por contar aspectos desconocidos de su vida íntima, algo que podría desfavorecer la imagen que España tiene del rey emérito, Juan Carlos I. Por ahora todavía no se ha pronunciado oficialmente sobre toda la polémica que le rodea, previsiblemente a la espera de un caché mejor.
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¿Regreso a televisión?
No sería la primera vez que habla ya que la vedette es invitada habitual del 'Sálvame', habiendo acudido en más de seis ocasiones al programa presentado por Jorge Javier Vázquez para hablar de su hija Sofía Cristo, y de su propia vida íntima. Cabe recordar además que recientemente, Rey ha sufrido un robo de 200.000 euros en joyas que ella declaró haber comprado con el dinero de su trabajo ganado a lo largo de su carrera. Se desconoce la identidad del ladrón ni el lugar en el que se encuentran actualmente esos objetos de tanto valor.