Este domingo se celebró en la capital británica la London Eurovision Party, la fiesta previa al festival a la que cada año acuden algunos de los representantes de los diferentes países que se disputarán la victoria en mayo. FormulaTV.com asistió al concierto, que este año celebra su décimo aniversario, y tuvo la oportunidad de presenciar la acogida del público al representante español, Manel Navarro, a los artistas favoritos y a tres grandes iconos del certamen que acudieron en calidad de artistas invitadas: Linda Martin (Irlanda 1992), Ruslana (Ucrania 2004) y Conchita Wurst (Austria 2014).
El céntrico Café de París fue el lugar escogido, un año más, para acoger la primera gran fiesta eurovisiva del año. Se podría decir que es a partir de estos eventos, en los que los eurofans ven a sus candidaturas preferidas actuar codo con codo, cuando se empiezan a extraer las primeras conclusiones sobre cómo se desenvuelven los artistas en el directo y qué sensaciones transmiten al público. Es, en definitiva, cuando se empiezan a forjar los países punteros de cada edición del festival, que llegarán al mismo precedidos por un aura de expectación y un gran apoyo. Por eso es tan importante que Manel Navarro decidiera acudir como ya hiciera en su día Barei.
La London Eurovision Party se saldó con un Manel Navarro sólido en el escenario con su triple actuación; con las dos grandes favoritas, Italia y Suecia, revalidando su papel; y con Austria, Francia y Rumanía sorprendiendo como propuestas a batir en Kiev. Macedonia, por su parte, decepcionó con una actuación en playback a pesar de las ganas del público de escuchar en directo a la intérprete.
Manel Navarro, escogido por Lucie Jones para el dúo internacional
La noche comenzó con los presentadores, Nicki French y Paddy O'Connell, dando paso a las primeras actuaciones, Slavko Kalezic (Montenegro) y Blanche (Bélgica). Todos esperaban que el montenegrino apareciera con su larga trenza característica, si bien parece que tuvo ciertas dificultades y, por ello, repitió su actuación al final de la fiesta, ya con ella puesta. Manel Navarro y su guitarra no se hicieron esperar y subieron al escenario en tercer lugar para sorprender con una versión de "Castle on the hill" de Ed Sheeran, con la que el catalán se metió al público británico en el bolsillo.
Con un buen directo y el encanto de tocar la guitarra acústica, siendo el único en hacerlo en toda la noche, Manel consiguió levantar al público con "Do it for your lover". Los asistentes fueron animándose cada vez más a medida que la canción avanzaba y, justo antes del último estribillo, cuando tiene más oportunidad de lucir su capacidad vocal alargando el ya famoso "lover", se produjo el estallido en el local y los presentes se vieron contagiados por el espíritu playero y el buen rollo que lleva este año por bandera la candidatura española. Ojo, porque esa ruptura final puede ser una de nuestras grandes bazas en Kiev.
Antes de despedirse, Manel tuvo la oportunidad de actuar por tercera vez. De cara a la fiesta de Londres, Lucie Jones le había propuesto hacer una versión de "In the name of love" que ambos ejecutaron a la guitarra con éxito. El hecho de ser elegido por la representante del país anfitrión del concierto fue, sin duda, una gran oportunidad para que el joven destacara esa noche. Como no podía ser de otra forma, la británica cerraría más tarde la fiesta con "Never give up on you" entre los vitores del público de su país.
Austria, Rumanía y Francia, sorpresas de la noche
Triana Park (Letonia), que demostró un gran carisma sobre el escenario, tuvo que abandonarlo por la puerta de atrás por problemas técnicos de sonido. Fue entonces cuando subió Nathan Trent (Austria), quien no dudó en interpretar su tema a cappella ante la imposibilidad de que sonara su pista musical. La simpatía y entrega del joven invadieron el escenario y se llevó la ovación del público, agradecido por su derroche de actitud, que lo recibiría de nuevo más tarde ya con los problemas de sonido solucionados.
Quienes dieron la mayor sorpresa de la noche fueron, posiblemente, Ilinca y Alex Florea, representantes de Rumanía. Los aplausos estremecieron el Café de Paris en cuanto terminaron su "Yodel it!" y ellos, visiblemente sobrecogidos, apenas podían hacerse oír para agradecer la respuesta del público. Segundo aviso de la noche para los favoritos.
Algo similar la ocurrió a Alma, la representante francesa, que claramente no esperaba un recibimiento tan caluroso antes incluso de comenzar a cantar "Réquiem". Por si fuera poco, la joven se atrevió a versionar "Poupée de cire, poupée de son" para los eurofans más nostálgicos, canción con la que Luxemburgo ganó en 1965.
Aunque con un apoyo menos efusivo, Norma John (Finlandia), Jowst & Aleksander Walmann (Noruega) y Anja (Dinamarca) supieron ganarse al público, esta última versionando "Halo" de Beyoncé y explicando, muy emocionada, que la canción que llevará a Kiev, "Where I am", la escribió en un momento en el que no sabía quién era realmente. O. Torvald (Ucrania), por su parte, demostró que su canción es más festivalera de lo que parece mientras la banda insistía en afirmar que todas las personas son bienvenidas en su país, en clara alusión a la polémica con Rusia.
Italia y Suecia, de favoritos a grandes favoritos
La noche continuó con otras actuaciones correctas como la de Levina (Alemania), Kasia (Polonia) y Claudia Faniello (Malta), además de Martina (República Checa), Omar Naber (Eslovenia) y la ya mencionada Jana Burcheska (Macedonia). Destacó, eso sí, el joven Kristian Kostov (Bulgaria), que interpretaba su canción "Beautiful mess" por primera vez en directo y el público le daba su aprobado con nota.
Posiblemente las dos actuaciones más esperadas fueron las de Robin Bengtsson (Suecia) y la de Francesco Gabbani (Italia). Los dos grandes favoritos de Eurovisión 2017 revalidaron su título, especialmente en el caso del italiano, que demostró que todos los eurofans son ya conocedores del baile que él mismo denomina "simiografía". Se dejó, eso sí, a su mono en Italia, quizás queriendo evitar que su actuación quede eclipsada.
Tres divas de regalo
Para terminar, la noche se guardaba tres grandes joyas en el bolsillo: el regreso de ganadoras del festival. La primera en pisar el escenario fue la ucraniana Ruslana, quien dejó con la boca abierta a todos los presentes al volver a derrochar la misma ferocidad con su canción "Wild dances", con la que nos sorprendió a todos en el año 2004. A continuación, interpretó una serie de canciones sin letra, únicamente a base de notas sueltas en la línea tribal de su tema estrella, que dejaron a todos sin habla.
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Si Ruslana llevó la fiereza al escenario, Linda Martin llevó el humor. La irlandesa recordó la canción con la que ganó y otros temas de su pasado, bromeando sobre su afición por la bebida. Y, por supuesto, Conchita fue la encargada de llevar el glamour, incluso mostrándose más masculina que nunca, vello en el pecho incluido. La austríaca versionó "Satellite", la canción de Lena en 2010, entonó su ya mítico "Rise like a phoenix" y, finalmente, bajó las escaleras del local cual diva cantando "Firestorm".