T13 CAPÍTULO 19

'Anatomía de Grey' 13x19 Recap: "What's Inside"

Maggie regresa al trabajo bajo la continua vigilancia y desconfianza de sus compañeros.

Por Azucena Pereira El 9 de Abril 2017 | 11:56

La semana pasada en 'Anatomía de Grey' vivimos una de las historias más conmovedoras de la temporada de la mano de Maggie y de su madre adoptiva. Diane se enfrentaba a la dura lucha de intentar superar un cáncer, pero lamentablemente su vida se apagaba después de probar todo lo que estaba al alcance de los médicos para salvarle. Ahora Maggie tiene que ser fuerte para superar esta pérdida, aunque estamos convencidos de que su nueva familia va a estar a su lado apoyándola en todo momento.

En este decimonoveno episodio de la decimotercera temporada de 'Anatomía de Grey', titulado "What's Inside", Maggie regresa a su trabajo en el hospital tras el reciente fallecimiento de su madre, sin embargo, sus compañeros no están convencidos de que esté recuperada para volver a meterse en un quirófano. Además, Edwards se enfrenta a un diagnóstico erróneo. Por su parte, Riggs volverá a mostrarse ilusionado con su posible relación con Meredith. Veamos al detalle lo sucedido en este nuevo capítulo.

Confianza en uno mismo

Es el primer día de Maggie tras su ausencia para superar el duelo por la muerte de su madre. Sabe que necesita ocupar su mente y nada mejor que participar en una importante operación, en concreto, en una en la que va a tener que extirpar un tumor a un feto. Sin embargo, los pacientes, amigos íntimos de Owen, descubren que el propio Hunt tiene dudas sobre la capacidad de trabajo de Maggie, por lo que esta se ve obligada a explicarles su situación. Solo esperemos que de verdad esté a la altura y sus sentimientos no interfieran en la intervención.

Anatomía de Grey 13x19

No es de extrañar las dudas de todos respecto a Maggie, puesto que parece haberse recuperado demasiado rápido. Pero en lugar de ayudarle, lo que consiguen Meredith y Amelia es que Pierce comience a dudar si de verdad está preparada para llevar a cabo semejante operación. Sabiendo que todos le observan y que pocos confían en ella, Maggie logra sacar adelante su parte de la intervención demostrando que está bien y completamente capacitada para trabajar. Sin embargo, un contratiempo consigue que Pierce se quede completamente bloqueada.

Todo queda en un susto, en realidad Maggie lo tenía todo controlado y la operación concluye a la perfección. Así pues, Pierce ha demostrado que porque los demás sean débiles ella no tiene que serlo también. Sin embargo, las apariencias engañan, realmente Maggie está hundida porque todavía no ha superado la muerte de Diane, pero es una auténtica profesional y ha sabido anteponer su trabajo a su situación personal.

Anatomía de Grey 13x19

El dolor en Maggie es más que evidente y quizá hablar con ese nudo en el corazón sea el motivo por el que, sin venir a cuento, culpa a Avery por no haber hecho lo mismo para salvar a su madre. Jackson no se merecía semejante acusación, todos fuimos testigos de cómo hizo lo imposible por ayudar a Diane. Un último descubrimiento hace que Maggie se vea obligada a cambiar de opinión: Diane ya sabía que iba a morir, por eso acudió al Grey-Sloan Memorial Hospital, para estar con su hija, para asegurarse de que alguien cercano a ella le iba a ayudar en estos difíciles momentos.

Reconocer los errores

Una vieja cara conocida regresa al hospital, no, no se trata de un antiguo médico o paciente, hablamos del residente Cross. El joven sigue siendo parte del programa de residentes, pero hacía mucho tiempo que no tenía espacio en alguna de las tramas. En esta ocasión, le tocan varios minutos en pantalla, aunque con una historia bastante insignificante. Aquejado de varios dolores, Cross es atendido por Edwards y DeLuca, que no dudan y se mofan del joven.

Los chistes concluyen cuando averiguan que el propio Cross tenía razón con su diagnóstico, aunque su mal no es tan grave como él mismo creía. La operación parece sencilla, pero descubren que Cross tiene tuberculosis, una enfermedad contagiosa que hace que Edwards y DeLuca quieran huir del quirófano. Como se puede comprobar, la historia tiene parte de gracia y parte de moraleja, pero vuelven a caer en la repetición, recordándonos, una vez más, la importancia de reconocer los errores y pedir perdón a tiempo.

Anatomía de Grey 13x19

Los que todavía siguen como el perro y el gato, en una trama que comienza a ser bastante pesada, son Richard y Miranda. La semana pasada llegaron a un acuerdo para dejar los rencores de lado y darse una nueva oportunidad, sin embargo, la cabezonería de ambos les hace entrar en una nueva disputa, derivada de la incapacidad por ambas partes de disculparse y asumir que los dos cometieron errores. Menos mal que, finalmente, parece que logran llegar a un acuerdo, aunque no sería de extrañar verles discutir en el siguiente episodio.

El amor es bueno

La relación entre Arizona y Minnick va viento en popa, tanto que ambas acuden a trabajar en el mismo vehículo. Reconocen que quieren que todo quede entre ellas, pero yendo juntas al hospital no es que ayude mucho a disimular. Además, tanto Webber como Bailey y ahora Riggs conocen la unión entre ambas, ¿qué más les da que el resto conozca su bonita historia de amor? Por otra parte, como a Richard no le puede contar sus intimidades con Minnick porque todavía continúa siendo su enemiga, Riggs se convierte en el nuevo mejor amigo de Robbins, y no duda en contarle cada detalle de su relación.

Por otro lado, ver a Maggie aparentemente recuperada hace que Meredith acepte tener por fin esa ansiada cita con Riggs, pero la llegada de una desolada Maggie provoca que Grey priorice el bienestar de su familia al suyo propio, algo que no termina de gustar a Riggs. Ya que han logrado crear un episodio sin mucha sustancia, sin ningún suceso realmente relevante, qué mejor que intentar levantar el ánimo de los espectadores con una escena que nos hace recordar viejos tiempos, aquellos en los que Meredith y Cristina lo daban todo bailando para olvidar los malos momentos y soltar la tensión acumulada. Ya se sabe, un buen baile quita todas las penas.