El 17 de abril de 2016 se abrían en Cuatro las puertas del que tiempo después sería el restaurante más famoso y romántico de la pequeña pantalla. Una nave industrial fue convertida en un bonito lugar en el que decenas de personas han intentado encontrar el amor. Carlos Sobera fue elegido para regentar este sitio en el que han nacido grandes relaciones amorosas, ha habido muchos desengaños y donde sus comensales se han atraído, enamorado, gustado pero también odiado o aburrido, en definitiva, en el que se han sentido emociones a flor de piel desde el primer instante.
'First dates' ha sido mucho más que un dating-show, demostrando que el amor en televisión se puede encontrar de una forma distinta a lo habitual, de una manera diferente a lo visto hasta ahora. En el programa ha quedado muy claro desde el minuto uno que cualquiera tiene derecho a buscar a su media naranja, sea como sea, venga de donde venga y haga lo que haga. El formato de Mediaset España ha marcado un punto y a parte en lo que búsqueda del amor supone en televisión, por ello hoy en FormulaTV vamos a analizar su importancia, y lo haremos repasando las nueve cosas que os ha enseñado a lo largo de este tiempo.
1 Que hay que dar visibilidad a todos los colectivos
Una pareja homosexual en una de las citas
Este es posiblemente el programa que más visibilidad da al colectivo LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, intersexuales). Aunque parezca mentira, a día de hoy sigue siendo muy necesario que en la pequeña pantalla, y sobre todo, en horario de máxima audiencia, no se dude en dar el hueco e importancia que merecen a colectivos que todavía siguen siendo discriminados y vejados por muchos sectores de la sociedad. En nuestro país sigue habiendo una corriente de pensamiento homófoba que hay que intentar erradicar, y sí, el primer paso es dar visibilidad y contar lo que realmente sucede en la calle, y hacerlo en televisión.
En 'First dates' sí se ha logrado normalizar una situación que en muchos otros programas todavía no lo es, porque sí señores, todavía existen programas en España en los que gays o lesbianas no pueden encontrar el amor, en pleno siglo XXI. Pero en el dating-show de Sobera todo se normaliza de una forma casi sorprendente. Diariamente vemos a personas bisexuales, homosexuales o transexuales buscar el amor. Sí, parece surrealista que acabe siendo noticia el dar normalidad a algo que lo es, pero esto demuestra lo mucho que queda todavía por hacer. En 'First dates' no se le da más ni menos importancia a una cita que no sea entre heterosexuales; por fin se trata como algo cotidiano y habitual, por fin se hace en televisión.
Más allá de la visibilidad, también se dan a conocer casos menos generalizados y que no son tan conocidos en la sociedad. Un claro ejemplo es la cita que protagonizó una persona intersexual. En esa edición de 'First dates' posiblemente millones de personas conocieron la existencia de este tipo de colectivo que visibiliza la diversidad sexual y sí, lograron entenderlo, y se dieron cuenta que esa persona es completamente igual a cualquiera. Precisamente ahí radica la importancia del programa, se da la posibilidad a cualquiera persona, sea como sea, de encontrar el amor, de decir cómo es y de hablar de su vida abiertamente, sin complejos, sin miedo al que dirán espectadores o asociaciones. Por fin hay un formato en el que se ha hecho de la diferencia, lo común.
2 Que se puede encontrar el amor a cualquier edad
Nunca es tarde para encontrar el amor
Dicen que el amor se puede encontrar a cualquier edad pero en la pequeña pantalla española eso no es totalmente cierto. Si tienes más de 50 años es complicado tener un formato en televisión en la que puedas encontrar a tu media naranja, es prácticamente imposible. En programas como 'Mujeres y hombres y viceversa', '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' o 'Granjero busca esposa' nunca veremos a personas con una edad elevada, siempre se apuesta por un perfil juvenil que pueda atraer a un público más joven pero 'First dates' acaba marcando también la diferencia en este punto.
Sin miedo a lo que digan y a qué tipo espectadores lo vean, en este dating-show cualquiera pueda buscar el amor, tenga la edad que tenga, porque sí, obviamente y al igual que en la calle, uno puede encontrar a su pareja perfecta con 20, 30 o 90 años. Precisamente esta es la edad de María, una mujer que protagonizó una de las citas más entrañables del programa. La tuvo con Eladio, un jubilado de 80 años. En este caso, la complicidad y el romanticismo fueron protagonistas de la velada, al igual que la que tuvieron Florencio y Matilde, de 83 y 77 años respectivamente.
Otro ejemplo es justamente el caso contrario, y es que no son pocas las citas que han protagonizado personas que rozan la mayoría de edad o las que han contado con personas con una clara diferencia de edad entre ambos. Y no, en ninguno de los casos anteriormente descritos ha habido problema alguno, nadie se ha escandalizado ni mostrado su rechazo porque lo único que se ha hecho ha sido plasmar en televisión una realidad que nos rodea a diario.
3 Que el amor va más allá del físico
El amor no tiene barreras físicas
En el amor dicen que no todo es físico y eso es algo que también ha quedado demostrado en 'First dates'. Sí, hay que reconocer que se han producido plantones por ello, pero en muchas otras ocasiones el amor sí ha triunfado. No todo es ser guapo o feo o gordo o flaco, hay que mirar más allá y muchos de los comensales del programa lo han demostrado con creces. Lo natural es enamorarse de la personalidad y es que ya lo dicen... una buena conversación conquista a cualquiera.
Es algo que también nos lo ha enseñado el programa, porque ahí no se busca la perfección personificada, esto no es 'Mujeres y hombres y viceversa' donde es complicado ver a alguien que no sea alto, delgado y le encante lucir el cuerpo día sí y día también. Al igual que en otros formatos de la casa como 'Un príncipe para...', se va más allá y queda patente que cualquiera merece encontrar el amor en televisión, no todo es imagen en la pequeña pantalla.
Uno de los sectores más desvalidos y que menos representación tienen a día de hoy en la pequeña pantalla son los discapacitados y una vez más, 'First dates' nos ha enseñado a que es lógico que eso pase. ¿No encontramos en cualquier restaurante a gente minusválida, sorda o muda? Pues sí, en el de 'First dates' también, ellos también forman parte del programa y sí, como todos, se ríen, discuten, se enamoran o besan, por que sí, son personas normales y por fin hay un programa que lo evidencia.
Un claro ejemplo es la cita que protagonizaron Fedja y Rocío, dos sordomudos que vivieron una de las citas más especiales del programa. Por primera vez en el formato se hizo el silencio y la conversación pasó a producirse en lenguaje de signos. Los espectadores pudieron descubrir cómo se fraguaba el amor gracias a unos subtitulos que se incorporaron a la emisión. Otro caso es el de Denisse y Güirta, dos personas invidentes que tampoco dudaron en acudir a la pequeña pantalla a encontrar su media naranja. Estos y muchos otros casos han evidenciado que es sencillo, bonito y fácil mostrar en la pequeña pantalla cómo el amor no tiene barreras, de ningún tipo.
Cuando quieres conquistar a alguien, lo más sencillo es ser natural, mostrarse tal cual y actuar de una forma normal. Es lo más lógico si se quieren evitar problemas en el futuro y se quiere conquistar a la otra persona por tu personalidad. 'First dates' nos ha enseñado que lejos de la artificialidad de otros formatos, aquí se cumple y los comensales de su restaurante posiblemente sean las personas más naturales de la pequeña pantalla y sí, ejemplos hay muchos de ello.
Imposible olvidar a Omayra, para muchos la futura protagonista de 'Cincuenta sombras de Omayra", quién no dudó en afirmar que ha inventado su propia postura sexual o que le gusta "tener sexo seis veces al día". Al igual pasó con Antonio que no tardó nada en avisar a su cita que "sólo había una cosa en su cuerpo que estaba arrugada". También revolucionó a todos el picante tatuaje de Pinocho que lucía uno de los comensales. De forma negativa, imposible olvidar a uno de los participantes que se mostró tan natural en su cita que rápidamente averiguamos que era un tanto fascista. En definitiva, para bien o para mal, en 'First dates' la naturalidad reina en el ambiente, siendo esta posiblemente la clave de su éxito.
No hay que engañarse, todos hemos sufrido un plantón en un momento u otro de nuestras vidas. Ya sea en persona o virtual y sí, efectivamente, en el restaurante de Cuatro se han producido muchos y de todo tipo y es que sí señores, en el amor también suceden estas cosas, no todo es perfecto y aunque no lo veamos en muchos programas, esto sucede y en 'First dates' se muestra.
7 Que donde caben dos, caben tres
El poliamor también triunfa en el programa
En nuestra sociedad algo que está muy presente es el poliamor. Cada vez son más las personas que deciden compartir su vida o su amor con más de una persona, y sí, es algo que 'First dates' ha querido evidenciar en más de una ocasión. Este es uno de los casos que menos presencia ha tenido nunca en la pequeña pantalla e incluso hay muchos espectadores que ni tan siquiera conocen su existencia, por ello su importancia en 'First dates' es aún mayor.
8 Que en el amor no hay distancia (o sí)
No importa la distancia si hay amor
Cuando vas a 'First dates' a buscar el amor puede que encuentres a tu media naranja y todo sea perfecto... hasta que descubres que vive a miles de kilómetros de tu hogar. Y efectivamente, es lo que ha sucedido en infinidad de ocasiones en el programa; encontrar el amor no es sencillo y puede que tu chico o chica ideal esté en la otra punta del país... o del mundo. Son millones las parejas que se forman (y mantienen) a distancia, y este formato es un espejo perfecto de eso.
9 Que los famosos también merecen encontrar el amor
Leticia Sabater, una de las VIP del programa
Sí, los famosos también son humanos y tienen derecho a enamorarse, entonces, ¿por qué no hacerlo en la pequeña pantalla? Son muchos los que han pasado por el restaurante más conocido de la pequeña pantalla para tener citas con personas anónimas y sí, en más de una ocasión el amor ha acabado triunfando.
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El carismático Pocholo fue el encargado de inagurar las citas protagonizadas por famosos, fue el primero de una larga lista que forman rostros como Yurena, quién conquistó a Isaías desde el primer minuto. Quién no tuvieron tanta suerte fueron otros famosos como Jacobo Ostos quién decidió no repetir con su cita o Isidoro de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' que tampoco triunfó. Cristina Rapado, Yola Berrocal, David Olid, Leticia Sabater, el polémico Víctor Sandoval o la mismísima Charo Reina han protagonizado algunas de las citas más divertidas y surrealistas del programa donde unas veces ha surgido el amor y donde muchas otras todo ha acabado en una simple amistad.