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En este vigésimo capítulo de la decimotercera temporada de 'Anatomía de Grey', titulado "In the Air Tonight", Meredith y Nathan tendrán que enfrentarse a sus miedos tras quedar atrapados en un avión debido a varias tormentas. Además, como médicos que son, deberán ayudar a varios heridos. Mientras tanto, los recuerdos se apoderan de Grey, que tendrá que tomar una decisión: avanzar o seguir estancada en el pasado.
Heridas del pasado
Las casualidades en 'Anatomía de Grey' han pasado a convertirse en costumbres y, en esta ocasión, el azar ha hecho que Meredith y Riggs se encuentren en un avión e incluso coincidan en la misma fila de asientos. Solo con saber que Grey es pasajera de ese avión ya podemos intuir que el trayecto no va a ser tranquilo ni agradable. Además, es inevitable que todos, incluida la propia Meredith, recordemos el accidente que tuvo lugar varias temporadas atrás, ese que le costó la vida a Lexie y a Sloan y que tantas lágrimas nos hizo derramar.Meredith atiende a un niño herido en 'Anatomía de Grey'
Como era de esperar, las turbulencias no tardan en aparecer y causar el caos entre los pasajeros, especialmente cuando uno de ellos sale disparado y choca contra el techo del avión, quedando inconsciente. Meredith y Riggs, como médicos que son, se dedican a ayudar a los heridos, mostrando total profesionalidad. Pero entre cura y cura tienen tiempo para conversar y recordar aspectos del pasado, en concreto, el ya mencionado accidente de avión, momento en el que Meredith abre su corazón a Nathan.
Ahora Riggs por fin logra entender la protección de Meredith con Maggie, ya perdió a una hermana y ahora no quiere volver a sentir ese dolor, algo más que comprensible. La cara de Nathan nos hace darnos cuenta de que se ha percatado de que fue un completo insensible e idiota al pedirle a Grey que pasara de su hermana cuando esta acababa de perder a su madre y necesitaba el apoyo y el cariño de su familia. Asimismo, Meredith cree que la muerte le persigue, cosa que no es de extrañar porque pocas personas en el mundo deben existir con tal mala suerte como ella.
Operación a vida o muerte
El capítulo anterior fue bastante lento e insustancial, por lo que es de agradecer que en este episodio, muy bien dirigido por Chandra Wilson, hayan decidido añadir dosis de acción, emoción y una nueva operación arriesgada, de esas que son a vida o muerte y totalmente increíbles, pero que sabemos que van a terminar bien. De hecho, Grey saca a relucir sus cualidades médicas para salvar al hombre que se golpeó la cabeza y sufre una hemorragia cerebral, usando técnicas con los escasos e inadecuados instrumentos a su alcance, como si fuera la MacGyver de los cirujanos.
Meredith conversa con otro pasajero en 'Anatomía de Grey'
Al mismo tiempo, Nathan intenta salvar la vida a otro hombre con una parada cardiorrespiratoria, todo ello mientras el avión sigue tambaleándose y complicando la situación todavía más si cabe. Lo ideal habría sido que aterrizaran de emergencia, pero la estricta comandante no estaba dispuesta a poner en peligro la vida de cientos de personas por salvar una sola. Afortunadamente, todo termina con final feliz y consiguen tocar tierra sin tener que lamentar ninguna pérdida, al contrario de lo que nos temíamos al principio del capítulo.
Ahora o nunca
Aunque Meredith se ha mostrado desde el principio bastante reticente con Riggs, una vez más no ha podido resistirse a los encantos del cardiocirujano y se han vuelto a dejar llevar por la pasión. Pero para Meredith ese encuentro en el baño del avión parece no significar nada más que unos minutos de disfrute, al contrario que para Nathan, que no cesa en su empeño de ganarse el corazón de Grey.
Riggs y Meredith en un avión en 'Anatomía de Grey'
Realmente, Meredith también se siente atraída por Riggs, pero su miedo a dejar marchar a Derek y olvidarse de él le mantiene congelada y atrapada detrás de una muralla levantada a base de excusas. Pero el viaje en avión y los recuerdos parece que le han hecho cambiar de opinión y por fin está dispuesta a modificar su vida, a darse una nueva oportunidad, a cortar con el pasado y seguir hacia delante de una vez por todas.
Nos alegra que Meredith haya aceptado a Riggs, sobre todo porque él está enamorado de ella, como ha demostrado el desplante que le ha hecho a la azafata del avión. Las situaciones traumáticas son las que nos hacen reaccionar, las que nos hacen ver que algunos problemas no lo son tanto y que debemos aprovechar más cada segundo y arriesgarnos, dejarnos llevar no tiene por qué ser una mala decisión.