'The Good Fight' 1x10 Recap: "Chaos"

El último episodio de la primera temporada de 'The Good Fight' comienza con Maia y Lucca pasando por una especie de revisión ante Kolstad y Boseman. Con Quinn están muy contentos, cambiará de despacho, mientras que con Maia también "están muy contentos", dicho con la boca pequeña, y tendrá que demostrar su audacia si quiere seguir en el despacho.

"Chaos"

Mientras Maia se juega su futuro laboral su padre ve que el suyo pasa por estar en prisión. Son treinta y cinco los años que le ofrecen tras el fallido acuerdo con Kresteva pero Rindell tiene un plan B: huir. Por ello quiere despedirse de su mujer e hija en una última cena. Sus planes parecen alterarse cuando su abogado le dice que ese acuerdo lleva ligada la inmunidad de Maia, el FBI irá tras ella después de haber mentido en su comparecencia. Todo es emoción en esa última cena hasta que Henry se despide. Un coche le espera para entregarse.

Un viejo conocido de 'The Good Wife', Dylan Stack (Jason Biggs), llega asustado al despacho en busca de Diane. A Stack han tendido una trampa introduciendo en su portátil un programa malicioso que provocará un apagón en Chicago. El abogado quiere inmunidad a cambio de la advertencia a la fiscalía. Todo de forma anónima, claro, siendo Lucca la encargada de negociar con Colin Morello, quien ya tiene rol de "ex" de la abogada. La fiscalía se toma el caso a la tremenda, ciber-terrorismo, por lo que casi al completo se desplaza a las oficinas de Boseman para llevarse a Lucca detenida. Maia ve en esto la oportunidad de brillar y se enfrenta primero al fiscal del condado para después ser la sombra del propio Boseman en la vista contra Quinn.

El inspirador del hacker parece haber sido Felix Staples, John Cameron Mitchell, en su rol como forero. El alt-righter parece ser todo lo opuesto a Stack pero al final sus intereses parecen comunes, es pro-Bernie (o anti Hillary), y este último resulta ser el creador del software malicioso que debía ser utilizado desde un ordenador de la fiscalía, logrado esto gracias al pendrive que Lucca llevo consigo. La abogada termina exonerada, Stack detenido y Chicago a oscuras.

Diane recibe la llamada de un hospital. Kurt McVeigh ha tenido un accidente y ella sale disparada hacia el hospital. Allí su todavía marido se encuentra bien, sólo algo magullado. Lockhart después se entera de que ese accidente fue causado por haber impedido que un bebé fuera raptado. Esto termina de ablandar el corazón de Diane. Ha sufrido mucho pero decide pasar la noche con Kurt.

La única constante es la ley, le había dicho Boseman a Diane después de que Chicago se quedara oscuras. De esta ley finalmente huye Rindell. Tras haberse reconocido culpable, y tras montar todo el numerito de su entrega, huye. Eso hace que Maia termine recibiendo la visita de la fiscalía, de nuevo casi en pleno, para detenerla. Antes había brindado con Lucca por tres meses de paz, por aquello del balance que se le supone a la vida. Al final, como dijo Boseman, la única constante es la ley.

In My Opinion

"Chaos" ha supuesto un cierre perfecto a una gran primera temporada de 'The Good Fight'. Casi lo único malo que se puede decir de la serie satélite de 'The Good Wife' es que ha sido demasiado corta. Esto ha hecho caminar al matrimonio King sobre terreno seguro utilizando recursos que habían funcionado en su anterior serie. Desde la reaparición de personajes carismáticos como Elsbeth Tascioni, Mike Kresteva o Colin Sweeny hasta el uso de ese humor físico, slapsticks, en cada uno de los diez episodios de esta primera temporada.

Al escuchar a Boseman que Maia necesitaba más audacia he pensado que también le faltaba cierto descaro a su personaje. Una evolución algo más visible, similar a la que tuvo Alicia Florrick en sus inicios al estar en plena competencia con Cary Agos. En esta primera temporada se podría decir que Maia ha estado fagocitada por Lucca y eclipsada por sus propias circunstancias familiares. Éstas, en cierta manera, parecían quedar atrás en "Chaos". La pose de Maia, con una copa de vino en la mano, suponía el primer paso hacia una nueva Maia, un nuevo personaje con mucho más margen de acción. Las circunstancias, de nuevo, se le vienen encima dejándola de nuevo a merced de otros.

Es una alegría saber que habrá al menos una segunda temporada. 'The Good Fight' es necesaria, no sólo como un gran producto de ficción sino también como herramienta para conocer la realidad que nos ha tocado vivir. Una manera de entender las motivaciones que podría tener un votante de Trump o una explicación gráfica del uso político que se hace de la justicia. Todo lo vemos a través de una mirada lejana, algo cínica a veces, y edulcorada. Un filtro perfecto para poder asimilarlo todo. La manera perfecta de hacer que la realidad sea soportable. Casi agradable.