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Que Bambú se encargue de la producción y que Netflix sea la encargada de ofrecerla al público, convierte a 'Las chicas del cable en un sello de garantía. Las expectativas son muy altas, porque ser la primera serie española de una plataforma que es un éxito a nivel mundial hace que, al menos, los espectadores españoles estemos ansiosos por verla. Además, las imágenes promocionales y el gigante cartel que invade la Puerta del Sol de Madrid, no hacen más que alimentar este deseo de conocer más a estas chicas, a las del cable.
Blanca Suárez en 'Las chicas del cable'
Bambú repite su fórmula para triunfar
Muchas veces se le acusa a Bambú de repetir su fórmula del éxito (que a veces, como en 'La embajada', no les ha funcionado). Un misterio, mujeres luchadoras y, generalmente, de época es lo que más les caracteriza. Bueno, y por supuesto, historias de amor que poco a poco van restando importancia a las del misterio inicial, el cual acaba siempre desapareciendo, así como el interés por la serie.
Además, muchas veces parece que desde la productora cuenten historias similares que empiezan a cansar a la audiencia. En cambio, hay que destacar que aspectos como la calidad técnica, los vestuarios o los decorados siempre los cuidan a la perfección y con 'Las chicas del cable' no han escatimado en absoluto. Por eso sigue el debate entre si verla o no.
¿Qué hacemos? Hay que darle una oportunidad para descubrir qué tiene de diferente, para salir de dudas y decidir en qué bando te posicionas. Nada más arrancar la serie descubres que te da algo más de lo que podía parecer a simple vista, pues no es tan sólo la convivencia de un grupo de mujeres en su trabajo con los problemas de las mujeres sino que hay grandes misterios que hacen que cada una de sus protagonistas estén ahí: trabajando para Telefónica.
Cuarteto protagonista con objetivos interesantes
Saber cómo llega cada una de sus cuatro protagonistas genera una intriga que atrapa y hace que, por ejemplo, el personaje de Blanca Suárez se convierta en imprescindible para darle emoción a la serie. Sin ella, sin Lidia, la serie perdería, porque es justamente esta chica la que tiene el objetivo más difícil por el que trabajar en esa empresa. Tiene que huir de la Justicia ayudando a un policía a robar en la empresa; por lo que tendrá que infiltrarse y conseguir su propósito. Este motivo le generará infinidad de conflictos que, si desde la productora los gestionan bien, pueden crear una trama impresionante.
Las cuatro protagonistas de 'Las chicas del cable'
Nadia de Santiago, siempre tan natural y adorable como siempre; Ana Fernández, con un personaje que poco deja mostrar de su interior; y Maggie Civantos, que interpreta a la encargada de instruir a las nuevas telefonistas. Entre ellas, forman el carteto protagonista, con secundarios de lujo como Concha Velasco (otra pieza fundamental de la fórmula de Bambú) los personajes fundamentales que interpretan Ana Polvorosa, Yon González y Martín Rivas. Éstos dos últimos, juntos de nuevo y con Blanca Suárez, tras 'El internado'.
En conclusión, sí que es una serie que puede merecer la pena, pero a la que se le puede ser infiel y dejar en cualquier momento si no cumple varios requisitos. No puede desinflarse, tienen que generar más tramas de misterio, no ser tan oscura en los momentos que sea innecesario, que no ocurran cosas por casualidad como ocurre en el primer capítulo y que los personajes evolucionen. Si ocurre esto, y sabiendo que será una serie cerrada, será un éxito. Si no, no.