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Los programas de cocina están a la orden del día en nuestra televisión. Y si hay un cocinero de moda ahora mismo, ese es Alberto Chicote. Primero fue 'Pesadilla en la cocina', después 'Top Chef' y ahora se ha convertido en uno de los rostros más conocidos y temidos de Atresmedia. A pesar del éxito que cosechan todos los formatos que presenta y, aunque parezca mentira, la televisión no es lo suyo.
Alberto Chicote, presentador de 'Top Chef'
"Llegar y descubrir cómo está hecho aquello y cómo podemos sacarlo adelante es una cosa increíble", ha admitido. Su forma de comportarse en la pequeña pantalla es algo que llama la atención y, por eso, el chef ha querido dejar claro que no actúa, sino que "eso no son más que cosas que digo habitualmente, los que han trabajado conmigo mucho tiempo lo saben". Si hay algo que tiene claro es que continuará tratando de sacar las castañas del fuego a muchos más restaurantes: "Dejar de hacer el trabajo es algo que no contemplo porque es tremendamente gratificante, aunque sea muy duro llegar a un restaurante y decirle a alguien a la cara" todo lo que está haciendo mal.
"En 'Top Chef' si pierdes, te vas a casa"
La otra gran baza de Alberto Chicote es 'Top Chef'. En la misma entrevista, el cocinero ha reconocido no comprender las críticas que recibe después de cada programa: "Si se va uno, porque se tenía que haber quedado; si se queda, porque se tenía que haber ido". Chicote ha comparado el formato con un Grand Slam de tenis y es que "aunque seas el número uno, si pierdes, te vas a casa".
Según el chef más famoso del grupo de comunicación de San Sebastián de los Reyes, 'Top Chef' es un juego donde todos tienen las mismas condiciones y donde, para proclamarte vencedor, "tienes que ser un tipo con oficio, que no haya nada que te asuste, que le hayas metido mano a todo tipo de cosas". Para terminar, se ha metido en la piel de un concursante del formato y ha confesado cuál sería su debilidad detrás de los fogones: una prueba de casquería. "Me sueltas un corazón, y lo mismo me quito el mandil y te digo: '¡Venga, hasta luego!', ha concluido.