'Cámbiame VIP' ha dejado atrás su habitual cita de los viernes para pasar a emitirse el primer día de la semana. La encargada de abrir los cambios de famosos de los lunes ha sido Chiqui, exconcursante de realities como 'Gran Hermano 10' y 'Supervivientes 2014'. Durante su tiempo en la pasarela, Almudena Martínez ha pedido que la cambien, ya que asegura que "parezco una Bestia". Además, afirma que viste mal porque su marido es quien le elige la ropa porque "yo no sé ni elegirla".
Pelayo Díaz le ha dado al pulsador, negándose a realizarle el cambio, por lo que Chiqui ha tenido que elegir entre Cristina Rodríguez y Natalia Ferviú. Sin embargo, antes de tomar la decisión, la exreportera de 'Sálvame' ha pedido un cambio radical, "como Lady Gaga si hace falta". Finalmente, la elegida ha sido Cristina, quien ha asegurado que "yo mido 1,72, pero voy a intentar que te miren más a ti que a mí".
Durante su proceso de cambio, Chiqui y Cristina se han tomado un momento para profundizar en los sentimientos de la participante del programa. Chiqui ha confesado que ha sido duro ver cómo todos los de su alrededor crecían excepto ella, pese a que tuvo suerte y no sufrió acoso por parte de sus compañeros de colegio durante su infancia. Su matrimonio con Borja ha sido otro de los temas que han salido a colación, recordando cómo se conocieron y la falta de implicación de este en el hogar familiar.
Chiqui, antes y después de su cambio en 'Cámbiame VIP'
Borja se encontraba en la grada familiar de 'Cámbiame' y ha debido de responder a las preguntas de Carlota Corredera sobre el enamoramiento de su mujer durante la 'Sálvame Snow Week'. Según los estilistas y la propia presentadora, el redactor del que Chiqui decía haberse enamorado, el mismo que le acompañaba durante su participación en el make over de Telecinco, nunca se le declaró. Chiqui y Borja estuvieron a punto de divorciarse, incluso acudieron a un abogado, pero finalmente decidieron retractarse, tal y como ha explicado Borja en el plató del programa.
De Bestia a Bella
Iván Madrazo, ganador de la décima edición de 'Gran Hermano', ha acudido al programa en calidad de amigo de la participante. Durante su intervención ha arremetido contra Borja, asegurando que los problemas de Chiqui se deben a que está aburrida en su matrimonio. Tras estas palabras, Iván ha cruzado la pasarela, pero no para someterse a un cambio, sino para ser el primero en ver la transformación de su excompañera de concurso. "Pero qué guapa, nena", ha asegurado Madrazo nada más ver a Chiqui, incapaz de reprimir las lágrimas.
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Finalmente, la puerta del cambio se ha abierto para mostrar a una Chiqui muy cambiada y rubia, pese a haber pedido que no la tiñeran de este color. La participante ha dejado atrás ese castaño con mechas rojas para saludar a un peinado mucho más moderno, con flequillo y ondas. Enfundada en unos tacones altos, petición que el propio Borja había hecho, ha cruzado la pasarela con un vestido de gasa. "¡Qué corte, qué corte de pelo!", exclamaba Chiqui mientras se miraba sorprendida en la pantalla. Borja le ha apoyado, afirmando que "está muy cambiada, pero los cambios siempre son buenos".