El 16 de enero de 2017 se estrenaba 'Sé quién eres', thriller creado por Pau Freixas y protagonizado por Francesc Garrido y Blanca Portillo. Desde ese lunes, la audiencia de la serie se ha mantenido fiel semana a semana para conocer el paradero de Ana Saura (Susana Abaitua) y asistir al incierto devenir de la muy maquiavélica familia Elías. A eso ha ayudado el buen trato que le ha dado la cadena que la emite, Telecinco, que la ha ofrecido sin cambios de horario ni parones: 16 capítulos, 16 semanas.
'Sé quién eres'
'Sé quién eres' es un triunfo para Telecinco y no sólo por sus buenos datos de audiencia. La crítica considera que es una de las mejores series españolas de los últimos tiempos, se verá en otro países, en canales como BBC Four, ha pasado por varios festivales internacionales y, además, lidera cada semana las emisiones en diferido (se puede seguir también a través de HBO España). En 2017 es absurdo basar el éxito de una serie únicamente en el dato de share del día después y 'Sé quién eres' es un buen ejemplo de ello.
La ficción televisiva está dejando atrás, definitivamente (a pesar de que aún quedan rémoras, sobre todo en Televisión Española) la obsesión del "para toda la familia". En este sentido, 'Sé quién eres' es un thriller intenso, con verdaderos hijos de puta como protagonistas (por mucho que puedan acabar gustándonos y querer que se salgan con la suya) y sin espacio para el humor (quizás algún alivio cómico no hubiera estado de más entre tanto rostro circunspecto).
Un desenlace coherente con la trayectoria de la serie
En este sentido, el desenlace de la serie es muy coherente con los 15 episodios previos. Que nadie espere un giro loco de última hora porque esta es una serie con muchos vuelcos pero, a la vez, a fuego lento. Si comenzó como un drama familiar con misterio, en la segunda parte la serie se transformó en un thriller psicológico puro y duro, con los personajes tratando de salir de su propio laberinto a base de manipular a los demás.
'Sé quién eres'
Que no haya un giro que lo ponga todo patas arriba no significa que sea un final exento de sorpresas. Las hay y no van a dejar a nadie indiferente. El último episodio de la serie condensa muy bien la esencia de la serie: producción muy cuidada, muy bien dirigida, con fotografía cinematográfica (por fin dejamos atrás esa otra manía de querer que se vea todo como si fuera un quirófano) y con mucho simbolismo.
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En el lado negativo, una excesiva duración de los episodios (llegando incluso a los 90 minutos en alguna ocasión) y algunos actores secundarios que no han llegado a estar a la altura. Sin embargo, el balance es positivo y la ficción nacional debería seguir por la senda de 'Sé quién eres', creando productos arriesgados y de género como la serie de Pau Freixas.