ENTREVISTA

Ramón Campos: "Si Netflix me dice: 'Se me acaba 'Velvet', dame algo como eso', es absurdo que no se lo demos"

El 28 de abril llegó a Netflix la primera serie española: 'Las chicas del cable'. Ramón Campos, productor de Bambú y uno de los máximos responsables, nos cuenta todos los entresijos.

Por Sergio Navarro El 29 de Abril 2017 | 17:04

Muchos creen que es volver a ver 'Velvet' y por eso hablamos con Ramón Campos, productor ejecutivo de Bambú Producciones para que nos dé su punto de vista. Nos cuenta que en diciembre de 2015, Netflix se acerca a él para pedirle algo parecido a la serie que estaba triunfando en Antena 3, por lo que él no podía hacer otra cosa que hacer algo parecido.

Ramón Campos, creador de 'Velvet', 'Las chicas del cable' o 'Gran hotel'

Además, Campos hace balance de esta primera temporada y nos cuenta muchos detalles sobre la segunda temporada, que nos promete que será más oscura porque ocurrirá algo que convertirá a todas las protagonistas en femme fatales. ¿Y qué pasa con Teléfonica? ¿Han tenido que pedir permisos para basar su serie en sus instalaciones? Ramón Campos, un hombre cercano, sonriente y con ganas de compartir sus experiencias, nos saca de dudas.

¿Qué diferencias entre trabajar para Netflix en relación a una cadena generalista como puede ser Antena 3?

Diferencias de trabajo, muy pocas. Nosotros con Antena 3 somos felices. Trabajar con Sonia Martínez es una gozada, te respetan como autor, te respetan como productor, y con Netflix nos hemos encontrado con algo muy parecido. Cuando la gente dice que los norteamericanos respetan mucho más al autor que los españoles es una gran mentira; es alguien que no trabaja con los españoles. Otra cosa es que tengas unas diferencias a la hora de trabajar para Netflix que para Antena 3 por dónde lo emites. No tienes que hacer 70 minutos que es la media española, te puedes permitir no repetir cierta información porque no hay cortes publicitarios, te puedes permitir ir un poquito más oscuro a veces porque es un visionado más atento..., pero al final no hay grandes diferencias de producción.

Y en esta parte creativa para Netflix también se incluye el no tener la necesidad de hacer los capítulos autoconclusivos.

Nosotros disfrutábamos mucho de las rampas de los finales. Cuando hacíamos 'Gran Reserva' acabábamos con unas rampas que parecían 4 cliffhangers. Además se notaba con la música, que iba hacia arriba y decías: "Madre de Dios, ¿y ahora?", porque habían muerto todos ya. Ahora es un poco eso, no tan bestia la rampa, pero sí esos fínales de: "¡No me jodas!". Yo cuando veo mis series en antena digo: "Qué putada no poder ponerme el siguiente", y en Netflix sí que puedes, es una gozada.

¿Cómo habría sido 'Las chicas del cable' en Antena 3?

Supongo que un poco más amable de inicio, un poco más luminosa -incluso la cabecera-, y no sé si habría tenido un poco más de peso la trama romántica. Pero en realidad, Antena 3 ha hecho casi de todo. Con 'Física o química' tenían escenas de sexo, homosexuales, bisexuales, había de todo, y eso que hace ya muchos años. No creo que nosotros hayamos tocado ninguna tecla aquí que Antena 3 no se atreva.

'Las chicas del cable', primera ficción española en Netflix

¿A qué te refieres con un arranque más amable?

Veíamos al héroe, no a "la mala".

Claro, aquí ves a Marnie, la ladrona. Nuestra referencia era "Marnie, la ladrona". La primera versión de guión, tú entrabas con ella en la compañía sin saber qué iba a hacer. Le decíamos a Blanca: "Tú eres un gato". Si te das cuenta, la primera vez que ve la caja fuerte hace un gesto de gato, siempre está mirando como un gato. Es sutil, con cuidado, analizando las cosas, viendo por dónde se puede colar. Pero sí que nos dimos cuenta y dimos un paso atrás, que dijimos: "¿Y si el espectador no entra con ella?". Por eso pusimos ese previo que en realidad, en la primera versión de guiones estaba en el capítulo 8. La muerte de la amiga era el prólogo del capítulo 8 y era cuando decías: "¡Hostia, ahora lo entiendo todo!".

Así empieza más fuerte.

Claro, yo dije: "Vamos a traérnosla aquí y vamos a saber qué hace aquí", pero es un personaje moralmente ambiguo. Hay dos tramas de la serie que a mí me gustan mucho: el triángulo me parece que funciona como un pepino, porque aceptas que son tres. Las dos chicas (Ana Fernández y Ana Polvorosa) con Borja me encanta y mi miedo era que el espectador no aceptase que eran tres. Yo no quiero que el espectador dude con quién van a estar, quiero que acepte que son un trío. Yo creo que funciona y la gente va a decir: "Oye, pues acepto, se quieren los tres". Es una historia de amor que yo no la había visto así en televisión en España. Por otro lado me gusta mucho cómo funciona el trío de Blanca, Yon González y Martiño Rivas porque estaba la dificultad de que el espectador, desde un principio, desde un principio supiese con quién quiere que esté. Ella engaña a Carlos (Martiño), pero poco a poco empieza a ver cosas que le gustan. Y gusta el personaje de Francisco porque tiene un punto muy oscuro que es en plan: "Para llegar aquí, ¿qué has hecho? Has pisado cabezas".

Claro, los dos personajes protagonistas tienen un lado oscuro muy pronunciado. Él (Franciso) es capaz de espiar, de chantajear, de engañar, de estar con una tía a la que quieres, pero que tampoco le quieres. Y ella también. Ha llegado a prostituirse, posiblemente, por la relación que tiene con el personaje que tiene el prostíbulo. A mí me gusta mucho cuando los protagonistas hacen cosas que la moral te dice que no deberías de hacer. A mí me hace mucha gracia cuando la gente decía: "'Velvet' es la típica historia de amor'". Si lo analizas, Alberto y Ana están engañando a una pobre Cristina, y la vuelven loca y la mandan al manicomio.

¡Y encima Cristina quedaba como la mala de la película!

Mucha gente compara 'Las chicas del cable' con 'Velvet' y dice que es más de lo mismo.

No tiene nada de malo que la comparen. Hay una visión un poco corta de miras en nuestra industria a la hora de analizar lo que es esta serie. Netflix se acerca a Bambú para hacer esta serie porque le gusta el resultado internacional de 'Velvet' y 'Gran Hotel' en 190 países. Cuando Netflix me llama a mí y me dice: "Nos ha funcionado 'Velvet' de la hostia', quiero que hagamos algo en esa linea". Es absurdo que le digamos: "Ya, pero es que yo quiero hacer 'House of Cards'". Me han pedido algo en esa linea y yo trabajo para mi cliente. Esa es la primera clave. La segunda es: Hay un público muy grande en Netflix, porque es una plataforma de video on demand para todos los públicos. ¿Cuántas series hay en el mundo para mujeres que se puedan englobar dentro del género melodrama romántico? No hay muchas. Hay películas, pero no hay series. Desde que creamos Bambú e hicimos 'Gran Reserva', yo dije: "Vale, ése es nuestro nicho, el target de Bambú". Hay otros que hacen comedia, como Alberto Caballero con 'La que se avecina'. Si a mí Netflix me pide eso, es lo que le tengo que dar. Y no dárselo siendo corto de miras y pensando sólo en España porque tengo que pensar en 100 millones de personas en 190 países.

Claro, y si piensas en eso, dices: "Me olvido de España, me olvido de los blogs de España, me olvido de los críticos de España y pienso en lo que quiere la cadena". ¿Y qué quiere la cadena? Quiere que demos ese contenido a un público que está huérfano en ese contenido. Si me dicen: "Se me acaba 'Velvet', dame algo como eso, para ese público que lo está reclamando", se lo damos. Creo que ese es el análisis correcto. El análisis incorrecto es: "No, es que Netflix tendría que haber llegado a España para arriesgar". Entonces, para todos aquellos que dicen eso, querría preguntarles qué serie tendríamos que haber hecho en España para que un abonado que ve 'House of Cards', se venga a Netflix por una serie española. El público femenino que se ha quedado sin 'Velvet' va a venir.

Entonces, ¿el acuerdo lo inicia Netflix?

El 24 de diciembre de 2015 yo recibo un mensaje de Netflix diciéndome que acaba de ver 'Velvet' y que le ha encantado y que si teníamos algo así, lo quería leer. Dos días después le mandamos cinco series: cuatro muy arriesgadas, muy oscuras, muy Netflix, y una que era 'Las chicas del cable'. Las cuatro primeras cayeron al momento porque nos dijeron: "Chicos, os he pedido 'Velvet'". A mediados de enero ya estábamos firmando el acuerdo en Miami. En 20 días lo habíamos cerrado. Ellos tienen muy claro a dónde van y que público necesitan.

¿Y cómo sienta que os la hayan renovado por una segunda temporada antes de estrenar la primera?

Ellos tenían muy claro que querían darle contenido al espectador y tenían claro que si eso funcionaba, no podían dejar al espectador huérfano durante un año. Tienen que tener contenido ya en marcha. Entonces lanzamos la primera temporada, si gusta ya tenemos la segunda en marcha. Y si funciona ya podemos empezar a preparar la tercera, teniendo la segunda de margen.

Blanca Suárez, una de las protagonistas de la ficción

Entonces, ¿si funciona bien la primera, directamente se encarga una tercera?

Claro. Es televisión, igual que el resto de cadenas, pero aquí con una temporada de adelanto.

¿Con Telefónica ha habido algún tipo de acuerdo? Porque la dejáis un poco...

No. ¿Tú crees que la dejamos mal?

Todos los chanchullos, lo que se hace para investigar, las escuchas...

Por eso lo llamamos "compañía de telefonía". Yo no hablo de Telefónica, y teníamos muy claro que queríamos distanciarnos. Es más, queríamos distanciarnos tanto para tener toda la libertad del mundo para que nadie nos diga que le hemos criticado. Al final preferimos apartarnos y que nadie nos dijera que nos apoyábamos en eso.

¿Qué diferencias va a haber en la segunda temporada con respecto a la primera?

Son más femme fatale ellas.

¿Todas? ¿También el personaje de Maggie, el personaje de Nadia...?

Sucede algo que convierte a todas en femme fatale.

¡Un asesinato! ¡Unidas!

Yo no he dicho nada. Sucede algo que de repente dices: "¡Bua!", y se convierte en cine negro puro. No te cuento más.

Adelántanos si va a haber algún fichaje nuevo aparte del de Antonio Velázquez.

Tenemos algún fichaje más, pero por ahora estamos cerrando uno de ellos y el otro va a empezar ahora a grabar. ¡Qué te voy a contar del control que tiene Netflix de la información! No podemos hacer nada de comunicación y es lógico... Estrenan muchas series a la semana y como no tengan este tipo de control, es un desmadre. Tú imagínate. Los fichajes y todo los da Netflix.

Y hablando de cásting, ¿cómo se eligieron a estas chicas?

Blanca lo teníamos claro desde un principio, porque esa mirada de gata no la tenemos en el cine español; Ana Fernández hizo cásting y tiene una luz que poca gente tiene; a la Polvorosa le llevo siguiendo desde hace años y me entusiasma porque es una bestia; a Nadia de Santiago le vi en "Musarañas" y me quedé ojiplático y fascinado. Lo que tenía en duda gente es si Nadia iba a dar comedia y yo decía: "Os la vais a querer comer o llevar a casa"; y Maggie Civantos, después de 'Vis a vis', se come el papel más cabrón, porque se come el drama total. Tiene un drama por delante que no lo puede ni ver. Cuando las vimos a todas juntas vimos que como grupo molaban y que hacían de enlace muy bien entre dos públicos: el juvenil y el adulto.

Cuando es un grupo de personajes a veces están las fuertes y las débiles, y son las débiles quienes nos aseguran una mayor evolución. ¿Esto va a ocurrir?

Bueno, mira el personaje de Ana Fernández que se le ve muy segura en la decisión de ir a trabajar, pero de repente, eso que pasa por medio y que no se esperaba, hace que empiecen sus miedos. Sin duda, cuando un personaje lo colocas abajo, el viaje es mucho más llamativo. El personaje que está en lo alto, lo que tienes que hacer es romperle columnas para desestabilizarlo, y es lo que hacemos con Blanca, que llega para robar y largarse, y de repente le rompemos los esquemas.

Ya sabemos cositas, pero ¿algún avance de 'Velvet colección'?

Empezamos a rodar en un mes, estamos construyendo decorados, porque ahora son todos nuevos, y la verdad es que estamos todos muy contentos. Hombre, es increíble también escribir para 45 minutos porque como al principio la serie estaba concebida para 70, 75 u 80, tenemos muchas historias y ahora no nos da tiempo. Es casi una secuencia por trama. Estamos muy contentos y es mítico. Es como cuando ves a un equipo de fútbol que lleva mucho tiempo jugando y aunque entren jugadores nuevos, ya saben pasarse la pelota.

¿Qué opina Netflix de que haya ido a Movistar + esta serie cuando Netflix seguro que la hubiese querido?

Lo que pasa es que como ya estábamos con 'Las chicas del cable', ya tenían cubierta esa parte. Decían: "'Velvet' acabó en España, no lo vemos tan claro, vamos a coger una nueva marca". Tenemos algo bueno que es que de alguna manera, que 'Velvet' esté en Movistar +, demuestra que también quiere seguir por esa linea.

Y para vosotros eso es genial.

Para nosotros y para la industria. Yo no me considero un gran artesano ni un gran autor, sino un gran artesano que crea industria, y lo que tenemos que hacer es crear un suelo muy fuerte para los chavales que vengan. En la televisión tenemos que dejar de mirarnos el ombligo y pensar: "¿Para quién hacemos la serie?".