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El segundo episodio de 'El puente' comenzó justamente donde acabó el primero. Reclamados por una bengala roja, los concursantes debían recoger un mensaje en la plataforma flotante que, tal y como anunció Paula Vázquez, supondría un importante cambio en la dinámica del campamento y del concurso. El pronóstico no defraudó y la nueva entrega de este novedoso reality comenzó a descascarillar la burbuja de felicidad en la que los participantes se habían sumergido desde su llegada a este enclave perdido en la Patagonia. El juego y la estrategia han comenzado.
Este segundo programa de 'El Puente' profundizó más en la estela abierta por la presentación emitida siete días antes. Las dinámicas de la convivencia y del trabajo diario continúan asentándose con voces discrepantes, una primera misión secreta puso a dos concursantes contra la pared y, tras Raúl y Silvia, conocimos más sobre las vidas de Rosa y Clyde.Clyde y Rosa, las historias del segundo episodio de 'El Puente'
La primera, una carpintera que nunca antes había salido de Málaga, se perfiló como la concursante más inocente y, quizás, menos experimentada del programa. El sudafricano, por su parte, desveló su faceta de surfista y narró un conmovedor accidente en el que se rompió varias vértebras y perdió momentáneamente la memoria, hecho que le obligó a comenzar a escribir para ir recordando todos los detalles de su vida. Por si fuera poco, Clyde también batalló en las filas del ejército cerca de la frontera de Angola donde, tras resultar atacado, pasó a formar parte de los servicios secretos de descifrado de datos.
¿Jugar con la cabeza o el corazón?
La caja depositada en la plataforma flotante contenía unas instrucciones claras: un concursante, elegido por votación por sus compañeros, debía partir en una expedición a remo por el lago para realizar una misión en compañía de otro concursante elegido por él mismo. Los quince coincidieron en ganas a la hora de desempeñar el encargo, si bien hubo dedos que comenzaron a señalar por primera vez: Rosa fue designada como la menos capaz para el encargo, dadas su dificultades para nadar.
La malagueña no encajó bien el golpe y vivió uno de los primeros derrumbes del programa evidenciando, una vez más, la capacidad para hablar y solventar los problemas del grupo como adultos. Los concursantes se enfrentaron entonces a la encrucijada de decantarse por aquellos que tenían ilusión y podían hacerlo simplemente bien, defendidos por Nuria, y los que mejor y más capacitados estaban, con Jo, Raúl y Víctor a la cabeza. El trío de ases se mostró, una vez más, imbatible frente al grupo y trató por todos los medios de que Jo, que por lo visto -aún no lo hemos visto- vive en un barco, fuese el elegido en esta misión náutica.
El silencio se apoderó, por primera vez, del campamento de 'El Puente'
Tras un día de reflexión, las votaciones llegaron y evidenciaron las verdaderas intenciones de los participantes, ahora ya convertidos oficialmente en concursantes enfrentados por un premio. Llama la atención cómo, si bien ser elegido no conllevaba una recompensa propiamente dicha, la mayoría se lo tomó como una competición quizás de popularidad, quizás de demostración de valía. Entre los votos más destacados estuvo el de Silvia, que se inclinó por apoyar a Juan, el chico por el que ha confesado sentirse atraída. ¿Pretendía así, a lo mejor, que él la eligiera a cambio para pasar unas horas en intimidad? ¿Por qué no, en su lucha contra los micromachismos, abogó por apoyar a una de sus compañeras?
Clyde, Melodie y un secreto en sus manos
Clyde fue finalmente el concursante más votado por sus compañeros y este se inclinó por Melodie para acompañarle. Un buen tándem, el de juventud y experiencia, para tomar la importante decisión que se les venía encima. Antes de emprender la expedición, Clyde tuvo la brillante idea de mejorar la balsa con dos flotadores y fabricar remos con dos tablones, encarnando el espíritu de 'El Puente' a la perfección: el espíritu de emprendedor y la libertad del programa para que los participantes fabriquen, literalmente, su propio destino.
Sin ayuda del mapa (o del "dibujito", como lo definió el surfero), Clyde y Melodie se introdujeron en el lago y tal fue su hazaña con el remo que hasta consiguieron pescar mientras navegaban. "No ha sido suerte, suerte sería si el pez hubiera saltado a la canoa", reflexionaba un Clyde poseído por el espíritu de Locke de 'Perdidos'. Una vez llegados al refugio, descubrieron el giro de su devenir, ya conocido por la audiencia: el ganador del programa, una vez construido el puente flotante, será el que elijan los concursantes en votación secreta, y él decidirá si quedarse o repartir los 100.000 euros del tesoro.
Clyde fue capaz de pescar mientras remaba hacia el refugio
Obligados a pasar la noche en el refugio para reflexionar sobre el secreto, Clyde y Melodie se debaten ahora entre hacerles saber la verdad a todos sus compañeros o utilizar la información a su favor. De descubrirse la auténtica mecánica del programa, la convivencia se desestabilizaría sin duda, como pudieron comprobar con la primera votación. Sin embargo, también hay un componente ventajoso en el secreto, y es desplegar la estrategia social para hacerse con el mayor número de aliados. ¿Qué decisión tomarán?
De nuevo, el machismo
Como trasfondo de las intrigas del programa los espectadores pudimos disfrutar de las dinámicas que el día a día de la construcción del puente nos trae. Wafa cuestionó el sistema de trabajo desestructurado que sigue el grupo a la vez que confesó no sentirse del todo útil, mientras que Clyde reclamó compañía en las labores de cocina y Anita puso sobre la mesa su deseo de abandonar las labores de la cabaña y ayudar más en la fabricación de las plataformas.
David tuvo un sueño erótico con Jo en el segundo episodio de 'El Puente'
Los debates de género volvieron a tener presencia en este episodio, como un reflejo de la sociedad del momento. Silvia mostraba su intención de ponerse en forma y tener un cuerpo más trabajado para "ser más mujer, más fuerte, con más presencia", mientras que Jo le desaconsejaba tener el físico de Nuria y Melodie: "No te vayas a poner marimacho". Raúl, más tarde, mostraba su alegría de estar rodeado de sus compañeras: "Te viene Miriam o te viene Mel y dices 'olé, olé, qué alegría, ¿no?' Te pasa la niña y dices 'anda, pues mira qué bonita'". David y Jo, por su parte, bromeaban sobre un sueño erótico que tuvo el primero con el segundo.
La construcción del puente avanza, por el momento, en la dirección correcta, y en contra de lo inicialmente pensado parece que no será el mayor reto que el programa les plantee a estos quince concursantes. El tesoro está a 210 metros, quedan 21 días.