Jordi Évole ha concedido una larga entrevista al programa "Revolució 4.0" de Catalunya Radio en la que ha analizado la evolución de 'Salvados' desde que se estrenó hace casi una década. Además, el presentador ha reconocido que estaría dispuesto a trabajar para TV3, y ha insinuado que la televisión pública catalana podría emitir un formato parecido a 'Salvados': "Por supuesto que se podría hacer un 'Salvados' a la catalana, espero que pase pronto. Espero que tengáis noticias pronto", ha comentado.
Jordi Évole durante una entrevista con Catalunya Radio
Pero la entrevista de Évole ha dado para muchos más titulares. Al margen de lo que vemos cada domingo por la noche, el reportero también ha desvelado algunas curiosidades sobre la trastienda del programa: personajes que se niegan a ser entrevistados, temas polémicos que no han podido tratar o amenazas que ha recibido al hacer algunos reportajes.
Y entre los que se niegan a dejarse entrevistar por él están el expresidente José María Aznar y la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell. En cambio, sí accedieron a su invitación el filósofo José Luis Sampedro, el diputado José Antonio Labordeta, el expresidente de Uruguay José Mújica... personajes todos ellos de los que dice haber disfrutado.
Menos política y temporadas más cortas
En general, las entrevistas de Évole siempre tienen un enfoque político y de denuncia social, pero cierto es que en las últimas temporadas han cobrado importancia otros temas. ¿Por qué? Porque atrás ha quedado la intensidad política que se ha vivido hasta no hace mucho tiempo, y porque 'Salvados' no quiere saturar. Y otra forma de no saturar al espectador es que las temporadas sean cada vez más cortas. "La tele quema (...) Si nosotros hiciéramos un 'Salvados' con 40 programas al año, como hicimos en algún momento, ya no estaríamos. Y en cambio, cada año que pasa hacemos menos, y por eso el programa aguanta más y el espectador se cansa menos", ha razonado el presentador.
Como consecuencia, tienen más tiempo para elaborar cada uno de sus reportajes, todo un ejercicio de cocina a fuego lento. Y en ese proceso de elaboración -dice Évole- han tenido que autocensurarse en alguna ocasión porque se han percatado de que el tema que estaban tratando no estaba lo suficientemente documentado. No tenían las pruebas necesarias o, sencillamente, no había tema, así que han preferido no emitirlo.
Évole entrevistando a Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa
Otras veces han tenido que recular por decisiones empresariales, porque, tal y como ha recordado el presentado de 'Salvados', "la censura siempre está vinculada al poder económico, mucho más que a la política". Son las grandes empresas las que más piedras ponen en el camino, quizá "por tocar un tema de Mercadona", o por hablar de los fabricantes textiles españoles que utilizan mano de obra esclava para tejer su ropa.
Son estos dos, temas que se han abordado en su programa. Y el próximo reportaje polémico que tiene como protagonista a una gran multinacional es el que se emitirá el domingo 14 de mayo. Será la constructora ACS, propiedad de Florentino Pérez, quien esté bajo la lupa. Évole asegura que el equipo del programa ha recibido documentos confidenciales que evidencian las irregularidades del Proyecto Castor, el almacén de gas que se construyó frente a las costas de Tarragona y que fue clausurado por desencadenar cientos de terremotos. "Tenemos las pruebas del delito", ha ironizado.
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Como puede comprobarse cada domingo por la noche, siempre temas polémicos los que se tratan en 'Salvados'. Y son temas que ahora se abordan desde la seriedad, cosa que no se hacía en las primeras temporadas, en las que el humor era fundamental y a Jordi Évole se le conocía como "El Follonero". Él mismo ha relatado que en aquellos inicios sufrió su primera amenaza. Fue por un programa en el que una pareja gay se convertía en falangista y viajaba hasta el Valle de los Caídos para darse el lote frente al símbolo de la dictadura franquista. Por esta escena, Jordi recibió amenazas directas de la Falange: "Como os pillemos por la calle os vamos a partir las piernas".