ENTREVISTA

Beatriz Garrote: "Canal 9 fue fundamental para que los valencianos se anestesiaran y mirasen hacia otro lado"

La portavoz de la Asociación de Víctimas de Metro Valencia nos presenta el documental 'La estrategia del silencio', una crónica de los nueve años de lucha de las víctimas del accidente de 2006.

Por Héctor Alabadí El 28 de Mayo 2017 | 21:02

43 muertos, 47 heridos y 0 responsables. El 3 de julio de 2006 un tren de metro descarrila en la ciudad de Valencia. Pero, a pesar de ser el accidente suburbano más grave de la historia de España, y el segundo de Europa, la atención mediática se centró en la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia. Un mes más tarde, el Parlamento ya había cerrado la investigación, concluyendo que no había responsables. El gobierno valenciano y Radiotelevisió Valenciana dieron la espalda a la tragedia con la estrategia del silencio.

Beatriz Garrote en el documental 'La estrategia del silencio'

Esta lamentable situación provocó que la Asociación de Víctimas del Metro del 3 de Julio (AVM3J), formada por familiares y supervivientes, comenzase su lucha por descubrir la verdad sobre lo que ocurrió realmente aquel fatídico día y buscar justicia para aquellos que perdieron su vida o resultaron heridos. Así nace el documental 'La estrategia del silencio', dirigido por Vicent Peris y producido por Barret Films y Mediapro, que narra los nueve años de lucha de las víctimas del accidente de metro de Valencia para exigir respuestas y justicia. El documental se emite este domingo, 28 de mayo, a las 22:30 horas en laSexta.

FormulaTV ha hablado con Beatriz Garrote, expresidenta de la AVM3J. Esta ingeniera, vecina de Torrent (Valencia), vio como su vida cambiaba cuando su hermana Maica y su sobrina Violeta viajaban en el tren accidentado. La pequeña sobrevivió, pero su hermana perdió la vida aquel trágico 3 de julio. Esta valenciana se ha convertido en una símbolo de lucha en la Comunidad Valenciana. Su entrada, casi como una fugitiva, en las instalaciones de Canal 9, minutos antes de su cierre, forma parte de la historia de la televisión española. Ahora, es directora gerente de Barret Films, la productora que está detrás del documental.

Han pasado más de 10 años y la lucha sigue abierta. La juez ha archivado la investigación del accidente de Metro de Valencia, ¿cuál es vuestro siguiente paso?

Nosotros vamos a recurrir la decisión de archivo, porque entendemos que hay más que pruebas suficientes para ir a juicio. Se ha probado que no había ningún análisis de riesgo en la circulación. Más allá de que la jueza crea que no hay ninguna legislación específica para que se haga ese análisis de riesgo, hay leyes por encima que defienden que cualquier profesión debe estar velando por proteger un peligro. Hay una ley de prevención de riesgos laborales que cubre todos estos aspectos y obliga a los responsable de Metro de Valencia a realizar ese análisis y poner las medidas de seguridad necesarias. Además, ya las había y se pusieron en otros puntos menos peligrosos que donde ocurrió el accidente. Para nosotros está probado que hubo una negligencia profesional por parte de los directivos de Ferrocarriles de la Generalidad Valenciana que acabó provocando la muerte de 43 personas.

La Sexta estrena el documental 'La estrategia del silencio', ¿crees que su emisión podría producir un efecto similar al de 'Salvados' cuando emitió "Los Olvidados", dedicado a vuestra lucha?

El documental estaba previsto emitirlo mucho ante de conocer el cierre, ha sido casualidad emitirlo ahora. Es apropiado emitirlo en esta fecha para recordar a los ciudadanos y ciudadanas que estas situaciones de injusticia se siguen produciendo. Narra el trabajo y la lucha de la asociación por hacer visible el caso, y por conseguir que se reabriera el juicio y que existen responsabilidades políticas. En el documental se ve el éxito de unos ciudadanos en conseguir esto, destrozando la estrategia del silencio que había conseguido el gobierno valenciano. Este documental es importante para recordar esta resistencia social y que no se olviden del resto de tragedias como el Yak-42, Spanair, Madrid Arena... En todos el patrón del gobierno es una estrategia para silenciar a las víctimas, para eludir las responsabilidades. Somos los familiares de las víctimas quienes tenemos que sacar fuerzas, en un momento personal muy doloroso, para exigir que se nos trate con justicia y que se atiendan los derechos de las personas afectadas.

¿Qué papel ha jugado Jordi Évole y 'Salvados' en vuestra lucha?

En el caso del accidente de metro fue fundamental. Aunque, como Jordi dice, llegó muy tarde, 7 años después del accidente, fue vital. La ciudadanía estaba ya muy indignada y cansada, se les puso un caso que todo el mundo había olvidado o no recordaba. De repente, para los valencianos y el resto de españoles, el ver que había unas familias protestando durante 7 años saliendo a la calle, plantando cara al gobierno valenciano, negándose entrar a ese trato cuando intentaron comprarnos con trabajos... Todo eso acabo de indignar a la gente. Fue tan significativo como para producir que se pidiera la reapertura de la causa. El valor del documental es que se quede poso de que las tragedias en España no están bien resueltas.

Entrevista durante el programa especial de 'Salvados' titulado "Los Olvidados"

Fue fundamental para que los valencianos se anestesiaran y les ayudó a mirar hacia otro lado. Precisamente, lo que mostró 'Salvados' es que cuando la sociedad está informada reacciona. Lo que nos ha ocurrido a los valencianos con Canal 9, igual que a los madrileños con Telemadrid, es que hacen más propaganda de gobierno que servicio público. La sociedad en general no está preparada para una manipulación de noticias. Cuando había una dictadura y se hablaba en el NO-DO, todo el mundo sabía que estaban manipuladas y que era la voz del régimen. Ahora, cuando los medios públicos dan una noticia, se puede ser más o menos crítico, pero no se tiene la sensación de que es la voz del gobierno. Estar diciendo desde 24-48 horas después que era fortuito, que no había responsabilidad, que no era evitable, que ningún sistema de seguridad del mundo hubiese podido evitarlo... Fue lo mismo que se repitió por los trabajadores de FGV, lo mismo que repitió la Generalitat Valenciana. Cuando todos dan la misma versión, el ciudadano se lo cree. Algo muy valioso del documental es que retrata que este abandono de las víctimas y el abuso de poder se debe a que muchos factores son pilares del estado de derecho, pero en un momento dado fallan.

Siguiendo en la misma línea, ¿qué papel jugaron los medios de comunicación nacionales antes de la emisión de 'Salvados' y su capítulo de "Los Olvidados"?

¿Os habéis sentido ignorados por la sociedad valenciana? Tras el accidente, el Partido Popular logró mayoría absoluta en la Comunidad Valenciana.

Fue muy demoledor. La Comunidad Valenciana vivía en un momento de estatus perpetuo por los grandes eventos, la economía todavía iba hacia arriba. Cuando a un ciudadano le va bien es mucho menos crítico, está más adormilado y es menos exigente. La sociedad valenciana nos abandonó. Había situaciones que afectaban a una comunidad muy local y eran de trascendencia y debate nacional. Sin embargo, el accidente de metro, que es el más grave de nuestro país, era un problema solo de la Comunidad Valenciana. Los medios de comunicación nacionales cuando ocurre en una provincia como Valencia no ponen el foco donde lo deben de poner. En este tipo de noticias piensan que Madrid es España. La lucha de unos ciudadanos que llevaban 7 años pidiendo responsabilidades solo interesó a Jordi Évole.

No sé qué decirte. Voy por la calle y no me reconoce casi nadie. Pero todo el mundo recuerda el accidente y, aunque no me reconozcan personalmente, sí existe cierto simbolismo. Estoy muy orgullosa de ser la cara de un grupo de personas que son todas un orgullo, que consiguieron transformar todo el dolor personal y toda esa injusticia de los silencios mediáticos y el olvido de la sociedad, conseguir revertir todo eso para acabar siendo un símbolo de lucha es muy bonito. También es muy agridulce. Evidentemente, ninguno de nosotros hubiese querido recorrer este camino. Si me das a elegir entre no ser víctima del accidente, elijo eso seguro. Yo puedo ser la cara más visible, pero yo represento a la asociación. Para nosotros es un orgullo, no teníamos ningún apoyo ciudadano ni de la prensa y, poco a poco, fuimos conquistando colectivos, trabajando con otros grupos políticos...

Fue muy de Berlanga y muy surrealista, son los adjetivos que más he utilizado para describir la situación. Que la asociación de víctimas tuviese que esperar al último día para entrar, con el accidente más grave de metro de España... No tiene ningún sentido que la asociación no tuviese voz en un medio público como Canal 9 o Radio 9. Que fuese el último día, con el minuto de mayor audiencia de la historia del ente, que tuviésemos que entrar corriendo, con unos trabajadores que no se habían mostrado leales con nosotros y con su obligación de servicio público. Quitando que no todos los trabajadores son iguales, algunos intentaron denunciarlos, les abrieron expedientes... También todos los espectadores dejamos arruinar el ente público, porque no salimos a la calle para exigir un medio de comunicación de calidad. Dejamos que los trabajadores se tuviesen que enfrentar ellos solos a la censura.

Has comentado en algunas ocasiones que los culpables de la manipulación informativa de RTVV no fueron solo las altas esferas.

En los últimos años, hemos presenciado sonados cambios de bando dentro del grupo de extrabajadores del ente público ¿Hay mucho chaquetero en RTVV?

Hay muchos trabajadores que en su momento o no quisieron ver o no vieron, y no hicieron nada por denunciarlo. Después, en un momento dado, cuando Canal 9 anuncia el cierre se empiezan a ver las cosas de una forma diferente. Para seguir avanzando en estas reivindicaciones, lo que siempre hemos intentado es sumar a todo el mundo que viniera, hacer los reproches necesarios en privado, como hicimos con los trabajadores de RTVV o los partidos políticos. Hay mucha gente que en un momento dado ve que apoyarnos les beneficia, mientras que antes perjudicaba. Nuestra actitud es que cualquier apoyo es positivo, las razones que llevan a una persona a tener esa actitud es algo que deberá tratar esa persona y su consciencia. A nosotros cualquier persona que viniese y que no nos obligase por algo que no quisiésemos, pues eran bienvenidos, siempre que no nos pidan nada a cambio.

Como valenciana y trabajadora del sector, porque a raíz del documental me he ido a trabajar con la productora que lo ha hecho, me ha entusiasmado su proyecto. Me gustaría que fuese una televisión que diese voz a todos los valencianos y valencianas, que todos los colectivos se viesen representados, que fuese una televisión innovadora, tanto en contenidos como en formatos. Pero que tenga claro que lo único que justifica su existencia es el servicio público. Si no es de utilidad pública no tiene ni derecho de existir.

Más allá de cuestiones legales, en las que no vamos a entrar, ¿crees que la nueva RTVV debería contar con parte de los mismos profesionales que formaron parte de Canal 9? Incluyendo aquellos profesionales que se callaron y solo hablaron cuando les afectó directamente a ellos.

Creo que cualquier persona que en su día fue una correa de transmisión de las órdenes del gobierno debería estar vetado en cualquier medio de comunicación, especialmente en los públicos. Creo que hay trabajadores muy válidos que pueden aportar mucha experiencia y que no tuvieron un papel muy importante en la cadena de censura y manipulación de Canal 9. Me parece tan injusto decir que todos los trabajadores que trabajaron en Canal 9 tienen derecho a estar en la nueva RTVV como decir que no tiene derecho ninguno.

Ahora que se ha archivado la investigación del accidente de metro, ¿vais a volver a la calle?

No, lo hemos hablado muy informalmente, porque ha sido todo muy reciente. Tenemos una reunión pendiente dentro de unos días. La concentración en la Plaza de la Virgen de Valencia la entendíamos para lograr una visibilización para seguir reclamando un apoyo ciudadano con las responsabilidades políticas, que sí son más sensibles a la presión social. Para nosotros ir cada día 3 a la plaza era como reabrir un duelo y era una lucha que ya pesaba. Si viéramos que tiene sentido volver, haríamos de tripas corazón y lo haríamos. Pero, en este momento, las responsabilidades judiciales hay que pelearlas en los tribunales.