Año tras año la historia se repite; decenas los periodistas, internautas en redes sociales y espectadores en general critican el coste que participar en el Festival de Eurovisión supone para España. Habitualmente nuestros representantes no suelen quedar en buena posición, como ha sucedido con Manel Navarro, y es entonces cuando muchas voces críticas empiezan a poner en duda que TVE siga participando, alegando que nuestro país está perdiendo todo el dinero que se invierte en la candidatura del artista.
¿Son realmente justas estas críticas? ¿Es realmente cierto que TVE está tirando dinero a la basura? ¿El precio que se invierte solo incluye la emisión del Festival? Efectivamente, no. El coste que supone Eurovisión para TVE va mucho más allá que la emisión de la gran final y sí, es totalmente rentable. Hoy en FormulaTV analizamos punto a punto el coste eurovisivo para todos los españoles ya que, pese a que muchos medios afirman lo contrario, no se pierde dinero y a nuestro país le beneficia formar parte, ayuda a la cadena pública a cumplir su servicio público y es positivo para sus espectadores ya que estos cuentan con mucho más material audiovisual que el que puede disponer TVE en solitario.
¿Cuanto cuesta participar?
Pocos son los años en que Televisión Española hace públicas las cifras del coste real que le supone participar en Eurovisión, aunque una de las excepciones la encontramos en el año 2009, cuando Soraya participó. Esa temporada, el entonces presidente de RTVE, Luis Fernández, anunció en el Congreso de los Diputados que la candidatura había costado 285.000 euros. De ese dinero, más del 70% (224.000 euros) suponían el canon a pagar a la Unión Europea de Radiodifusión (UER), lo que hacía que el total fuese realmente muy barato ya que ese precio incluye mucho más contenido que el eurovisivo, como muchos creen.
Soraya Arnelas en su paso por Eurovisión 2009
Mucho más que Eurovisión
Pero, ¿qué supone realmente formar parte de la UER? A Televisión Española le permite contar con infinidad de derechos televisivos y radiofónicos, lo que hace totalmente rentable la cifra que se invierte (que suele oscilar entre los 200.000 euros y 400.000 euros). Por ejemplo, en cuanto a radio se produce un intercambio muy amplio de música folk, jazz y clásica entre emisoras europeas mientras que algunos formatos íntegros también son intercambiados entre los países que forman parte para poder ser emitidos en toda la comunidad europea.
En cuanto a televisión, el intercambio y feedback entre países acaba siendo mucho mayor. Por ejemplo, todas las cadenas públicas que forman parte de la UER intercambian imágenes para ser utilizadas en sus respectivos servicios informativos, lo que acaba generando un intercambio realmente espectacular de información entre todos los miembros, y un ahorro del coste de producción muy considerable para todos.
Manel Navarro en su actuación en Kiev
Deporte, informativos y programas infantiles
Pero la cosa no acaba ahí, por ejemplo, en cuanto a derechos deportivos, formar parte de la UER también beneficia a sus televisiones a negociar la compra de eventos deportivos e incluso hay eventos adquiridos que acaban siendo compartidos por diferentes televisiones. Se cuenta con una cartera importante que por ejemplo TVE puede rentabilizar en La 1 o Teledeporte.
Paralelamente, más allá de noticias e imágenes para informativos, las producciones infantiles también tienen una gran importancia en la UER. Son muchas las series europeas que acaban de un canal a otro, al igual que conciertos o grandes eventos musicales como por ejemplo el Concierto de Año Nuevo. En definitiva, el canon que TVE paga por formar parte de la UER, es decir, el coste de Eurovisión, acaba incluyendo todas estas producciones, sin duda, un dinero que acaba siendo rentabilizado más allá de la emisión de la final.
La final de Eurovisión 2017
La gran final del Festival arrasa en audiencia
La audiencia que en los últimos años lleva cosechando Televisión Española no suele ser muy elevada, por ello no sorprende que el Festival de Eurovisión sea año tras año una de las citas televisivas más vistas en la cadena pública. En 2017 la emisión de la final en la que participaba Manel Navarro marcó su mínimo de audiencia desde el año 1994 (un 27,2% y 3.918.000) pero bajo ningún concepto nos encontramos ante un fracaso.
Pese a tratarse de un dato más bajo que el conseguido en las últimas ediciones es evidente que sí es muy alto y sin duda destaca respecto al resto de la competencia. Eurovisión sigue interesando, funciona y es un evento televisivo de éxito, es algo innegable, por ello, más allá de todos los acuerdos televisivos y radiofónicos que incluyen formar parte de la UER, televisivamente hablando, la rentabilidad también se garantiza con la emisión de la final en La 1.
'Cuéntame cómo pasó', serie estrella de TVE
Mucho menos que lo que cuesta un simple capítulo
Teniendo en cuenta estas variables analizadas, parece que participar en Eurovisión no es tan mala idea, se quede o no en mala posición, pero hay más. Si tenemos en cuenta lo que suele costar de forma total estar en en Festival (entre 200.000 y 400.000 euros) y lo comparamos con lo que cuesta cada capítulo de la ficción estrella de La 1, 'Cuéntame cómo pasó' (más de 500.000 euros por episodio), es evidente que sí, es totalmente rentable. Todo lo que supone a nivel televisivo, social y de imagen estar en Eurovisión justifica por completo su coste, que, aunque a simple vista pueda parecer elevado, en términos televisivos no lo es, al contrario.
Conclusiones finales
En definitiva, ¿vale la pena participar en el Festival de Eurovisión? Sin lugar a dudas, sí. En cuanto a nivel de imagen internacional es muy importante estar presente en eventos de gran calado social como es este, hay que intentar crear imagen de país y este es uno de los lugares idóneos. Paralelamente, a nivel televisivo en España, sin duda Eurovisión es una cita anual que millones de españoles cumplen y por ello es lógico y evidente que se tiene que seguir manteniendo, sigue funcionando.
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A nivel presupuestario, también es lógico y obvio que hay que seguir. El coste que supone para todos los españoles es muy poco si tenemos en cuenta lo que cuesta cualquier producción nacional y teniendo en cuenta el acceso a la gran cantidad de material audiovisual que se tiene formando parte de la UER parece por tanto que esta unión es lógica, obvia y necesaria.