'The Leftovers' sigue en su línea de capítulo por personaje, y esta semana es el turno del perseverante Matt Jamison (Christopher Eccleston), quien se embarca, literalmente, en el crucero más largo y extraño de su vida. Aunque no se pueda decir que el viaje empiece con buen pie, Matt encuentra la paz interior cuando llega a puerto.
The Leftovers 3x05
Cuatro son multitud
Tras la llamada de Kevin a Laurie en el episodio anterior, donde el sheriff afirmaba haber visto a Evie Murphy en Australia, la psicóloga interior de Laurie está preocupada por quien antaño fue su marido, con lo que decide unirse a los profetas Matt, John y Michael en su precipitado viaje a Melbourne. Está claro que Laurie sabe que Kevin cometió alguna atrocidad allá por el final de la segunda temporada, tres años atrás cuando, "accidentalmente", el pabellón en el que se encontraban los Guilty Remnant en el asedio a Jarden, ardió en llamas.
Matt, por su parte, no puede esperar ni un día más para traer a Kevin de vuelta. Le resulta impensable que Kevin no esté en Miracle el día del séptimo aniversario. ¿Cómo no va a estar el nuevo mesías en ese día tan clave y en ese lugar tan importante? Pero la cosa no va a ser tan sencilla: a un miembro de la marina se le han cruzado los cables y ha volado un submarino con componentes nucleares con toda la tripulación dentro. La explosión ha sido cerca de Australia y se han cancelado todos los vuelos hasta nuevo aviso.
Esperaremos pacientemente a que se explique algo sobre este incidente y no se quede como un hecho aislado, porque no viene a nada y en tal caso, sería un gran fallo para un argumento bien hilado como es el de 'The Leftovers'.
The Leftovers 3x05
El fin justifica los medios
Matt convence a un feligrés, que es piloto, para que les lleve en su avioneta a Australia. Con un buen fajo de billetes bajo el brazo, Jamison aparca la moralidad para conseguir su objetivo. Está claro que es una persona con las ideas bien claras y, como bien diría Damon Lindelof, un hombre de fe. Cree que todo vale si la causa es buena y él está salvando al mundo trayendo de vuelta al mesías.
Una vez llegan a Australia y están a punto de aterrizar, se les deniega el acceso al aeropuerto, con lo que tienen que aterrizar en la isla de Tasmania y coger un barco que tarda once horas en llegar a Melbourne y está reservado por una secta de liberales disfrazados de león (y con un león a bordo) que hacen el amor en cualquier parte del navío. Todo esto no son más que pruebas que el Señor pone a Matt para demostrar que es digno de la misión que le ha sido encomendada, así que este no pierde la calma.
The Leftovers 3x04
El hombre que afirma ser Dios
El extraño viaje en barco podría interpretarse como una revelación para Jamison, una revelación que éste experimenta, siempre sin desviarse de la fe. Tan es así, que Matt conoce a un hombre que afirma ser Dios. No dice ni una palabra, se pasea misteriosamente por el barco y es el único que no pertenece al grupo de los leones liberales aparte de los protagonistas. Incluso tiene una tarjeta de visita en la que pone "Sí, soy Dios". Durante el trayecto, mata a uno de los pasajeros y lo lanza al mar delante del reverendo, pero nadie parece darle importancia. ¡Ni siquiera al capitán del barco!
Hablando sobre ello con el capitán, este explica que el hombre misterioso era un famoso comentarista deportivo en Australia. Un día fue a hacer escalada y se cayó desde lo alto, con lo que fue gravemente herido y se debió de haber quedado paralítico. Sin embargo, cuando fueron a rescatarlo, estaba fresco como una rosa, jurando ser Dios. ¿No recuerda esto a la historia de Marie quedándose vegetal y volviendo en sí?
Cuando Matt intenta mediar con él, Dios le golpea fuerte en el estómago. Se podría decir que el hombre no es más que la fe de Matt, el Dios al que tanto adora. Jamison se lo curra y lo hace todo por él, pero no hace más que recibir palos, sabiendo que pronto obtendrá su recompensa.
Las dudas de Matt son devoradas
Cuando el reverendo ata a Dios delante del león a bordo, por fin puede mantener una conversación totalmente reveladora para él, en la que si bien Dios es un impostor, el efecto para Matt es como si fuera Dios de verdad. Siente que por fin ha conseguido hablar con el Todopoderoso después de toda una vida, que todos estos años dedicados a su adoración han valido la pena solo por ese mismo instante. Se siente agradecido, alagado y sobrecogido de poder hablar con él.
Dios (el del barco) no hace más que reírse de él. Le dice todo lo que Matt creía en el fondo de su corazón: todo lo que ha hecho lo ha hecho por él, lo ha sacrificado todo pensando que Dios estaba mirando, pero no era así... Además, confiesa que ha matado al hombre del barco. Dios no es tan bueno al fin y al cabo. Después le desata y le deja en libertado, todavía en shock, sobrecogido por la intensidad de la conversación.
Una vez en Melbourne, las autoridades están esperando para registrar a los pasajeros: se ha encontrado el cuerpo a la deriva y uno de los pasajeros del barco es quien ha cometido el homicidio. Parece que el capitán ha hablado previamente con la policía y están buscando al culpable. Dios intenta huir entre la multitud, pero el león, ahora fuera de su jaula, se lo come delante de todo el mundo.
Lo más leído
Obviando el hecho de que resulta un tanto surrealista que vaya directamente a por él, hay que ver, como siempre en 'The Leftovers', que todo debe ser interpretado en forma de metáfora. Como se ha comentado antes, no es más que las dudas de Matt desvaneciéndose, dejándole libre de todos sus miedos, dispuesto a traer de vuelta a Kevin con total determinación.