'Anatomía de Grey' 13x24 Recap: "Ring of Fire"

La semana pasada en 'Anatomía de Grey' la tensión se apoderaba de los médicos del hospital al descubrir que un violador se había dado a la fuga y Edwards no aparecía. El final nos dejaba sin aliento cuando veíamos cómo Stephanie era capaz de deshacerse de su secuestrador gracias a una arriesgada estrategia, que terminaba volviéndose en su contra cuando un tanque explotaba y lanzaba a Edwards por los aires, dejándonos con la incógnita de si había sido capaz de sobrevivir.

En este último episodio de la decimotercera temporada de 'Anatomía de Grey', titulado "Ring of Fire", acompañamos a Edwards en su intento de salvar su vida y la de la pequeña Erin. Además, Meredith le cuenta una importante noticia a Nathan que podría cambiar su futuro. Mientras tanto, Owen y Amelia se preparan para reencontrarse con Megan. Veamos al detalle lo sucedido en este final de temporada.

Héroes en acción

Comenzamos el capítulo justo en el mismo instante donde terminó la semana pasada, cuando se producía la explosión que dejaba a Edwards en un estado que, de momento, desconocemos. El estallido ha sido presenciado por todos los que estaban en el exterior del edificio y sentido por los que se encuentran aislados en el interior. Siguiendo el protocolo en casos de emergencia, la alerta de incendio no se demora y las puertas quedan automáticamente desbloqueadas.

Este nuevo suceso incrementa la tensión que venimos arrastrando desde la semana anterior, ya que el único problema no es el violador a la fuga, ahora tienen que evacuar a los pacientes porque hay dos plantas que están ardiendo y la estructura del hospital podría estar dañada. Nuestros doctores, con la ayuda de la policía y los bomberos, entran en acción para poner a todos a salvo, arriesgando incluso sus propias vidas con tal de que sus pacientes salgan del hospital.

Maggie y Jackson, ¿una posible pareja?

Antes de casarse con Kepner, Avery tuvo una relación con Edwards, por lo que cuando se percata de que todavía no han podido dar con su paradero, no duda en ir en su búsqueda y hacerse el héroe, algo que siempre ha gustado a nuestros protagonistas y especialmente a él. Además, se siente culpable por haberle obligado a quedarse con el violador, aunque ahí no tiene ninguna culpa, en ese momento desconocían la verdadera identidad del paciente.

Lo más llamativo de todo este asunto no es la preocupación de Jackson por Edwards, que es más que comprensible, sino que, tanto April como Maggie, se han mostrado de lo más preocupadas por Avery e incluso no han dudado en regañarle por haberse jugado el pellejo. En ese instante, ante la reprimenda de Maggie, Kepner se da cuenta de que Maggie está enamorada de Jackson y no solo eso, sino que él también siente algo por ella. Después de ver cómo Avery cuidó de Maggie al fallecer su madre, pudimos ver cierta conexión entre ambos, aunque una relación amorosa quizá no sería lo más adecuado para ambos. Tendremos que esperar para ver cómo continúa esta historia y si el amor vuelve a triunfar en el hospital.

Enfrentar la realidad

Mientras tanto, Owen y Amelia viajan hasta el hospital donde van a trasladar a Megan. Aunque sus compañeros necesitarían de su ayuda, ahora la prioridad es la hermana de Hunt y comprobar con sus propios ojos que de verdad es ella. Amelia no se separa ni un instante del que todavía es su marido, aunque su matrimonio no pase por el mejor momento. La doctora Shepherd está actuando como una mujer adulta y puede que este cambio de actitud y la alegría de que Megan esté viva sea la oportunidad idónea para que se perdonen y vuelvan a ser una pareja feliz.

Por su parte, Meredith encuentra el momento indicado, después de que la calma vuelva al hospital, para contarle a Riggs que han encontrado a Megan con vida. Si fuera Derek el que está vivo ella querría saberlo y salir corriendo a su encuentro, por eso no le tiene en cuenta a Nathan su alegría por la noticia, al contrario, sabe que eso le hace feliz y nada mejor que alegrarse y compartir los buenos momentos. Ahora falta esperar para saber si podrán continuar con su historia de amor o si Riggs intentará recuperar a Megan.

Edwars, la mujer de acero

Aunque el tanque reventó delante de ella y tiene graves quemaduras en parte de su cuerpo, Edwards no duda ni un instante en socorrer a la niña y volver a jugarse la vida por salvar a la pequeña Erin. El dolor que debe estar sintiendo tiene que ser enorme, pero sus ganas de salir de allí y devolver a Erin a sus padres superan cualquier dolencia.

Como una auténtica heroína, Edwards logra rescatar a Erin y salir de la planta hasta llegar a las escaleras que dan a la azotea. Cuando parece que el padecimiento ha merecido la pena, Stephanie se percata de que ha perdido su tarjeta, esa que le permite abrir todas las puertas. Siempre hemos visto a una Edwards fuerte, pero llegar hasta allí y no poder hacer nada más consigue que la joven se venga abajo. Cualquiera en su lugar se derrumbaría, sin embargo, rápidamente recupera la esperanza al ver su tarjeta escaleras abajo y sale dispara a recogerla, logrando salir a la azotea.

Compartimos con Edwards su ansiedad y su desesperanza al ver que nadie es capaz de escucharla y acudir a su auxilio, especialmente cuando la niña pierde la consciencia y, si no las encuentran rápido, podría morir después de todo el esfuerzo realizado para escapar del fuego y del humo. La rabia de Stephanie traspasa la pantalla, sobre todo cuando descubrimos que Minnick se ha olvidado de avisar a la policía de que una residente está desaparecida. Afortunadamente, Warren recuerda la última vez que la vio y logran encontrarlas siguiendo el rastro de sangre.

Finalmente, tanto Edwards como la pequeña Erin logran salir con vida. Muchas veces necesitamos un golpe de efecto que nos haga darnos cuenta en qué queremos gastar realmente nuestro tiempo. Stephanie ha descubierto que necesita vivir, ha pasado toda su vida en un hospital y ha llegado la hora de respirar, de viajar, de disfrutar la vida de verdad y mirar por ella misma. Nos alegra el final de Edwards que, a pesar de no ser un personaje querido, ha tenido una despedida que ha dejado buen sabor de boca, marchándose como la mujer valiente que siempre ha sido.

Valoración final

La decimotercera de 'Anatomía de Grey' finaliza dejando la sensación de que si siguen por este camino podría continuar durante unas cuantas temporadas más. Los dos últimos episodios han estado a la altura de lo que era antes la ficción, recuperando esa esencia con la que los guionistas de la serie lograban mantenernos enganchados frente a la pantalla sin parpadear y los minutos se pasaban volando. Además, aunque muchos daban por muerta a Edwards después de que se anunciara el fichaje de la actriz que la interpreta por otra serie, por una vez nos han querido regalar un final feliz y esperanzador.

Asimismo, con este último episodio se ha puesto el broche final a la historia de Minnick y Webber, esa que comenzó siendo interesante y terminó por aborrecer al espectador. Ha tenido que pasar un desastre para que Bailey reaccionara y se diera cuenta de que Webber es el único que ha sabido enseñarles, que Minnick solo crea robots con sus métodos y estrictos protocolos, que para ser doctor no solo hay que conocer las normas y los procedimientos, también hay que tener valor y sentimiento. Esa misma filosofía que siempre ha acompañado a todos los doctores del hospital en su forma de actuar, esa que nos gusta y que esperamos poder seguir viendo en la próxima temporada.