Serie relacionada
David Lynch reconoció no hace mucho que si por él hubiera sido, el asesinato de Laura Palmer no se habría resuelto. "Lo que mató a 'Twin Peaks' fue la pregunta de quién mató a Laura Palmer. Porque era algo que nunca quisimos responder. El misterio de Laura Palmer era la gallina de los huevos de oro y llegados a un punto, nos dijeron que necesitábamos responderlo. Desde entonces, la serie nunca logró remontar", dijo Lynch, dando a entender que había sucumbido a las presiones de sus superiores. Veinticinco años después, el director parece haber recuperado la libertad de la que tanto parece disfrutar en cada una de sus películas, y, esta vez, también en 'Twin Peaks'.
La ficción regresa con nuevas tramas y personajes
El caso es que tampoco parece muy relevante quién es quién. Los dos primeros capítulos de esta nueva temporada no prestan demasiada atención a ninguno de los personajes. A ninguno menos a Dale Cooper. La presencia de los demás se reduce a una mera presentación en la que sorprenden más por sus cambios físicos que por sus historias. Habrá que esperar a que se vaya desarrollando la trama, pero da la impresión de que el viejo reparto de 'Twin Peaks' no tiene un gran peso en el argumento central. En cualquier caso, es injusto por nuestra parte pretender que en las primeras dos horas de la serie ya adquieran protagonismo todos y cada uno de los personajes. Lo que de momento ha hecho el director es sentar las bases de la historia. Por lo tanto, esperaremos.
Mucho más surrealismo
Sarah Palmer en el regreso de 'Twin Peaks'
También habrá que esperar para comprobar si los 18 capítulos de la tercera temporada van a ser todos tan complejos como los dos primeros. A 'Twin Peaks' no puedes incorporarte si no has visto (al menos una vez) todos y cada uno de los episodios anteriores. Pero es que, la nueva trama es compleja incluso para los abonados. Quizá uno de los motivos es que se está emitiendo en canales de pago, porque tanto surrealismo no resultaría factible en una televisión de grandes audiencias. Lynch ha introducido nuevos elementos de locura, siniestros todos ellos y nada verosímiles. Lo que tampoco se pretende que sean realistas son los efectos especiales; que en esta tercera temporada están teniendo cierta relevancia. Pero la falta de realismo, ya se sabe, es una de las señas de identidad de 'Twin Peaks' (y de Lynch), así que tampoco por aquí se puede criticar al director.
Posiblemente todas estas observaciones puedan verse reflejadas en la mítica cabecera de la serie, que también ha cambiado. Conserva su mítica melodía pero no sus imágenes, que ya no hacen referencia a la vida cotidiana de esta ciudad de la que, por otra parte, tan pocos detalles conocíamos. Pero en su nueva introducción Lynch ha querido dejar claro que es su locura mental la que prima, que es el guion más surrealista sobre el que se ha construido la tercera temporada. Ha eliminado las imágenes de la serrería y del pajarillo y las ha sustituido por el telón rojo y por el suelo de líneas blancas y negras. Si fuera esta una declaración de intenciones, lo nuevo de 'Twin Peaks' estará marcado por menos historias locales y por más fantasía. Pero ante un director de giros tan impredecibles como David Lynch, una vez más, solo cabe esperar y abrir los sentidos.