7 momentos en los que nos sentimos identificados con 'Please Like Me'

Hay pequeñas joyas de la televisión que pasan desapercibidas. Series que, por no gozar de mucha popularidad ni estar amparadas por las grandes cadenas, acaban conformándose con un público minoritario. Y, sin embargo, son ficciones de gran calidad a una altura superior de otras adoradas por muchos espectadores.

Una de las series que se adaptan a la perfección a esta definición es 'Please Like Me'. La serie australiana creada por Josh Thomas se mantuvo en antena durante casi cuatro años, en los cuales llegó a emitir un total de 32 capítulos repartidos en cuatro temporadas. El propio Thomas, además de creador, también es guionista, protagonista y director de algunos de los capítulos de la serie.

'Please Like Me' gira en torno a las aventuras de Josh, un joven que descubre por medio de su novia, Claire, que es gay. A partir de ese momento se dará de bruces con la realidad, descubriendo su verdadera orientación sexual. La primera temporada supone una transición del personaje a través de varios capítulos en los que guía a los espectadores en todos y cada uno de sus descubrimientos sexuales y personales.

Si por algo se caracteriza 'Please Like Me' es por no tener reparo en mostrar la vida de Josh, con sus luces y sus sombras. La serie nació con un fuerte punto cómico, pero con el transcurso de los capítulos fue adquiriendo un mayor dramatismo, rozando la tragedia en numerosas ocasiones. En verdad así es la vida de todos, con sus puntos más y menos felices y con numerosas idas y venidas. Para demostrarlo, hemos recopilado varios momentos en los que los espectadores nos identificamos con 'Please Like Me'.

1 Papá, mamá, ¡me avergonzáis!

Queremos mucho a nuestros padres y, sin duda, les debemos muchísimo. Sin embargo, no podemos negar que hay momentos en lo que preferiríamos no tenerlos cerca, ya que la vergüenza se apodera de nosotros. Josh, quien pese a vivir independizado, debe tratar en numerosas ocasiones con sus padres, sufre en sus carnes algún que otro momentillo de "tierra, trágame". La cena junto a sus padres es un gran ejemplo, y es que Alan (David Roberts) se desató al levantarse de la silla para hacer la gallina. Rose (Debra Lawrance) también ha tenido su momento, como cuando irrumpió realmente afectada de su problema psicológico en medio de casa de Josh.

2 La verdadera amistad siempre está ahí pese a la distancia

'Please Like Me' no solo cuenta el descubrimiento de la homosexualidad de Josh, sino también las relaciones. En verdad, la serie versa en torno a diferentes tipos de relaciones y, como no podía faltar, las amistades están muy presentes. No es que el protagonista sea la persona más popular, pero cuenta con fieles amigos que siempre están a su lado, pase lo que pase. Tom (Thomas Ward) es su inseparable compañero de piso, pero no podemos olvidarnos de la llegada de Ella (Emily Barclay) en la tercera temporada ni, especialmente, de Claire (Caitlin Stasey).

Precisamente la relación con Claire es una de las más especiales que se vislumbran durante la ficción. Claire fue la novia de Josh y la encargada de abrirle los ojos, pero se quedará en su vida como su mejor amiga. Pese a que ella no ha estado presente en todos los capítulos, sí que ha sido un apoyo constante para Josh, demostrando que está ahí siempre que lo necesite. Una de las escenas más bonitas es aquella en la que Josh solo es capaz de desahogarse con Claire tras la muerte de su madre, dejando patente que no importa el tiempo que haga que no se vean, ya que siempre estarán el uno para el otro.

3 La novia de tu amigo no te gusta nada, nada, nada

¿Quién no ha tenido que soportar a la insufrible novia de su amigo? No siempre las parejas de nuestros amigos son lo que nosotros queremos para ellos y, en varias ocasiones, pensamos que son un poco insufribles. A veces es simplemente nuestro parecer, pero otras resulta una verdad como un templo. Esto es lo que ocurría con Tom y su primera novia, Niamh (Nikita Leigh-Pritchard), un auténtico grano en el culo a quien ni Josh ni Claire podían aguantar.

4 No hay (casi) mayor placer que la comida

Si por algo se caracteriza 'Please Like Me' es por la comida. La ficción pasará a la historia por esas maravillosas cabeceras en donde los protagonistas bailaban al ritmo de "I'll Be Fine" mientras cocinaban. Además, cada capítulo tenía el nombre de un plato, que contaba con cierto protagonismo durante el transcurso del episodio. A los personajes de la ficción australiana les encantaba comer y bien lo han demostrado a lo largo de cuatro temporadas. Y es que, ¿hay algo que nos guste más que la comida?

5 Cuando quieres pagar la cena pero tus padres no te dejan

Desde pequeños estamos acostumbrados a que nuestros padres nos paguen nuestros caprichos. Sin embargo, según vamos creciendo, y sobre todo trabajando, que si no es muy complicado hacerse con dinero, las tornas van cambiando. O no, ya que los padres siguen guardando en su interior ese afán por pagarnos todo lo que puedan. ¿Cuántas veces hemos intentado invitarles a cenar y ha sido imposible? Lo mismo le ocurre a Josh cuando trata de invitar a sus padres a un restaurante de categoría, y es que su madre se adelanta y decide hacer frente a la astronómica cifra.

6 Relaciones tormentosas que sabes que no van a ningún lado

El amor llama a nuestra puerta y resulta casi imposible negarse a él. El problema es cuando la relación no va a ningún lado y tratas de reflotarla haciendo todo lo posible para que siga viviendo pese a estar muerta. Josh ha pasado por diferentes parejas durante el transcurso de la serie, pero sin duda el más importante ha sido Arnold (Keegan Joyce). Josh y Arnie formaban una pareja muy entrañable, pero protagonizada por la falta de compromiso. Este hecho, que en principio poco a poco pareció ser bien aceptado por Josh, terminó por rematar una relación cercada por los problemas psicológicos de Arnie.

7 Amigos insoportables sin los que no podrías vivir

Cada uno de nuestros amigos es especial por alguna razón y a todos les queremos, con sus virtudes y sus defectos. Sin embargo, hay algunos que nos sacan de quicio con su modo de ser, pero que, pese a eso y por mucho que a veces nos cueste admitirlo, seríamos incapaz de vivir sin ellos. Esto es lo que ocurre con Josh, quien se caracteriza por ser bastante insoportable durante la serie. Tom es quien más aguanta sus tonterías y sus momentos de locura, como aquella vez que le dejó encerrado en su habitación. Eso sí, siempre se ha mantenido ahí, dispuesto a ayudarle cuando más lo necesitaba.