Se ha pasado el fin de semana robando a sus compañeros y cumpliendo a pies juntillas su cometido como zombie. No obstante, Leticia Sabater ha incumplido dos de las normas básicas de la Zona Muerta de 'Supervivientes 2017'. Por un lado, la concursante tiene terminantemente prohibido comunicarse con sus otros compañeros; por el otro, tampoco puede bajar a la playa más de quince minutos por hora durante el día.
Leticia charla con Paola a escondidas del programa
Dos normas que Leticia ha incumplido en los últimos días. Como la concursante no cuenta con reloj, tiene que calcular ella sola el tiempo que pasa aproximadamente en la isla. Por otro lado, la zombie fue pillada por las cámaras del programa hablando con Paola Caruso a escondidas.
Ambos incumplimientos han sido admitidos por Leticia, que ha aceptado deportivamente la sanción que le ha impuesto la organización: el programa le ha requisado su chisquero, por lo que no podrá hacer fuego. Por otro lado, el Infierno también ha sido sancionado por culpa de Paola. La italiana, al comunicarse con Leticia, ha perdido para su equipo dos latas de comida.
Leticia devuelve a Edmundo un objeto robado de una gran valor sentimental
A pesar del castigo, lo cierto es que Leticia se ha convertido en una auténtica zombie en la Zona Muerta. La concursante ha pasado su primer fin de semana desterrada robando absolutamente todo lo que ha podido (desde cuchillos hasta lonas, pasando por un pañuelo personal de Edmundo), y ella está encantada: "Esto de robar es maravilloso. Vamos, yo no vuelvo a trabajar".
Algo que ha enfadado a algunos de sus compañeros, como a Kiko o a Paola. Para el novio de Gloria Camila, Leticia está robando por gusto, no por necesidad. Por su parte, la italiana ha amenazado con recurrir a la violencia si la Sabater continúa con su actitud: "La mando a tomar por culo y le estampo la cara en la roca. La voy a matar".
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No obstante, la concursante ha reculado y ha devuelto a Edmundo el pañuelo que le robó. Un pañuelo de una gran valor sentimental para el concursante: él mismo contó, visiblemente emocionado, que se lo regaló su hermana pequeña enferma de cáncer. Unas palabras que bastaron para que Leticia corriera a devolverle el objeto: "No hace falta que sigas, ahora mismo te lo traigo".