'Por 13 Razones': 13 diferencias entre el libro y la serie

En el año 2007, el escritor estadounidense Jay Asher publicó el libro 'Por 13 Razones' y, tras el éxito que cosechó en las librerías y gracias a las buenas críticas que recibió, consiguió que la novela se convirtiera en 2017 en una serie original de Netflix de la mano de la actriz y cantante Selena Gomez como productora ejecutiva.

Finalmente, tras estrenarse en la plataforma de streaming el 31 de marzo de 2017, la ficción ha conseguido una fuerte base de seguidores que han conseguido la renovación por una segunda temporada. Esta verá la luz en la plataforma el próximo año y es de esperar que se desligue definitivamente de la novela original. No obstante, no será la primera vez que esto ocurra. FormulaTV.com repasa en este especial las diferencias que hay entre el libro y la adaptación audiovisual.

1 El tiempo en que Clay escucha las cintas

Debido a que la serie debía prolongarse durante 13 episodios, los productores de la serie tuvieron que alargar la trama y hacer que Clay escuchase las cintas de Hannah Baker a lo largo de varios días (o varias semanas, ya que el tiempo no queda claro en la ficción), a diferencia de en la novela. Como muchos de los espectadores de la serie de Netflix comentaban a través de las redes sociales, y como sería lógico si alguien recibiera un paquete con ese mismo contenido, en la novela del estadounidense Jay Asher Clay escucha todas las cintas en tan solo 24 horas.

2 Las diferencias tecnológicas

En cambio, a diferencia del punto anterior, donde los guionistas encontraron un problema a la hora de adaptar la novela, gracias al avance de la tecnología desde la publicación de la novela tuvieron una gran ventaja, y es que pudieron utilizar las redes sociales para "acosar" a Hannah Baker. En la novela es Justin quien, boca a boca, va extendiendo los rumores de que él y Hannah hicieron algo más que darse un beso. En cambio, en la ficción televisiva los guionistas hicieron que Justin le hiciese una foto íntima a la protagonista y que fuese Bryce quien, tras robarle el móvil a su amigo, enviara la foto a todos los alumnos del instituto.

3 La narración y perspectiva de los personajes

Este punto podría ser una de las mayores diferencias entre la novela y la serie de Netflix, y es que en el libro de Asher solo conocemos a los personajes implicados en la muerte de la protagonista a través de lo que dice Hannah en las seis cintas y media que escucha Clay Jensen. En cambio, en la ficción producida por Selena Gomez podemos ver cómo la trama no solo se centra en Clay, sino que observamos cómo es la vida de los otros personajes y conocemos algunas de las conversaciones que tienen, aunque Clay no esté implicado en ellas. Esta es una de las razones por las que la ficción ha sido renovada por una segunda temporada, y es que sin la vista de estos personajes la trama hubiera quedado cerrada.

4 Las consecuencias de las cintas

Una de las cosas en que la novela, debido a su corta extensión, no profundiza, es en las consecuencias que se desencadenan tras escuchar las cintas que deja Hannah Baker después su suicidio, y es que en el libro solo conocemos las reacciones inmediatas a lo que está escuchando Clay. Por ello, y gracias a los trece capítulos de los que consta la primera temporada, podemos saber que debido a lo que escucha Clay en las cintas empieza a sufrir pesadillas y alucinaciones, y también conocemos que Jessica tiene un problema con el alcohol que utiliza para acallar el dolor que siente.

5 La demanda de los padres de Hannah

Otro de los temas que no aparece en la novela de Jay Asher es la demanda que interponen en el juzgado los padres de Hannah Baker contra el instituto, ni la investigación policial que se produce a lo largo de la primera temporada de la ficción de Netflix. Esto se puede entender, ya que debido a que Clay escucha las cintas durante solo 24 horas, el autor pudo pensar que no se podía realizar una investigación en tan solo ese tiempo. En cambio, los guionistas encontraron en dicha demanda una buena excusa para que los padres de la joven tuvieran más importancia en la serie.

6 Tony Padilla

Otro de los personajes principales de la ficción, que en la novela no tiene una gran importancia, es Tony Padilla. En la novela no se descubre a Tony hasta la cinta número 4, cuando le dice a Clay si el walkman que está utilizando es el que hay en su coche, cosa que sucede en el primer episodio de la serie de Netflix. Por otro lado, en la serie, Tony coge un rol mucho más importante, llegando a convertirse en coprotagonista. Además de ser la persona encargada de distribuir las cintas tras la muerte de Hannah, él es el paño de lágrimas de Clay y es la persona que ayuda a los padres de la protagonista a saber lo que ocurrió con su hija.

7 La muerte de Hannah

A pesar de que todo los espectadores de la serie de la plataforma de streaming han podido ver las duras imágenes de cómo se producía la muerte de Hannah Baker, cortándose las venas dentro de su bañera, en el libro no describen el suicidio de la protagonista con tanta crudeza. En la novela del estadounidense Jay Asher solo se comenta, sin ahondar mucho en los detalles, que Hannah se quitó la vida con una sobredosis de pastillas. Aunque también considera otras opciones como ahorcarse, finalmente opta por tomar píldoras para que no quede marcada su imagen en la persona que la encontrara sin vida.

8 Los personajes que no existen en el libro

Uno de los personajes que marca a Clay en la ficción de Netflix es Jeff, uno de los alumnos populares del instituto al que da clases particulares, y que finalmente muere tras el accidente que tienen Hannah y Sheri, cuando derriban la señal de stop en la carretera y provocan así un accidente. A diferencia de la serie, en la novela Sheri no existe como tal, y Hannah va acompañada de una tal Jenny Kurtz. Además, uno de los datos más curiosos es que Jeff tampoco existe en la novela, sino que su personaje es descrito como "una de las tantas caras que no llegó a conocer".

9 Las violaciones de Hannah y Jessica

Una de las razones por las que algunas escuelas han prohibido la ficción a sus alumnos es por las fuertes escenas de suicidio y violaciones que existen en la serie de Netflix, aunque realmente no existen como tal en la adaptación. Los guionistas quisieron que la serie reflejara el verdadero dolor por el que estaba pasando Hannah y mostrárselo así a los espectadores. En realidad, en la novela solo se puede llegar a intuir que Hannah ha sido violada por Bryce, mientras que en la ficción se muestran unas imágenes bastante explícitas del momento. Pero no es solo la violación de Hannah la que no se puede leer en el libro, sino que en la novela solo se menciona que Bryce también violó a alguien en la fiesta, pero en ningún momento se descubre que se trata de Jessica.

10 La relación de Hannah y Clay

Otra de las cosas que diferencian el libro y la ficción es la relación que mantienen Hannah y Clay. En el caso de la serie de Netflix, todos los espectadores pueden ver que los dos han tenido una relación, al menos como amigos, más allá del trabajo, y es que se ven en la fiesta, en el baile del instituto y quedan en varios sitios más. En cambio, la pareja protagonista en la novela publicada por Jay Asher no mantiene una relación tan personal y, aunque a Clay le gusta mucho Hannah Baker, su relación no se extiende mucho más allá del trabajo, ya que al chico le cuesta bastante trabajo hablarle.

11 El negocio de los padres de Hannah

Esto, más que una diferencia entre el libro y la serie, es una curiosidad, y es que en la ficción de Netflix los padres de Hannah son los propietarios de una farmacia (aunque está traducción no es del todo correcta, ya que en Estados Unidos, una "pharmacy" es una especie de supermercado, donde venden comida y otros objetos). Este es el motivo que los padres de Hannah tienen que huir de su antigua ciudad, ya que han instalado cerca de su tienda un centro comercial que supone la pérdida de muchos ingresos en el negocio familiar. En cambio, en la novela, los Baker son los propietarios de una zapatería.

12 No conocemos qué ocurre con Alex

Una de las cosas que hicieron que la serie fuera renovada por una segunda temporada fueron los personajes que había en la ficción más allá de Clay y Hannah, y uno de esos personajes es Alex, quien se acaba disparando en la cabeza a consecuencia de lo escuchado en las cintas, aunque desconocemos si finalmente muere. En cambio, en la novela no conocemos qué ocurre con el resto de personajes que escuchan las cintas, ni los "efectos secundarios" que acontecen en dichos roles. Es por ello que no conocemos qué ocurre con Alex ni con los demás personajes de la ficción después de escuchar cada uno de los cassettes.

13 Cinta 7, cara B

Una de las diferencias más grandes que hay entre el libro y la adaptación audiovisual de Netfliz, es lo que ocurre con la cara B de la cinta número 7. En la ficción de Netflix, Clay utiliza dicha cara para grabar la confesión de Bryce, donde afirma haber violado a Hannah. En cambio, en la novela publicada en el año 2007 podemos leer cómo Hannah Baker utiliza la última cara de la séptima cinta para dar las "gracias" a los oyentes de sus narraciones, y es que es la única palabra que graba la protagonista en esta última cara de los cassettes.