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¡Por fin se acabó la espera! Un año después regresa 'Orange is the New Black' con su quinta temporada, nuevos episodios en los que estamos deseando ver cómo continúa la historia de nuestras presas favoritas. La cuarta temporada finalizaba por todo lo alto con la muerte de Poussey y la reacción de sus compañeras en forma de motín, una rebelión con la que conseguían tomar el control de Litchfield, o por lo menos eso nos parecía. Tenemos muchas ganas de ver cómo acaba esta trama y ver con qué nuevas historias nos sorprenden en los nuevos episodios. ¿Conseguirán vengar la muerte de su compañera? ¿Cómo reaccionarán las autoridades? ¿Tendremos que lamentar alguna muerte más?
Daya con una pistola en 'Orange Is The New Black'
El motín sigue su curso
Si hay una cosa que nos guste es que retomen las historias sin ningún tipo de salto temporal para no perdernos detalle de lo sucedido. Cumpliendo nuestros deseos, el episodio comienza justo donde lo dejamos, con Daya apuntando a Humphrey con una pistola. Sus compañeras le animan a que dispare, con tanto jaleo es imposible pensar y menos con las súplicas del vigilante a modo de historieta de su infancia, lo que hace que Daya acabe disparándole en una pierna. Ahora un oficial está herido y ya no hay vuelta atrás, lo que parece ser demasiada presión para la joven, que se muestra en todo momento muy alterada.
El cariño que le une a Daya consigue que Gloria intente calmar la situación y que el asunto no vaya a más, pero ya es demasiado tarde y la mayoría de presas apoya a Daya y el motín. La otra opción que tiene Gloria es salvar la vida de Humprey y proteger así a Daya, ya que sabe que sería cargo de asesinato y eso aumentaría más la condena de la joven. Con la ayuda de Sophia logra su propósito, aunque detener el motín ya es tarea imposible. Una sorpresa en los últimos instantes del capítulo nos muestra a alguien golpeando a Daya y arrebatándole el arma. Le han quitado el bastón de mando, puesto que la pistola supone ser la líder y quien toma las decisiones, ¿quién tendrá ahora el poder?
Alex y Piper tumbadas en el suelo en 'Orange Is The New Black'
Por su parte, Alex y Piper prefieren huir de los problemas, al igual que Red y Judy King. A Piper solo le quedan unos meses para poder salir de prisión y le conviene no ser vinculada a las atrocidades que están cometiendo sus compañeras. Sin embargo, no puede evitar ayudar a Linda, que se ha visto encerrada y en medio del caos. Al mismo tiempo, Red busca cualquier dato que pueda usar en contra de Piscatella. Está tramando su propia venganza y estamos deseando ver hasta dónde es capaz de llegar, más que nada porque no podemos olvidar que fue la gran villana de la primera temporada y queremos volver a ver la esencia de esa Red que se ganó nuestro odio y nuestro amor a partes iguales.
En una ficción como 'Orange Is The New Black, en la que el drama y la comedia se dan la mano, no podía faltar ese toque de humor ácido y sarcástico que también conjuga con la situación trágica que están viviendo. En esta ocasión, ese punto cómico viene de la mano de Big Boo y Pennsatucky, atrincheradas en el economato, comiéndose todo lo que se les antoja y tramando sus alocadas historias.
La autoridad ya no es cosa de hombres
La unión hace la fuerza y así las presas han conseguido hacerse con el poder de la cárcel. Con una mentira muy poco creíble, han hecho creer al resto de vigilantes que Humphrey se ha vuelto loco y anda amenazando a todos por los pasillos. Pero su estrategia no ha sido la única que les ha ayudado a tomar el control. La ineptitud de los guardias, que han tardado en darse cuenta de que estaban ante un motín a pesar de que las presas no hacen más que correr de un lado para otro, también ha sido clave en el proceso.
Las presas envían el vídeo con las palabras de Caputo en 'Orange Is The New Black'
Ahora que pueden hacer y deshacer a su antojo, cada una mira por sus propios intereses. Mientras Nicky y Lorna intentan hacerse con el control del cuarto de los medicamentos, Taystee y Cindy encabezan una comitiva para negociar con Caputo. Sin pensarlo dos veces, Taystee le pega un puñetazo a Caputo, una estupenda forma de desahogarse ante las injusticias que están viviendo. Finalmente le obligan a grabar un vídeo diciendo que Poussey era muy buena y que un guardia la ha asesinado, unas imágenes que no tardan en hacerse virales al ser difundidas a través de las redes sociales. En el fondo lo único que quieren es hacer justicia, que su vídeo sea visto por todo el mundo y conseguir que la situación mejore en la cárcel. Puede que el empleo de la fuerza y la extorsión no sea la mejor forma, pero les está resultando eficaz.
En la temporada anterior quedó demostrado que contratar a gente sin experiencia no era buena idea, pero ahora resulta más que evidente que los nuevos guardias de seguridad no valen para su puesto. Las chicas no han tenido problema en capturarlos y convertirse en las amas y señoras del lugar, siendo ahora las mujeres las que deciden qué hacer y cómo. Sin embargo, aunque ahora parecen entenderse bien, algo nos hace intuir que las diferencias entre los diversos grupos que existen dentro de la propia cárcel no tardarán en hacerse notar.
