'The Leftovers' 3x08 Recap: "The Book of Nora"

Ya ha llegado a nuestras pantallas el esperado capítulo final de 'The Leftovers' y, tal y como veníamos anunciando en el recap anterior, no teníamos muchas esperanzas puestas en que se resolviese el enigma de la desaparición del 2% de la población mundial. Estos últimos 72 minutos van dedicados plenamente a Nora y al final de su lucha por reunirse con sus hijos después de estos siete años. Además la cabecera deja oír la canción "Let The Mystery Be" de Iris DeMent, devolviendo la esencia de la segunda temporada.

"The Book of Nora" se reafirma en el hecho de que 'The Leftovers' no trata el porqué de una desaparición tan sobrenatural, sino de cómo los personajes de su universo, gente corriente, lidian en el día a día con el dolor, la confusión y los diferentes tipos de pensamiento que acarrea esta desaparición. La premisa es similar a 'The Walking Dead' en ese aspecto, pero sin intestinos de por medio.

Para la chica más valiente del mundo

Nora Durst se había planteado muy seriamente el reunirse con sus hijos en el más allá desde que descubrió la existencia del portal interdimensional que estaba tratando de investigar para el Departamento de Desapariciones, pero la terrible despedida de Kevin en el episodio "G'Day Melbourne" le despejaron cualquier duda que pudiese tener. "Si tanto quieres estar con tus hijos, igual deberías irte con ellos".

Matt Jamison es y siempre ha sido el apoyo principal de Nora en todas y cada una de sus decisiones. Matt puede haber demostrado ser muchas cosas, pero sin duda es perseverante, atento y lo da todo por sus seres queridos (Marie es el claro ejemplo de ello). Como no podía ser de otra forma, el reverendo es quien acompaña a Nora justo antes de ser volatilizada.

Ambos tienen una bonita conversación en la que recuerdan anécdotas al borde del llanto y en la que Matt confiesa el miedo que tiene de su cáncer terminal, de morir tan pronto. Pero lo que más teme es "sobrevivir y no saber cómo convencer a la gente de algo de lo que no tiene ni idea", haciendo referencia a su etapa como predicador de la palabra del Señor. Desde luego, la conversación con Dios en "It's a Matt, Matt, Matt, Matt World" ha dejado mella en él. ¿Cómo os sentiríais tras ese mazazo de realidad?

¿Ha visto alguna vez a esta mujer?

La última escena del arranque de esta última temporada nos dejaba con la boca abierta al ver a una mujer en Australia más envejecida que Nora pero también interpretada por Carrie Coon. Aquí podemos ver que efectivamente, es Nora. ¿Pero cómo puede estar en Australia si se ha volatilizado? Esa es la incógnita principal de esta última entrega. Como bien hemos aprendido ya de 'The Leftovers', son expertos en plantear situaciones de gran intensidad para luego hacer un salto de años en el futuro sin contar cómo ha sido resuelta.

Se nos presenta ahora a una Nora mayor, solitaria, apesadumbrada y desaliñada. Vive en una cabaña de Australia donde Jesucristo perdió la zapatilla, esperando a que nadie la encuentre. Pero un día, Kevin llama a su puerta. Un Kevin más envejecido, claro, pues los años también han pasado para él. Garvey hace como si no hubieran estado juntos, como si la última vez que se hubieran visto hubiera sido en Mappleton.

Desde que desapareció en el séptimo aniversario y Matt le dijo que había muerto, Kevin estaba convencido de que no era así. Sabía que seguía viva y de hecho, eso le enfadaba un poco, se sentía traicionado de que no le hubiera dicho nada. Todos los años, durante sus dos semanas de vacaciones, ha estado yendo a Australia y preguntando casa por casa si alguien había visto a la mujer de la fotografía. La única persona que sabía su paradero era Laurie, que mantuvo el secreto profesional en todo momento.

En un mundo lleno de huérfanos, ellos eran los afortunados

Nora cuenta que viajó al otro lado, a una dimensión paralela donde solo existían los desaparecidos siete años atrás. Es decir, para ellos desapareció el 98% de la población mundial. Es aquí cuando nos damos cuenta de que hay veces en las que nos quejamos por vicio, la forma que tienen Tom Perotta y Damon Lindelof de decirnos que las personas somos egoístas y no nos ponemos en la situación ajena.

La familia Durst ha rehecho su vida sin ella y su marido está con otra mujer. Aquí, la protagonista se da cuenta de que ya no pinta nada allí y busca al inventor del portal dimensional para que la devuelva al mundo real. Una vez allí, ha estado sufriendo todos los días de su vida por no estar con Kevin, pero temía que no la creyera cuando le contase su historia. ¿Quién sabe más sobre viajes astrales que Kevin?

Kevin, entre lágrimas, le agarra la mano y le dice que la cree. Nora se siente liberada por fin de todo el peso que durante tantos años la ha estado machacando: sabe que su familia está bien sin ella y que la persona a la que quiere quiere estar con ella.