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Ocurrió lo que, tarde o temprano, iba a ocurrir. Tras el cliffhanger, al más puro estilo de ficción estadounidense, del final del segundo episodio, el tercero comenzó con la decisión de Clyde y Melodie de desvelar a sus compañeros la mecánica real del concurso para hacerse con los 100.000 euros de premio de 'El puente'. Un acierto, por parte del programa, el dejar en manos de dos concursantes la información más valiosa de todas: si decidían compartirla, la convivencia se dinamitaría; de lo contrario, habría sido igualmente interesante ver cómo desplegaban las estrategias para jugar con su secreto.
Casi como una piedra que irrumpe en un estanque de aguas tranquilas, el premio del concurso pasó a centrar las conversaciones de todos los participantes, tanto en sus momentos en común como, y esto es lo más interesante, en las charlas en círculos más estrechos. En esta entrega, además, descubrimos el pasado de dos nuevos protagonistas, Melodie y David.En el tercer episodio de 'El Puente' conocemos el pasado de Melodie y David
Como Clyde, Melodie es surfista, de origen irlandés y alemán, cuyo amor por las olas ha moldeado un carácter tranquilo y poco conflictivo. David, por su parte, desveló ser ingeniero agrónomo de profesión pero sin ningún deseo de encerrarse en una oficina. Con la ambición de conocer mundo, lleva diez años fuera de España desde que en 2007 se trasladó a Berlín. Vivió, además, la muerte de su padre a manos del cáncer cuando este era muy joven y a pesar de que llevara una vida saludable. Fue precisamente él quien, viendo un partido de tenis, le hizo ver que no tenía ningún problema con que fuera homosexual antes incluso de que el propio David aceptase su sexualidad.
¿Votar a quien se lo merezca o a quien reparta el premio?
Desvelar la mecánica del premio desató una oleada de buenismo en el campamento de 'El Puente'. La gran mayoría de los concursantes, alegando que todos trabajan al máximo, se mostró favorable a repartir el premio entre los quince; si bien fue, una vez más, el bautizado como "El Trío Calavera" el encargado de poner la nota discordante y, posiblemente, decir lo que muchos pensaban en realidad: ¿por qué, si una persona se lo merece más que otras, no puede ganar y llevarse el merecido premio en su totalidad?
Jo y Raúl defendieron que cada concursante debería votar a quien crea que merece ganar, independientemente de que comparta el premio o no. Y lo hicieron, en parte, convencidos de que ellos son los auténticos merecedores del tesoro. Por ello, les sentó como un jarro de agua fría descubrir que el grupo no les consideraba indispensables en la dinámica diaria y valoraba de igual manera a los encargados del refugio, como Clyde o Anita (la cual, casualidad o no, decidió comenzar a trabajar en la construcción del puente poco después de descubrir la mecánica del concurso).
Jo, contrario a compartir equitativamente el premio de 'El Puente'
Tras muchas idas y venidas, al final del episodio el grupo pareció llegar a una conclusión encabezada por Juan, al que Jo ya le había advertido que su victoria también podía peligrar por no situarse entre los compañeros más populares. La idea de Juan, secundada rápidamente por Silvia (casualidad o no), fue asegurar que todos los que se lo merecieran reciban parte del premio. Para ello, antes de la votación del ganador uno por uno realizarán otra votación para decidir quiénes eran merecedores del dinero y quiénes no.
Un plan, obviamente, con fracturas. Tras varios días de reflexión, concursantes como Anita se sumaron a la corriente de votar a quien lo merezca, comparta el dinero o no. Para Raúl, no se trata del dinero: está dispuesto a compartirlo pero quiere ser reconocido como el ganador. Wafa, por su parte, abrió otro melón interesante al señalar que si alguien le vota sea porque se lo merece, no porque vaya a compartir el premio. Y Rosa, en la intimidad, cuestionó que, de llevarse adelante ese acuerdo entre todos, Jo fuera a cumplirlo.
El respeto, ¿cuestión de edad?
Como señaló Paula Vázquez, la contrariedad del concurso es que justo cuando descubren que la victoria es individual tienen que trabajar más en conjunto para conseguirla. Poner el dinero sobre la mesa causó estragos en David, que vivió un lacrimógeno episodio. Por su parte, la tensión estalló definitivamente entre Raúl y Silvia después de una broma mal encajada por la joven actriz.
El puente alcanza la plataforma central del lago
Su discusión puso sobre la mesa otro de los interesantes debate a los que nos empieza a acostumbrar este grupo: ¿es el respeto algo que se gana o por la simple diferencia de edad Silvia debería respetar a Raúl? Lo cierto es que fue ella la más dispuesta a mantener una conversación pausada, mientras que el bombero optaba por romper tajantemente las bromas entre ellos.
El tercer episodio concluyó con los quince concursantes llegando, al fin, a la plataforma flotante que marca la mitad del puente. Una alegría momentánea pues un nuevo mensaje depositado en la misma amenaza de nuevo la armonía de la convivencia. El tesoro está a 150 metros, quedan 15 días.