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Su acento es marca personal de su trabajo y lo luce con orgullo. Michael Robinson ha vuelto a 'El hormiguero' dispuesto a seguir revelándose contra el Brexit y sus compratriotas con su nuevo libro como ha estado haciendo tras el resultado del referéndum del pasado junio. Pero la entrevista de hoy ponía de protagonista otro problema que esta viviendo el Reino Unido y el exjugador se mostraba muy afectado.
Michael Robinson en 'El hormiguero'
Era entonces cuando el presentador reflexionaba con el entrevistado y daba la razón a las palabras de Robinson tras preguntarle por su hija, que vive muy cerca de la zona del último ataque. "No estamos del todo bien", generalizaba. "Realmente la democracia es algo que hemos de guardar como un tesoro. Los que odian la democracia son los que matan, no podrán con nuestro espíritu ni conseguirán que nos escondamos".
"Seguimos siendo muy tramposos"
El jugador inglés lleva en España ni más ni menos que treinta años y sigue recordando entre risas como se adapto a una cultura tan diferente a la suya. "Era un juguete. Me mandaban al bar para pedir cinco hijos de puta. Me enseñaron todo tacos", relataba entre risas.
Pero este primer contacto con la lengua hicieron a Robinson cogerle cariño a las palabras malsonantes: "Me gustan los tacos en español porque pienso que en el Reino Unido somos tan agresivos por falta de tacos". Pero si algo le sorprendió al recién llegado jugador fue lo tramposos que eran los compañeros de profesión: "Seguimos siendo muy tramposos", apostillaba. "En Reino Unido está mal visto chivar al árbitro, fingir... pero los futbolistas han llegado a dominar la simulación de una falta de una forma asombrosa y vergonzosa".
Sobre su etapa televisiva el comentarista ha reconocido que los futbolistas se tapan la boca por culpa de su programa 'El día después'. Resulta que Josep Pedrerol tuvo la idea de ponerse en contacto con la ONCE para que leyesen los labios a los futbolistas, y Robinson ha confesado que apoyo al presentador de 'El chiringuito': "Es una indiscreción pero era curiosidad. Supongo que tenemos la culpa".