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Este martes, durante la emisión de 'Supervivientes: Tierra de Nadie', el programa propuso un curioso juego a sus concursantes que provocó varios desencuentros entre ellos. El equipo del programa tentó a cada uno de los participantes, y de manera individual, a ganar suculentos premios a cambio de responder con duras contraprestaciones. Y algunos de ellos no aceptaron los tratos.
Paola rechaza una tarta de chocolate
La verdadera sorpresa llegó en el turno de Kiko. El concursante tenía la opción de comerse un plato de espaguetis él solo o compartir con el resto de sus compañeros dos piñas. El superviviente optó por la segunda opción, y fue entonces cuando Lara Álvarez aprovechó para ofrecerle compartir ese plato de espaguetis con Gloria Camila. Kiko terminó por cambiar de idea y, tras un elaborado de discurso alabando la necesidad de ser generoso y de compartir con el resto del equipo, reculó y acabó aceptando la contraoferta.
Laura e Iván, descontentos con sus tentaciones
Iván deberá raparse por aceptar su reto
En el turno de Laura Matamoros, la concursante prefirió optar por la opción que más le beneficiaba. Su tentación consistía en alargar la penalización de Gloria Camila y Kiko de comer crudo a cambio de finalizar su propia penalización con Gloria. Es decir, que con cualquiera de las opciones, Gloria Camila saldría ganando. Por su parte, la novia de Kiko aceptó un colchón para ella sola a cambio de prohibir a los chicos del grupo pescar en la playa.
El caso de Iván fue uno de los más interesantes. Al chico le ofrecieron comerse tres bocadillos de calamares a cambio de raparse el pelo. En principio, el concursante no aceptó el trato y se quejó de que las recompensas no estaban siendo equitativas. Así que Lara encareció la recompensa y le ofreció comerse cada uno de los tres bocadillos en días diferentes. Fue entonces cuando Iván aceptó el reto.
Alba Carrillo cedió su voto de las próximas nominaciones a cambio de una enorme hamburguesa, y José Luis rechazó una llamada con su mujer a cambio de un kit de cocina que beneficiaría a todos sus compañeros. Por último, Juan Miguel aceptó un dibujo de su nieto en lugar de un plato de albóndigas a compartir con otros tres compañeros. No obstante, Jorge Javier logró convencer al concursante de cambiar de idea recordándole que había tres concursantes que no habían comido nada durante la prueba.