'El puente' vivió en su cuarto episodio su entrega más intensa, centrada tan solo en los acontecimientos ocurridos en un día. La construcción de las plataformas, que ahora tienen que ensamblarse con tan solo cuerdas y sin nudos, pareció ralentizarse ante los conflictos ocurridos en el campamento, que pusieron precisamente en duda la designación de tareas en un momento en el que trabajar juntos es más importante que nunca.
Lokesh y Anita, protagonistas del cuarto episodio de 'El Puente'
Este episodio descubrió, una vez más, a dos nuevos participantes: Lokesh y Anita. El primero, de origen indio, se definió como una persona estratega pero a la vez muy sentimental, acostumbrado a dar más cariño del que recibe. Una descripción un tanto difusa que todavía resultó menos clara cuando reconoció que no quería tener hijos y que, en todo caso, probaría antes a cuidar de un perro para descubrir si era capaz de ser padre de una criatura.
Anita, por su parte, se convirtió en la gran revelación del capítulo. Resulta que la traductora y cantante esconde tras sus tatuajes un pasado como azafata de aerolínea de lujo y un presente de rechazo familiar a causa de su estética y su estilo de vida. Tanto, que su familia le ocultó durante un mes la muerte de su abuela, la misma que llevaba dos años creyendo que su nieta había perdido la cabeza. Anita, rechazada por su familia, se convirtió en el cuarto episodio, además, en una de las personas menos valoradas del campamento.
Anita detona el reparto de tareas
Los tres primeros episodios de 'El Puente' cocinaron a fuego lento la gran discusión del decimosexto día de convivencia. El reparto de tareas ya había sido fuente de conflictos con anterioridad, con Clyde reclamando más ayuda en la cocina y Anita decidiendo, en el capítulo anterior, dejar el refugio para ponerse manos a la obra y construir el puente. La gota que colmó el vaso fue el hecho de que Silvia se negase a cocinar unas lentejas, argumentando que no quería echarlas a perder; y que Anita, Lokesh y Rosa decidieran lavar su ropa al mismo tiempo.
Raúl pone en duda que Anita no haya tenido tiempo para lavarse la ropa en dos semanas
Con un ambiente caldeado, Anita defendió haberse tomado un tiempo para lavar su ropa "por primera vez en quince días" y protestó ante lo que varios consideran un monopolio en la construcción del puente, dominado por Jo y Raúl. Una vez más, el bombero hizo valer su opinión esgrimiendo motivos de edad y de, citándolo literalmente, tener "los huevos negros".
Se abrió entonces el debate sobre si los concursantes han ido al programa a conseguir el objetivo final o a aprender y hacer todo tipo de tareas. Mientras David se erigía como defensor de esta última vertiente, Jo y Raúl amenazaban, indignados una vez más con la comparación entre su trabajo y las tareas del refugio, con soltar las plataformas ya construidas o con no volver a pisar la zona de fabricación del puente.
Jo y Anita, lo más prescindibles del grupo
La discusión, en un principio concluida en torno a la hoguera, tuvo su continuidad a la mañana siguiente en forma de ironía y sarcasmo. Raúl, que abandonó la construcción del puente y se puso a cocinar, no paró de despreciar el trabajo del refugio, exagerando su cansancio. Wafa, hablando con Clyde, dejó claro su malestar con la actitud del bombero, a quien acusó de no hacer todas las labores que Anita hacía diariamente.
¿Abandonará Jo 'El Puente'?
"Pa' lo que has quedado" fue el comentario, en tono jocoso, que Jo dirigió a Raúl cuando este salió a buscar fresas. Palabras que, quizás, evidencian el verdadero problema del reparto de tareas, la escondida -y no tanto- concepción de que hay trabajos de primera y trabajos de segunda, trabajos por los que uno merece ganar 'El Puente'... y trabajos por los que no conseguirás nunca los 100.000 euros.
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Pero no olvidemos el giro principal de esta entrega, con el que el programa echó mano de un recurso de probada eficacia en otros formatos. Los concursantes, al principio del episodio, recibieron un encargo. Uno a uno pudieron elegir a la persona que considerasen más prescindible del grupo. Sin saberlo, los dos más votados podrían elegir si continuar en el concurso o si abandonarlo en ese momento. Anita y Jo fueron los más votados y, mientras que ella tuvo claro que su permanencia estaba asegurada, el segundo decidió tomarse unos minutos para recapacitarlo. El tesoro está a 150 metros, quedan 14 días.