Ana Rosa Quintana estalla con un entrevistado: "No estoy dispuesta a aguantar más a este señor"

"Nos veremos en los juzgados". Así se despidió Ana Rosa Quintana de Félix Steven Manrique, el principal sospechoso de haber captado a una joven para entregarla a una secta latinoamericana. No es que la presentadora fuera a denunciarlo, sino que esperaba que él la denunciara a ella después del rapapolvo que le metió durante la entrevista.

En realidad, de entrevista tuvo poco. Steven Manrique, que intervino por teléfono, llevaba bien aprendida su defensa y procuró evitar en todo momento que los colaboradores del programa pudieran lanzarle sus preguntas. El sospechoso destacó una y otra vez que no existe ninguna causa judicial que le relacione con la joven Patricia Aguilar, algo que, según él, se debe a que solo existen suposiciones.

"Si los periodistas y los investigadores tienen tantas pruebas en mi contra, ¿por qué hasta la fecha no se han presentado en los tribunales para iniciar una acción legal? Interpol no me busca, tampoco ningún tribunal me ha llamado a declarar", comentó el entrevistado. Fue entonces cuando los colaboradores de Ana Rosa quisieron recordarle que sí existe una causa judicial que le relaciona con el caso de Patricia Aguilar, sin embargo, él siguió con sus alegatos sin dejar hablar a nadie.

Ana Rosa entra en escena

Steven Manrique defendió que incluso el menos avezado sabe que una investigación judicial no puede comenzar si solo existen sospechas, un detalle que no gustó demasiado a la presentadora del programa: "Lecciones las mínimas. Estamos preguntando por una niña de 18 años que suponemos que está con usted, y usted tiene que respondernos a esto, no solarme un rollo". Patricia Aguilar ha dicho en varias ocasiones que no pertenece a ninguna secta y que está en pleno uso de sus capacidades mentales.

El entrevistado siguió hablando sin responder a la pregunta, algo que molestó mucho a Ana Rosa y a los realizadores del programa, que bajaron el volumen de Steven para que pudieran intervenir los colaboradores. "Yo con este rollo no quiero seguir. Seguid grabándole que ya le escuchamos mañana", dijo la presentadora.

De fondo seguía escuchándose un torrente de palabras, un discurso muy bien hilado que nadie pudo interrumpir. Nadie salvo Ana Rosa, que pegó un golpe sobre la mesa, alzó la voz y puso orden. "Mira Steven, hasta aquí hemos llegado. Ya, se acabó, Steven, hasta aquí hemos llegado. ¿Pero esto qué es? Este señor no quiere contestar a lo importante, que es que está protegiendo a una niña, que empezó a captarla cuando tenía 16 años, que está en Perú, que ha cambiado, que habla como él, que dice las mismas cosas, que no tiene relación con su familia, que la quiere aislar... y ya está bien, hombre. Y alguien tiene que tomar cartas en el asunto. No estoy dispuesta a aguanta a este señor ni un minuto más. Steven, muchas gracias. Nos veremos en los juzgados. Lo digo porque me vas a demandar tú a mí... harás muy bien".