'Orange Is The New Black' 5x05 Recap: "Sing It, White Effie"

En el anterior capítulo de 'Orange is the New Black' las reclusas ponían un toque de humor y diversión al motín celebrando un peculiar concurso de talentos en el que los vigilantes de seguridad se convertían en participantes improvisados. Pero la sorpresa llegaba en los últimos minutos, cuando un helicóptero se presentaba en los terrenos de la cárcel y grababan a algunas presas tratando a Judy King como una rehén. ¿Conseguirán salir en televisión como querían? ¿Qué pensarán los ciudadanos cuando vean a su cocinera favorita siendo maltratada por las reclusas?

En este quinto capítulo de la quinta temporada de 'Orange Is The New Black', titulado "Sing It, White Effie", los medios de comunicación publican la noticia del motín en la cárcel y del supuesto maltrato que está sufriendo Judy King. Además, conoceremos aspectos del pasado de Janae que nos ayudarán a entender su posición en el motín. Asimismo, Alex y Piper se percatan de que se han convertido en una especie de líderes de la resistencia. Veamos al detalle lo sucedido en este nuevo episodio.

Cada una con su problema

La multitud de personajes tan variopintos provoca que existan diferentes historias que complementan a la trama principal. De este modo, Gloria intenta salir del paso y ganarse el perdón de Daya explicándole que todo lo que hizo fue por su bien porque quiere que salga de prisión lo antes posible y vea a su hija, pero Daya no está dispuesta a olvidarlo y prefiere alejarse de todo, incluidas sus compañeras latinas. Por su parte, Aleida no está teniendo mucha suerte para encontrar trabajo fuera, hasta que la suerte le sonríe en forma de declaraciones en televisión, con lo que podrá ganar una cantidad importante de dinero contando los trapos sucios de la cárcel.

Mientras tanto, Flaca y Maritza están intentando sacar partido de los teléfonos móviles grabando vídeos al más puro estilo youtuber, eso sí, con los inconvenientes de no poder editar los vídeos y grabarlos con buena calidad, no obstante, están dispuestas a conseguir fama cueste lo que cueste. Al mismo tiempo, Leanne y Angie se dan cuenta de que escondieron la pistola y ahora no saben dónde está, pero Doggett se ha percatado de que tiene el arma en el cinturón y logra arrebatársela, consiguiendo que su amigo pueda salir de prisión utilizando la pistola.

En el exterior las reclusas que quieren desvincularse de las locuras del interior han montado una especie de acampada y consideran a Alex la líder, simplemente por el hecho de reconocer sus errores y querer pagar las consecuencias. Asimismo, Red ha empezado su propia lucha contra Caputo por haber contratado a Piscatella conociendo su oscuro pasado. La mujer tiene sed de venganza y podría hacerle cualquier cosa a Caputo, que mientras sigue encerrado en el baño portátil y sufriendo en sus propias carnes las consecuencias de utilizar un aparato maloliente como ese.

El motín llega a los medios de comunicación

Lo que querían las reclusas por fin se ha cumplido y los medios de comunicación se han hecho eco del motín que están llevando a cabo gracias a las imágenes que fueron grabadas desde el helicóptero que vio cómo Judy King era una rehén más de las presas. Rápidamente los fotógrafos y reporteros han acudido a Litchfield y no dudan en fotografiar a través de las ventanas sin que ningún policía haga nada por evitarlo. Pero la indiferencia de los guardias de seguridad no es lo más preocupante, lo peor de todo es que ahora todo el mundo cree que en la cárcel se está produciendo un acto de terrorismo.

Aunque no se trata de ningún tipo de terrorismo, lo cierto es que Taystee y compañía han sabido vengarse de Judy King y tratarla como a una auténtica esclava. No solo la han comprado y vendido como si fuese un objeto, sino que también quieren utilizarla porque han visto que es la única forma de negociar y de intentar limpiar su imagen, sin embargo, Janae sabe que, pase lo que pase, las tratarán como si ellas fueran las malas y unos monstruos.

El pasado reivindicativo de Janae

¿Por qué piensa así Janae? Para entender su actitud necesitamos retroceder en el pasado y viajar hasta su época en el instituto, cuando era una joven brillante con un futuro prometedor por delante, pero sin los medios necesarios para potenciar sus cualidades y habilidades. Desde bien joven Janae comprendió que ser negra y pobre era una doble desventaja, ya que no tenía acceso a los estudios que quería y tenía que conformarse con acudir a una escuela sin mucho más que una profesora con ganas de que sus alumnos aprendieran.

Así pues, en el momento en el que se dio cuenta de que nunca tendría lo mismo que los blancos con dinero supo que su vida estaba destinada al fracaso, pero ahora reclaman justo lo que nunca han tenido, igualdad de derechos. Por este mismo motivo, Janae es la primera en oponerse a que Judy King sea su portavoz, no quiere seguir permitiendo que gente como ella hable por ellos sin saber realmente lo que se padece estando en su condición y sin haber sufrido en primera persona todas esas injusticias a las que quieren poner remedio.

Probablemente sus compañeras sepan que Janae tiene toda la razón del mundo, pero en estos momentos les interesa demostrar que Judy King no es una rehén, sino que está de su lado y reclama los mismos derechos que ella, sobre todo porque son varios los fans de la famosa cocinera que se han presentado en la puerta de Litchfield para apoyarla y reclamar su liberación. Sin embargo, en el último momento, cunado Taystee iba a cederle la palabra a Judy, esta comprende que ha llegado la hora de que sean ellas mismas las que alcen la voz y reclamen lo que les pertenece.

Los guionistas saben cómo tocar la fibra sensible del espectador y el discurso de Taystee ante los medios de comunicación se convierte en un acto reivindicativo de una sociedad que ha estado durante muchos años menospreciada y sin las mismas oportunidades que los demás. Ahora ellas han decidido dar el paso y reclamar sus derechos, esos por los que empezaron su lucha, una petición que queda reflejada en un discurso que resume a la perfección lo que querían desde un principio con el motín.

Ahora se han quedado sin el poder que les daba tener a Judy King en sus filas, pero sobre todo sin la pistola, el arma que suponía el elemento de poder y conseguía poner cierto orden entre las reclusas. A partir de ahora cualquier cosa puede pasar, desde que las presas se separen y cada una actúe por su parte, hasta que la policía decida entrar en acción ahora que Judy King está fuera y a salvo. ¿Cómo acabará este motín? ¿Tendremos que lamentar alguna víctima más? ¿Conseguirán las reclusas todo lo que reclaman?