María Lapiedra responde a las críticas sobre su vestido en 'Supervivientes': "¡Basta de etiquetas!"

María Lapiedra está en boca de todos por un motivo que no ha hecho mucha gracia a la futura concursante de 'Supervivientes 2018'. María fue noticia debido a sus pechos. La rubia estaba tan tranquilamente en el plató del reality cuando su compañera Lydia Lozano estalló al recibir cientos de fotos en las que se veía, mientras ella hablaba, como el vestido de María dejaba ver sus pezones. Algo que no gustó a Sandra Barneda, presentadora del espacio que intentó expulsar a María de plató ya que, según ella "no iba vestida correctamente". Sin embargo, la dirección del programa no vio este hecho motivo suficiente para dejarla fuera del programa dejando a Barneda visiblemente enfadada por este hecho.

La protagonista ha contado, en una carta a Vanitatis: "Soy una mujer libre, adulta, sin complejos. Siempre he dicho que para mi, enseñar los pechos es como enseñar un codo". Además Lapiedra no entiende como, "en pleno siglo XXI haya gente que se lleve las manos a la cabeza por llevar un vestido con trasparencias", y añade: "el problema lo tiene quien mira, no quien enseña. El cuerpo femenino, al igual que el masculino, es algo natural. ¿Acaso entramos en cólera cuando vemos a mujeres haciendo topases en la playa?".

María también explicó que, en este tipo de situaciones, los responsables de vestuario de Mediaset le suelen dejar unas pezoneras para que pueda lucir sus vestidos sin tener que llevar sujetador, pero que en esta ocasión no había. "Basta ya de etiquetas y de juicios morales. Vivamos y dejemos vivir. Convivamos con respeto. Sigamos luchando por la libertad de la mujer".

María Lapiedra, primera concursante de "Supervivientes 2018"

María no estaba en el plató de Supervivientes por casualidad; ya que hace unas semanas se confirmó que seria la primera concursante de la siguiente edición. Un hecho que conocimos al enviarla a la isla en calidad de "fantasma del futuro", acompañando durante una semana a Kiko Jimenez en La casita del árbol, siendo la única visitante en completar la estancia sin abandonar o ser expulsada por la organización.