Las Encinas, el instituto más prestigioso de España, ha abierto ya sus puertas. El viernes 5 de octubre Netflix estrenó en todo el mundo 'Élite', su primera ficción española juvenil. Aunque no conocemos datos oficiales del visionado de la misma, es evidente que la serie está gustando... y mucho. En pocas horas, las redes sociales se han inundado de infinidad de comentarios positivos sobre la ficción, parece que nos podríamos acabar encontrando ante un nuevo fenómeno juvenil en el panorama audiovisual internacional.
Protagonistas de 'Élite'
Con toda la crítica de su lado y el apoyo de muchos usuarios de la conocida plataforma, parece que 'Élite' ha empezado su andadura con muy buen pie. Pero esta buena acogida que está teniendo no es casual. Son muchas las razones con las que podríamos justificar su éxito; un reparto más que solvente, una historia que engancha desde el minuto uno, una estética cuidada al milímetro o una capacidad de sorpresa constante son algunos de los motivos que han hecho que sean muchos los que no puedan dejar de verla.
Pero más allá de eso, 'Élite' nos ha conquistado porque no teme a nada, es una ficción que se atreve a todo, que no tiene ni un solo complejo. Por fin da hueco a temas que habitualmente tienen un peso mínimo en la ficción nacional, habla de la verdadera realidad de nuestros jóvenes de hoy en día y le da una vuelta de tuerca a todo lo que hemos visto en la ficción nacional hasta ahora. 'Élite' supone un giro necesario, atrevido y reivindicativo a las series juveniles españolas.
María Pedraza en 'Élite'
Cuando el VIH dejó de ser tabú
Es complicado encontrar series juveniles en las que se hable claramente del VIH, sorprendentemente sí es un tema tabú que apenas se aborda en nuestra pequeña pantalla. Pocos proyectos como 'Indetectables', de Atresmedia, lo han tratado de una forma tan clara y directa como lo hace 'Élite'. Marina, el personaje interpretado por María Pedraza, tiene el virus y a través de ese personaje descubrimos lo que implica, y lo que puede llegar a costar vivir con él en una sociedad como la actual.
El temor al qué dirán, la impotencia de descubrir que han sido otros los que han contado lo que sucede al resto, el pánico de perder la confianza de tu pareja por ello, el miedo a no poder sobrevivir a él... A través de Marina descubrimos los temores que podría tener cualquier persona que viva con el VIH. Pero en la ficción también se plasma aceptación del resto, el apoyo de tus seres queridos, y el poder convivir con la enfermedad sin problemas. 'Élite' logra mostrar la realidad de un virus que está más presente que nunca.
Álvaro Rico, Ester Expósito y Miguel Herrán en 'Élite'
Las relaciones abiertas sí existen
Si no encontramos ficciones en los que se hable del VIH, tampoco son muchas las que aborden directamente las relaciones abiertas. En 'Élite' Polo (Álvaro Rico) y Carla (Ester Expósito) tienen una relación en la que acaban introduciendo a Christian (Miguel Herrán). La crisis que existe entre ambos les lleva a querer innovar, apostando por una tercera persona con la que mantener relaciones sexuales. Lo que parecía un juego puntual acaba convirtiéndose casi una rutina en la pareja; seducción, provocación y atracción son los elementos que sin duda definen todos sus encuentros.
Era necesario que algo así se tratase de una forma tan directa. Porque sí, por un lado comprobamos en todos los capítulos lo mucho que llegan a disfrutar los tres en cada uno de sus encuentros y lo sencillo que parece mantener una relación así. Pero por contra, también descubrimos como los miedos y las inseguridades también están presentes en algunos de ellos; no todo es tan sencillo como parece y 'Élite' lo retrata. Evidencia lo que verdaderamente sucede, lo positivo y lo negativo, habla de ello sin temor, sin el miedo a abordar un tema políticamente incorrecto para algunos. Señores, las relaciones abiertas existen, son habituales y merecían un hueco así.
Omar Ayuso y Arón Piper en 'Élite'
Omar (Omar Ayuso) y Ander (Arón Piper) forman esta pareja con la que 'Élite' logra abordar el miedo de dos jóvenes homosexuales a iniciar una relación juntos. Mientras que para Omar, su familia tradicional árabe es el principal problema para poder afrontar su relación y su condición sexual de forma pública, el miedo al qué dirán, a la reacción del resto y principalmente de su familia son los inconvenientes con los que cuenta Ander. Dos realidades y un miedo problema: el miedo. 'Élite' logra evidenciar la evolución de su relación, y nos muestra, paso a paso, cómo ambos ganan seguridad y fuerza.
Pero 'Élite' va más allá y la realidad LGTB no se reduce simplemente a eso. Por otro lado por ejemplo descubrimos también a las dos madres lesbianas que tiene Polo (Álvaro Rico). Lo que sucede hoy en día que merecía ser enseñado en una ficción así. Lo merecía eso y también la atracción que una persona que se creía heterosexual tiene hacía un hombre, lo que exactamente le sucede al propio Polo con Christian. Tras mantener una relación abierta con él y Carla, vemos como la atracción del primero hacía el segundo se acrecienta a pasos agigantados. Afrontar algo y el conflicto personal e interior que genera es otra de las tramas que tiene hueco en 'Élite'.
La religión y los jóvenes
La religión es un tema del que sí se ha hablado en otras ficciones pero que en series juveniles no ha tenido un peso excesivamente importante, por ello es altamente interesante que 'Élite' lo aborde de la forma que lo hace. Nadia (Mina El Hammani) es el personaje con el que descubrimos lo que puede implicar para una mujer el llevar o no velo o el conflicto familiar que puede generar estar con un determinado hombre. ¿Puede una mujer ser fuerte e independiente en un mundo dominado por hombres? ¿Qué problema puede generarle el tener la vida de una joven normal? ¿Y el sentirse rechazada en un colegio en el que el clasismo es más que evidente? Estos son solo algunos de los conflictos a los que se enfrenta Mina y con los que se consigue mostrar algo como esto.
El sexo es un elemento más
En una serie juvenil como esta era evidente que veríamos escenas de sexo y sí, en 'Élite' hay varias en cada uno de sus episodios. El morbo de tener relaciones en las duchas, la sensualidad de estar a punto de hacerlo en una piscina, el miedo de la primera vez, la picardía de jugar en un baño en plena fiesta en casa o el vivir una relación sexual en la que el amor es protagonista... el sexo se aborda de infinidad de formas distintas en 'Élite'. Y para ello no hay problema en mostrar a sus protagonistas desnudos, sin darle mayor o menor importancia, es un elemento más. Aunque sí, y al igual que ha sucedido en la mayoría de proyectos nacionales, el desnudo integral brilla por su ausencia.
Drogas y corrupción, también muy presentes
Si el sexo era algo previsible en una serie así, lo mismo sucede con la presencia drogas, otra realidad de nuestra sociedad de hoy en día. Porque sí, muchos jóvenes consumen drogas (de mayor o menor intensidad), y si no lo hacen están en contacto con las mismas. Por ello no tenía sentido que 'Élite' no plasmase esa evidencia, no mostrase lo que sucede, lo que existe. El consumo y el tráfico; el juego para muchos, la adicción para otros y la forma de subsistir que supone para otros tantos. Diferentes realidades pero un solo elemento: la droga.
Lo más leído
'Élite': Así se hacen las cosas
Por todo esto, 'Élite' nos ha conquistado por completo. Ha demostrado ser una serie atrevida, honesta y realista, que logra plasmar lo que a día de hoy se vive en nuestra sociedad, que habla de temas como pocos lo habían hecho antes y que tiene ni un solo complejo. Es una serie que no decepciona y que logra hablar el lenguaje de los jóvenes, y no, no es algo sencillo. 'Élite' ha demostrado ser lo que queríamos que fuese.