Siendo sinceros, 'Black Mirror' es extraña. Podemos llamarla poco común, retorcida, inusual o como queramos, pero es una serie atípica que para muchos no tiene rival en la televisión contemporánea. La ficción, una creación de Charlie Brooker, aterrizó en la parrilla española de la mano de Cuatro allá por el 2012, pasando desapercibida para muchos. Dos años más tarde y tras ganar algún que otro premio como el de Mejor Miniserie, Netflix adquirió los derechos de la misma.
Gugu Mbatha-Raw y Mackenzie Davis en 'Black Mirror'
Un ministro que copula con un cerdo, un dibujo animado que se presenta a las elecciones a presidente o abejas que asesinan a razón de Twitter son algunas de las curiosas tramas que han pasado por la ficción. Brooker y Annabel Jones, productora ejecutiva de la serie, se han pronunciado sobre la nueva temporada en una entrevista con Variety. Ambos aseguran que la esencia de la serie, una sátira descabellada contra la tecnología que nos rodea, seguirá siendo el hilo conductor de la misma.
Los dos están de acuerdo en que el objetivo de esta nueva temporada es abordar géneros que todavía no se han cubierto en la producción, vertebrando tramas que se adelanten al mundo real, como ya ha ocurrido con "El momento Waldo" y las elecciones norteamericanas. Pese al difícil desafío de mantener vivo el carácter innovador de la serie, Brooker ha insinuado que podríamos ver alguna secuela de antiguos episodios como "Oso Blanco", de la segunda temporada.
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Una antología oscura y sin rumbo
"Como solemos decir sobre la serie, es como una caja de chocolates en términos de variedad, pero todos son chocolates oscuros", bromeaba Jones en la entrevista. Con estas pequeñas y amargas palabras sobre la nueva temporada, la productora aseguraba que los fans pueden estar tranquilos, ya que siempre que el mundo les siga proponiendo ideas, la serie no decaerá.