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No hay ninguna sorpresa y Frank Underwood gana las elecciones en Ohio. Nadie se explica la pobre reacción de Conway y los suyos tras la filtración de los audios. El presidente electo se muestra condescendiente con el candidato republicano y le ofrece ser secretario de transporte. Este, por supuesto, termina mandándole al carajo.
Chapter 61
Según Frank, su elección ha sido una "victoria con un tufillo a derrota" pero victoria, al fin y al cabo, y Conway concede. En su primer gabinete todos lo miembros firman su dimisión aunque son readmitidos segundos después cuando Frank las rompe. No todos siguen ya que LeAnn abandonará la Casa Blanca. Seth se encargará de filtrar la noticia y Doug será quien la despida. La mano del presidente anda bastante mosqueado porque Mark Usher es nombrado "asesor especial" y tendrá acceso ilimitado a Frank Underwood. También anda algo tenso con Claire, parece que Stamper piensa que esta puede estar manipulándole.
Romero y Stamper en 'House of Cards'
El primer trabajo de Usher es entrar en el debate acerca de dar al congresista Romero lo que pide: el compromiso del presidente de dar más dinero para Medicare en su discurso de investidura. El nuevo asesor piensa que hay que darle lo que pide al ser un estrella en ascenso en su partido y en el electorado latino. Frank se venga de Romero en su discurso y este mueve sus hilos para que el comité de guerra vuelva a cuestionar a Underwood cuando aquello parecía enterrado.
Frank y Eric en 'House of Cards'
Antes de abandonar su influyente puesto, LeAnn habla con Kate Baldwin para ofrecerle una entrevista con Macallan. La periodista acude a Rusia para llevar a cabo su cometido. Al darle saludos de LeAnn, el antiguo colaborador de los Underwood se las apaña para llamar a su amiga. Todo ha sido una trampa y Macallan es rescatado/capturado por los Estados Unidos. Será Jane Davis la que se ocupe del espía, será llevado a América y allí se "encargarán" de él.
Los Underwood en 'House of Cards'
Los dos Tom, Hammerschmidt y Hayes, siguen buscando su destino en el nuevo panorama post-electoral. El periodista sigue indagando acerca de la muerte de Zoe Barnes, mirando grabaciones del metro y contactando con su padre. El dramaturgo, tras hablar con Baldwin y, quizás, plantearse su futuro, dimite de su cargo de escritor de discursos, no de su puesto de amante de la vicepresidenta. En cuanto a este cargo, Frank le pide que no engañe a su mujer minutos después de haber resuelto la tensión sexual que existía entre él y Eric Rawlings (Malcolm Madera). Tras hacerlo, el presidente se sienta frente al cuadro que el Meetchum contempló poco antes de que el guardaespaldas muriera. Frank y Claire parecen haber conseguido la estabilidad que necesitaban y se permiten el lujo de ser aún más cínicos, señalando, en la escena final, a LeAnn como la causante del fraude electoral de aquella ya lejana noche.
Knock, Knock
Al final no ha habido ningún giro inesperado. Los Underwood tenían todo atado, y bien atado, para afrontar las elecciones en Ohio. Esperaba algo más de Conway aunque bastante tenía con no derrumbarse. También hay que tener en cuenta el papel de doble agente de Mark Usher. Un republicano dispuesto a vender sus ideas con tal de tener acceso al poder. Es sin duda el vencedor, aunque bien pesado no se jugaba nada porque de una forma o de otra iba a asegurar su sillón en la Casa Blanca.
Frank y Claire en 'House of Cards'
El regreso de Kim Dickens, aparte de ser una gran noticia por lo maravillosa que es esta actriz, siempre suele alborotar la ya de por sí compleja trama presidencial de 'House of Cards'. En este caso su personaje, Kate Baldwin, se mete de lleno en el asunto de Macallan aunque al final termine siendo utilizada para que el espía sea "rescatado" por los Estados Unidos.
El regreso de Kim Dickens a 'House of Cards'
Sin duda, lo mejor del episodio es el final. Claire y Frank Underwood, sorprendidos de lo que supuestamente hizo LeAnn en la noche electoral. Una muestra de cinismo más que, al tener ya todo el trabajo hecho, se permiten el lujo de dedicarse el uno a otro. En un momento tan irregular de 'House of Cards', son este tipo de escenas las que están salvando la temporada y las que hacen que merezca la pena ver cada capítulo.
