'House of Cards' 5x13 Recap: "Chapter 65"

Frank le repite a Romero el nombre de una chica que sufrió una violación masiva en la que el díscolo demócrata podía estar implicado: Rochelle. Esto resolverá aquella investigación y allanará cualquier estrategia futura que tenga que ver con Claire o con su propio indulto presidencial.

Chapter 65

Claire se enfada con Frank por haber dimitido sin haberle avisado de sus planes. El poder está fuera, dice Underwood al saber que su futuro está en el sector privado, tras haber negociado esto con Jane Davies. Aún así, si esto no fuera cierto, a los Underwood aún les quedaría la presidencia que asumirá Claire. Todo parece haber sido planeado ya que ha sido el propio Frank el que ha estando pasando la información a Hammerschmidt todo el rato. Tom habla con Doug, este le sigue guiando hacia donde quiere como parte de la estrategia de los Underwood. El periodista desconfía de todo lo que le cuentan, por mucho que le interese, ya que intuye que ha estado siendo sido utilizado todo este tiempo.

Claire obliga a Seth a dimitir como parte de una renovación aparente ya que, en principio, todo debería ser parecido a como era con Frank en el despacho oval. Será Sean Jeffries el que le sustituya. A LeAnn le prometen el puesto de Doug a cambio de que entregue la información que le pasó Macallan antes de morir. Claire y Jane Davies no cumplen la promesa y la despiden antes de haber empezado a trabajar. Por si aún quedara algún cabo suelto deciden "encargarse" de ella con Frank como testigo, vía cámara instalada en el coche de la asesora. Se trata de un cadáver más que los Underwood deben esconder debajo de la alfombra.

Frank ha pasado de ser la persona a la que hay que convencer a ser una persona que puede influir sobre quién debe tomar las decisiones. Por ello, Jane Davies le pide al expresidente que convenza a Claire para que vaya a la guerra. La nueva mano derecha de la presidenta juega en ambos bandos ya que propone a Claire que se deshaga de él, asesinándole si es necesario. Claire no piensa en ello, aunque no se escandalice mucho ante la propuesta, y decide indultar a Frank aunque no lo anuncia en el discurso que da para declarar que enviará tropas a Siria.

Frank está decepcionado con Claire e incluso llega a decirnos, sin que ella se entere, que si no le indulta la matará, casi en el mismo tono en el que canta Loquillo su famosa 'La mataré'. Puede que esta sea la última vez que Francis se dirige a nosotros. Es probable que a partir de ahora sea Claire la que nos cuente sus confidencias. Es su turno.

Knock, Knock

A la lista de cosas desafortunadas que hemos visto en la quinta temporada de 'House of Cards', en la que destaca su poca verosimilitud en ciertos episodios, hay que sumarle lo engañoso que ha sido saber que ciertas de las cosas que iban sucediendo habían sido preparadas por el propio Frank Underwood. Al menos han tenido el detalle de hacer que Claire se indignara, quizás como guiño a nosotros. Una especie de occupatio que no llega a justificar del todo este giro final.

La llegada de Claire al trono de hierro supone un cambio demasiado drástico para 'House of Cards'. Supongo que se trata de apostar a doble o nada por la serie ante los preocupantes signos de desgaste de esta quinta temporada. En cierta medida, si se confirma que será Claire la que nos hable, se podría decir que sería casi una serie nueva con una nueva protagonista. Siguiendo esa línea, creo que ese "Mi turno" final de alguna forma compensa casi todo lo malo de esta última temporada. Puede incluirse en este "todo lo malo" la polémica que salpica estos días a Kevin Spacey, que ha llevado a Netflix a anunciar el fin de la serie tras la sexta temporada.

Haciendo un resumen global de la temporada. Creo que se ha desaprovechado la ocasión de haber hecho un capítulo épico en la noche electoral, con todas las oportunidades que una cita como esta ofrece. En su lugar se prefirió montar un sainete del que sólo se salva el momento 'Perdición' entre Claire y Frank. Lo mejor fue ese capítulo en el que los Underwood sufrieron su particular golpe de estado al más puro estilo Underwood.