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Conseguir que una serie o programa consiga ser un éxito es difícil pero lograr que no sólo lo tenga en un país sino que se acabe convirtiendo en todo un fenómeno mundial es todavía más complicado... pero no imposible. Eso lo saben bien los creadores originales de 'Yo soy Betty, la fea', una telenovela que nacía en 1994 en la cadena colombiana RCN y que a día de hoy es una de las ficciones más exitosas y mundialmente adaptadas de la historia de la televisión, Betty se ha convertido para muchos en la auténtica reina de las telenovelas y viendo su éxito... no es para menos.
La ficción, ganadora del Récord Guiness 2010 por ser la telenovela más exitosa de la historia, nacía en el año 1994 en la cadena colombiana RCN. A lo largo de 169 episodios descubrimos la historia de Betty, una joven secretaria, que sin quererlo se veía envuelta en un mundo en el que la envidia, los odios, la pasión y la rivalidad estaban a la orden del día. Pese a su (casi) nula belleza física, Betty logró conquistar el corazón de millones de espectadores... y de su jefe, Armando Mendoza. Efectivamente, ambos se enamoraron, (sí, lo imaginaréis), se casaron y ella dejó ver su espectacular imagen tras un potente cambio de look. El tradicional cuento del patito feo era llevado a la pequeña pantalla con esta historia en el que el amor triunfaba por encima de todo.Alejandro Tous y Ruth Núñez, protagonista de 'Yo soy Bea'
El cuento traspasó fronteras y es que más allá de Colombia fue adaptado en infinidad de países como Estados Unidos ('Betty'), Alemania ('Verliebt in Berlin'), Francia ('Le Destin De Lisa') o Grecia 'Maria, I Asximi'). En la mayoría aterrizó con gran seguimiento, se convirtió en poco tiempo en un auténtico fenómeno mundial, y sí, en España también se replicó este éxito. Grundy Producciones fue la productora encargada de realizar 'Yo soy Bea', la adaptación española de la historia que Telecinco emitió durante tres temporadas.
773 capítulos, tres años de emisión (del 10 de julio de 2006 al 16 de agosto de 2009), una media total del 26,2% de share, picos de más del 40% de cuota, un elenco formato por más de 460 actores y 7.5000 figurantes; estas son las cifras de una ficción que marcó un antes y un después en la historia de Telecinco. Fue uno de sus grandes éxitos, sin duda, por ello hoy en FormulaTV vamos a analizar su éxito, el suyo y el de las versiones internacionales, vamos a intentar entender por qué una historia sencilla y básica como es la de Betty ha conquistado a millones de espectadores.
1 La sencillez: la principal clave
Bea (Ruth Núñez) y Don Álvaro (Alejandro Tous)
Posiblemente, la clave de su gran éxito es precisamente esa: la sencillez de la historia. Es evidente que la trama de la telenovela no es ni mucho menos complicada. Nos encontramos ante una gran historia de amor y traición, que sigue el esquema habitual de las telenovelas y que pese a sus múltiples giros y sorpresas nunca descoloca al espectador. Cualquier persona puede seguirla sin problemas y eso acaba teniendo una clara consecuencia: se abre a todo tipo de targets comerciales y conquista desde los más pequeños hasta los más mayores.
En su versión española esta sencillez se mantuvo pese a estar tres años en antena (y la posible degeneración que ello provoca). Se crearon grandes tramas transversales y pequeñas historias paralelas de forma que cualquier espectador siempre tenía claro dónde situar a cada personaje en la historia. Una serie fácil de ver, que no requería grandes esfuerzos y que estaba completamente adaptada a todos los públicos.
2 Nos identificamos con Bea
Bea (Ruth Núñez), protagonista de 'Yo soy Bea'
El clásico cuento del patito feo del que todo el mundo se ríe, que nunca ha tenido suerte en la vida, que no tiene madre, que nunca ha triunfado en el amor y que sólo destaca en el mundo laboral es mundialmente conocido por todos y sí, esta es la estructura básica de 'Betty, la fea'. Es muy evidente que la protagonista es un personaje hecho precisamente para generar pena y empatía en el espectador, es una chica que claramente ha sido creada para enamorar a la audiencia y sí... se ha conseguido.
Son muchos los que se identifican con ella, con sus problemas con los hombres, sus temores en su entorno laboral o sus inseguridades frente a la sociedad, hay muchas "Beas" por el mundo y por ello, llevar esa historia a la pequeña pantalla hace que esas personas se enganchen a su drama, se emocionen y vivan con la protagonista su gran cambio de actitud e imagen. Muchos espectadores se acaban convirtiéndose prácticamente en "amigos" de la protagonista, se unen a ella tras identificarse con su historia.
3 Actores que sí conquistaron a la audiencia
Ruth Núñez, Ana Milán y Miguel Hermoso en 'Yo soy Bea'
Una de las grandes claves de su éxito en nuestro país fue el reparto escogido para protagonizarla. Fichar a Ruth Núñez para interpretar a Bea fue un auténtico acierto, ella sí logró conquistar a la audiencia. A Núñez la habíamos visto ya en otras ficciones como 'Compañeros' (Antena 3) pero con papeles menores, 'Yo soy Bea' fue su primer gran proyecto y posiblemente es el que más repercusión ha tenido de su carrera hasta ahora. Su imagen encajaba por completo con la personalidad de Bea (tímida, sencilla, natural y joven), ella logró transmitir por completo lo que la protagonista sentía en una revista de moda como era Bulevar 21, el público sin duda la creyó y en una historia como esta en la que gran parte del peso recaía en ello, eso es fundamental.
Destacar también otros rostros como Alejandro Tous, David Arnaiz, Mónica Estarreado, Miguel Hormoso, José Manuel Seda, Norma Ruiz o Ana Milán; todos eran actores conocidos por los espectadores pero que tuvieron en esta ficción su gran salto, lograron hacer creíbles a sus personajes y acabaron convirtiendo una serie muy individualista en una gran ficción coral, sin duda resultaban creíbles para el gran público y eso tuvo esa clara consecuencia.
4 El espectador quería llegar a un punto final (previsible)
El gran cambio de imagen de BEa (Ruth Núñez)
Otro punto importante es que la audiencia que se fue sumando a la ficción a lo largo del tiempo tenía muy claros cuales eran los puntos a los que se iba a llegar en la serie: descubrir el gran cambio de Bea/Betty, ver cómo terminaba con su jefe y conocer el destino final de las villanas de la historia. Sí, parecen muy evidentes las respuestas a estas preguntas pero como en cualquier telenovela, la curiosidad y expectación entre la audiencia se logró generar. Nadie quería despegarse de la historia hasta conocer su resolución final, había dudas sobre ello.
Fue tal la expectación que Ruth Núñez (protagonista de la versión española) apenas salía a la calle con su imagen normal, habitualmente la veíamos tapada, intentando ocultar su verdadero look. Algo que sucedió también en otros país, la expectación para conocer a la nueva Bea/Betty fue máxima en infinidad de países. Una prueba que demuestra esto es la audiencia que consiguió el capítulo en el que Bea cambiaba. Fue emitido en prime time, logró reunir a 8.226.000 espectadores y un 42,1%, sin duda, datos totalmente espectaculares que no hacen más que demostrar el interés generado.
5 Los secundarios eran reales: la serie se acercó a la calle
Norma Ruiz y Ángeles Martín en 'Yo soy Bea'
Bea conquistó a los espectadores, pero también lo hicieron su grupo de "feos". Jota, Jimena, Elena, Chusa, Benito y Marga se convirtieron rápidamente en los personajes más queridos por el público, ellos eran el principal apoyo de los protagonistas y sí, no tardaron mucho tiempo en pasar a ser los más carismáticos de la serie. Eran naturales, frescos, divertidos e incluso a veces surrealistas, pero eso gustó, y esto es sin duda una pieza clave en el éxito de la serie: acercó la historia a muchos espectadores.
Todos conocíamos a alguien que se pareciese a alguno de ellos, que tuviese un entorno similar o que hubiese vivido alguna de sus historias, eran personas completamente normales que sí podíamos encontrar perfectamente en las calles de nuestro país. Grundy Producciones supo adaptar muy bien la historia colombiana a la sociedad española, logró crear personalidades muy variadas, realistas y cercanas, 'Yo soy Bea' era una serie completamente española, Telecinco la supo hacer muy nuestra y sí, en España está claro que triunfa lo nacional.
6 Se recupera el duelo clásico telenovelero: villanos contra buenos
Cayetana y Bea, las grandes rivales de 'Yo soy Bea'
Más allá de estas historias que la audiencia sintió muy cercanas en nuestro país, también fue un gran acierto de la versión original el generar dos grandes bandos: malos contra buenos y sí, no nos engañemos, eso siempre gusta. Por un lado encontramos a todo el sector antagonista, los grandes enemigos de Bea que tenían como objetivo hundirla y alejarla de su gran amor y por otro a los trabajadores de Bulevar 21 y grandes amigos de Bea (además de su padre y su mejor amigo Santi), su principal apoyo en su gran lucha por sobrevivir.
La rivalidad que existía entre ambos lados era totalmente evidente, algo que generaba tensión e interés entre los espectadores, todos se acababan posicionando y la intriga por saber el destino de cada uno de ellos estuvo presente durante infinidad de capítulos. En este caso, la versión original pero también la española y la mayoría de internacionales apostaron por el formato más clásico de las telenovelas: la lucha entre los villanos y los buenos, los inocentes de la historia.
7 No hay que ser guapa para ser feliz
PLa esperada boda entre Álvaro y Bea
Algo que sí pudimos ver en 'Yo soy Bea', que no ha estado presente en otras versiones y que posiblemente sí logró ganarse a muchos espectadores era la moraleja final de la historia y es que a diferencia de lo que se hizo en otro países, Bea logró sin feliz sin necesidad de alcanzar la belleza, en la historia de Telecinco se logró transmitir a la audiencia que cualquier persona podría lograr la felicidad en su vida sin necesidad de cambiar de imagen y aparentar ser alguien que realmente no era. Y aunque pueda parecer un detalle sin importancia, realmente la tiene.
Bea conquistó a don Álvaro sin necesidad de cambiar de imagen, mejoró su posición en la empresa de igual forma, se ganó el cariño de sus compañeros siendo ella misma y empezó a cumplir sus sueños con su particular look, transmitó la idea de poder ser feliz tal y como uno es. Obviamente era imposible cerrar la historia sin cambiarle su imagen, era un momento totalmente esperado por los fans, cerrar este cambio con una mejora de su imagen, por ello, la transformación sí se realizó, pero se hizo después de que la protagonista cambiase por completo por dentro; ganase seguridad y cariño hacia ella misma.