SE SINCERA

Aitor Trigos confiesa en 'Sálvame' haber ejercido la prostitución: "Hacía pasar un buen rato a señores"

El que fuera presentador asegura que vivió en un alojamiento en Madrid donde lo pasó muy mal y que decidió vender su intimidad porque nadie le ofrecía trabajo.

Por Laura Ortiz El 10 de Agosto 2017 | 10:51

Hace unos años, Aitor Trigos fue uno de los presentadores estrella en las cadenas generalistas, tanto es así que Cuatro y Antena 3 competían por tenerlo entre sus filas. El vallisoletano acudió a 'Sálvame' para contar en la terrible situación en la que se encuentra y además ha confesado qué es lo que hacía para ganar dinero.

Aitor Trigos junto a su pareja y Paz Padilla en 'Sálvame'

Aitor Trigos cuenta que una vez que acabó de trabajar en 'Verano de campeones' con Ivonne Reyes, él pensó que le volverían a llamar, pero no fue así. Reconoce que intentó volver a la televisión por muchos medios pero tampoco tuvo suerte. "Me acabó ayudando una persona del mundo de la noche, donde acabé trabajando en una casa no muy recomendable", le aseguró el presentador a Paz Padilla.

"En un primer momento me marcho de esa casa y vuelvo a Panamá, también a trabajar como booking, pero lo consideraba como una huida. Tenía muchas deudas en España, pero esconderme no me servía de nada. Regresé a esa misma casa en Madrid, donde hacía cosas para adultos y viví ahí. Hacía pasar un buen rato a señores", desveló a punto de romperse. Asimismo, también afirmó que durante ese tiempo que vivió en ese alojamiento lo pasó muy mal porque fue "duro". "Decidí vender hasta esta intimidad porque ya nadie me ofrece trabajo", aseveró.

"Tenía miedo de que me pillaran"

Aitor Trigos ha continuado relatando que él intentaba disimularlo por todos los medios y que la mayor parte del tiempo que ejercía, lo hacía fuera de España. Asimismo, cuenta que la casa a la que hace referencia se encontraba en Príncipe de Vergara y que en muchas ocasiones veía a María Patiño con Aurelio Manzano tomando café. Ante semejante situación, Trigos asegura: "me avergonzaba y me escondía".

"Con los clientes no he tenido mala suerte y, por lo general, han sido buenas personas. Buscan esa vía porque quizá es lo más fácil. Yo no cuestiono a nadie. Cuando les contaba que había elegido esa vida porque no tenía dinero ni para comer, que comía un bocadillo al día, alguno me llegó a ayudar. Tenía miedo de que me pillaran", reconocía Aitor Trigos.