El pasado mes de abril, Miguel Bosé acudió con sus hijos al parque Disneyland en Anaheim, California, para figurar como imagen comercial. Allí se sometió a una sesión de fotos, con la condición de que los rostros de sus hijos no se fotografiaran. El cantante no imaginó que pocos meses después el viaje de ensueño se convertiría en toda una pesadilla. Actualmente, Bosé se encuentra en una encrucijada.
Miguel Bosé en la Gala 25 Aniversario de Antena 3
El caso ya se encuentra en manos de la Policía, que se ha encargado de abrir una investigación. Dicha búsqueda ya ha recaído en la Policía Judicial y la Policía de Delitos Telemáticos. El cantante aportó todas las pruebas pertinentes a las autoridades, tanto los correos recibidos como los mensajes que le llegaron a través de su WhatsApp. Además, la Policía ha puesto a la Fiscalía al corriente del suceso.
Miguel Bosé mandó destruir las fotografías de sus hijos
Durante su estancia en el parque temático, Miguel Bosé aceptó que se hicieran fotos de sus hijos con el rostro al descubierto. No obstante, únicamente autorizó el uso personal para el propio cantante, no así su uso comercial. Por tanto, una vez realizadas y enviadas al artista, mandó destruir las instantáneas a la empresa que las había realizado. Sin embargo, su móvil fue hackeado, lo cual provocó los hechos anteriormente mencionados.