En la mañana del 18 de agosto, los presentadores de los programas de las principales cadenas de televisión informaron, ya fuera desde su plató habitual, como desde la propia Barcelona, de los atentados ocurridos ese mismo día y el anterior en la ciudad condal. Estamos acostumbrados a verles ser objetivos y dar las informaciones desde un punto de vista exclusivamente periodístico, pero lo cierto es que ninguno es de piedra. Cuando las noticias son de esta magnitud, ni el mejor de los comunicadores es capaz de no ponerse en el lugar de los afectados.
Joaquín Prat hablando con el vecino de Lliliana
Eso le pasó a Joaquín Prat. El presentador conducía desde plató 'El programa del verano', con Ana Rosa como enviada especial a Barcelona, en su día más negro. Una de las llamadas que recibió el programa fue de un vecino de Lliliana, un pueblo del Pirineo catalán de donde era un niño asesinado por los terroristas. Antonio Medina, también residente en dicha localidad, entraba por teléfono en el programa para contar cómo estaban los ánimos en un pueblo que no tiene más de 25 habitantes.
Mientra Medina relataba que conocía al padre del niño, podíamos ver cómo a Joaquín se le iba entristeciendo aun más el rostro de lo que ya lo tenía: "Pienso mucho en el padre, Javi, es un encanto de persona y no me quiero ni imaginar cómo está. Cualquiera que sea padre se lo puede imaginar", se lamentaba. Por su parte, el presentador del programa también comentaba: "Yo no me lo quiero ni imaginar". Además. Prat también ha lamentado: "es un pueblo fantástico pero, ahora lo situaremos en el mapa por este terrible suceso". Sin duda, una de las peores noticias que un periodista, que antes es padre, puede dar.
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Despliegue de todas las televisiones
Para informar del trágico suceso terrorista acontecido en Barcelona, todas las televisiones han tenido a sus presentadores titulares, que se encontraban de vacaciones, trabajando para dar la mejor información posible. Ana Rosa Quintana, Susanna Griso y Antonio García Ferreras se desplazaban hasta la ciudad condal para relatar tanto lo sucedido como el estado anímico de una ciudad que, lamentablemente, tendrá que seguir hacia delante con el recuerdo de 14 personas fallecidas.