¿Cómo viven las tropas españolas desplazadas al extranjero para formar parte de una misión de paz? ¿Cuáles son sus rutinas diarias y los peligros a los que deben enfrentarse? ¿Cómo afrontan la separación durante meses de sus seres queridos y qué vínculos establecen con sus compañeros de misión?
Javier Sardá ha buscado las respuestas a éstas y otras muchas preguntas en una visita a las tropas del ejército español desplazadas al Líbano que Telecinco emitirá el domingo a las 00:45 horas en una edición especial de 'Dutifrí'.
Javier Sardá ha comentado que "Dutifrí' tiene como vocación conocer cómo viven los españoles en diferentes países. Era lógico centrar uno de nuestros programas en la base Miguel de Cervantes del Líbano, donde viven 1.100 soldados españoles".
Tras esta experiencia, el presentador ha señalado que "bajo la bandera de los cascos azules, realizan una labor de paz encomiable. Lo que no esperaba era que el aspecto humano fuese tan impresionante. En el programa conversamos con padres e hijos y matrimonios que sirven juntos. Charlamos sobre lo apasionante y peligroso de su trabajo. Ha sido una gran experiencia. El ejército ha hecho también su propia transición".
Situada en la ciudad de Marjayún, la base Miguel de Cervantes es el campamento en el que conviven los 1.100 soldados españoles que velan por el cumplimiento del alto el fuego entre Hezbolá e Israel en una misión de paz desplegada por Naciones Unidas. En el transcurso de su viaje, Javier Sardá compartirá con ellos sus vivencias y rutinas, descubriendo en cada entrevista su lado más humano.
Seis soldados perdieron la vida en junio
El 27 de junio de 2007, seis soldados españoles destinados en el Líbano fueron asesinados por un grupo terrorista que colocó una bomba al paso del vehículo acorazado en el que se desplazaban. La noticia fue un auténtico mazazo para toda la opinión pública española y un golpe difícil de superar para el resto de compañeros de las víctimas.
Ataviado con casco azul y chaleco antibalas, Javier Sardá recorrerá aquella carretera en un vehículo idéntico al que fue objeto del atentado y, junto al general jefe del acuartelamiento, hará un alto en el camino para visitar el monumento levantado en honor a las víctimas del ataque. En uno de los momentos más emocionantes del reportaje, el presentador acompañará al militar durante un pequeño acto de recuerdo y escuchará de su boca la narración de los hechos y cómo se vivieron tan difíciles momentos en el interior de la base. En el transcurso de la charla, Sardá hará hincapié en la evolución positiva experimentada por el ejército desde que se llevó a cabo el proceso de profesionalización de las tropas.
Historias personales, las protagonistas
A través de numerosas entrevistas realizadas en su recorrido por las instalaciones de la base Miguel de Cervantes, Javier Sardá tendrá ocasión de mostrar a los espectadores cómo se desarrolla la vida en una misión militar, las relaciones de compañerismo que se establecen entre la tropa y cómo afrontan la separación de sus seres queridos durante meses.
Sonia y Juan, dos militares casados hace seis años que comparten misión en el Líbano, contarán a Sardá cómo se conocieron y cómo mantienen su relación dentro de un acuartelamiento en el que los hombres viven separados de las mujeres. Tras la charla, el presentador les obsequiará con un vídeo grabado durante el cuarto cumpleaños del hijo de ambos, Omar, que finalizará con el emotivo mensaje que el niño envía a sus padres.
Patricia, una joven soldado que trabaja como mecánico en la base, explicará cómo se las arregla para realizar en el cuartel un trabajo desempeñado tradicionalmente por hombres y conducirá a Sardá hasta la camareta en la que vive junto a sus tres compañeras. En una distendida conversación, las tres mujeres le contarán al presentador cómo es su relación con los mandos y con sus compañeros, sus aspiraciones profesionales y sus inquietudes personales.
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Los espectadores también tendrán la oportunidad de ver cómo Sardá acompaña a un capitán en un vuelo de reconocimiento en helicóptero en una zona situada a tan sólo 500 metros de la frontera con Israel.