Hay muchos formatos televisivos que nos cuentan, a través de reconstrucciones y testimonios, casos de asesinatos o secuestros muy sonados en la historia. También hay infinidad de series de ficción policiaca pero muy pocas veces encontramos un formato como 'Grupo 2 Homicidios' en el que la realidad escribe el guión a interpretar en una parte ficticia pero reconstruida milímetro a milímetro acompañada del testimonio de quién vivió la historia en primera persona.
Esto es lo que nos presenta 'Grupo 2: Homicidios', el nuevo formato que Cuatro estrena la noche del jueves 14 de septiembre. Hemos hablado con Roberto Roldán, creador del formato. Dicha idea la llevaron a cabo en la televisión autonómica de Aragón y, tras la gran repercusión obtenida, Mediaset ha decidido hacer siete nuevas entregas en la que se nos mostrarán siete casos conocidos por la sociedad con multitud de detalles ocultos hasta ahora.
Imagen de la primera entrega de 'Grupo 2: Homicidios'
'Grupo2: Homicidios' es un proyecto bastante novedoso. ¿En qué consiste y qué aporta al género ficción-documental?
Nosotros queríamos hacer una serie de ficción, aprovechando el boom de thriller policial que hay ahora en tele, cine y literatura, nos apetecía una serie de policías pero queríamos darle un matiz. Contactamos, para documentarnos, con dos policías de los años setenta, ochenta y noventa que trabajaron en el grupo de homicidios que se dedicaba a investigar asesinatos, secuestros y demás y, hablando con ellos nos dimos cuenta de que la realidad escribe las historias más duras. Y dijimos: "¿Por qué no hacer un híbrido entre esta realidad y un producto de ficción?". Nos planteamos un formato que no se pareciera a nada de lo que hemos visto; ni un documental de dos policías hablando y rellenado reconstrucciones ni una simple serie de ficción en la que ponga "basada en hechos reales". Entonces pensamos hacer una serie de ficción con actores de ficción pero introduciendo el elemento realidad como protagonista. Eso nos aporta verosimilitud porque todo lo que se cuenta es real y ese es el plus que tiene de distinción. Un matiz que no tienen otras series, ni siquiera americanas. El guion de ficción está hecho con las diligencias policiales y con los hechos probados del sumario. Además, te lo van a confirmar el policía, el familiar, el juez, etc etc. Nos gustaba mucho esa incursión para dar la emoción de las personas que recuerdan el hecho.
Como director, ¿cuál es la mayor dificultad para hacer un formato como este?
La mayor dificultad ha sido combinar dos elementos tan antagónicos como la realidad y la ficción. Lo que sí que ha habido que cuidar mucho son las transiciones, el tiempo, el dónde... todos los elementos, que resultan muy atractivos, ¿dónde los ponemos? ¿cuanto tiempo hay que ponerlos para que el espectador empatice sin dar la sensación de que ve un documental?
Los personajes están inspirados en personas reales, pero ¿por qué no tienen el mismo nombre? ¿Cuánto hay de realidad y de ficción en cada uno?
Es todo realidad, salvo que por respeto a las víctimas, hemos cambiado el nombre porque que se llame Luis o Jose no influye. Es por respeto, sobre todo a las familias. Es la única licencia que nos hemos tomado pero el policía es policía, el juez es el juez, porque luego además tenemos una foto que lo corrobora, o un tipo que nos dice: "Esto fue así y así". Hasta la conversación que pueda parecer menos importante ocurrió exactamente como contamos nosotros.
¿Se han conocido y trabajado juntos los actores con los personajes a los que interpretan?
Si, una de las cosas que se pretendían era dotar de realidad a la trama. No solo los policías, sino también los familiares, se han conocido porque los actores tenían que trabajar con los personajes. El poder hablar con la persona que estuvo allí y demás, les han dado una serie de matices que enriquecen mucho a los personajes. Además, el hecho de que los policías no sean superpolicías como en las series americanas, sino que son reales, con lo que eso supone, y lo que los actores han hecho es parecerse lo más posible a la forma de ser y de sentir de estos días.
¿Los personajes reales siguen teniendo presentes los casos? Por ejemplo, Alberto Campo dice dormir mal por todo lo que ha visto en el grupo de Homicidios, ¿veremos esos matices personales en la ficción?
Si, piensa que ahora lo ven con el paso del tiempo pero en algunos casos no pueden evitar emocionarse. En algunos casos ha habido reencuentros entre los familiares y los policías que resolvieron los casos. Ha sido una cosa muy emocional. Como dice el policía real: "El tiempo es el mayor asesino de la historia", cuanto más tiempo pasa, más difícil es resolver un caso y más te puede llegar a tocar. Ese matiz sigue intacto en el personaje.
Cada capítulo tratará un crimen que ha dejado huella en nuestro país. El primero es el crimen de Caspe pero ¿podemos saber algún otro?
La serie, de momento, son siete capítulos. Seis crímenes con una investigación policial muy interesante para darle la intriga necesaria, que tuviera personajes que pudieran salir y que sean conocidos pero solo de oídas, que no estuvieran excesivamente trillado. Luego, hay otro caso que es de secuestro, concretamente de Enrique Castro 'Quini', jugador del Barcelona que estuvo secuestrado durante 25 días en los años 80 y, aunque la gente conoce lo que pasó, lo que no se conoce es la investigación, quién fue y cómo lo hicieron. Eso es lo que hace interesante el capítulo.
¿Hay algún caso que no estará en el formato? ¿Qué premisas habéis seguido para la selección de estos?
Si, hay casos que me hubiera gustado meter pero no están. Espero que haya una segunda temporada donde se puedan incluir. Por pedir que no quede. También hay casos que no están porque las investigaciones se han dificultado a la hora de encontrar testigos o imágenes de la época que es lo más complicado de este asunto. Por eso hemos decidido desecharlo pero, de momento, porque algunos tienen las investigaciones abiertas.
Se habla de un 90% de casos esclarecidos pero, ¿qué pasa con el otro 10? ¿No habrá ninguno?
Todos los que hay son crímenes resueltos pero si podría ser. Si no está resuelto, tal vez se quede más en el aire pero no es un inconveniente excesivo si y solo si la investigación es apasionante.
Jorge Usón será Alberto Campo
¿Cuál es la parte más complicada de rodar, la real o la ficticia?
Ninguna de las dos. Lo que nos ha resultado más complicado es hacer que las dos partes del formato convienen de forma que el espectador vea un producto de ficción pero, al salir la parte real, no se salga de la trama. También hemos tenido la suerte de tener un equipo fantástico, tanto actores como los testimonios reales. Las dificultades más graves son las típicas de que una entrevista se te cae en el último momento pero, sobre todo, lo más importante y lo más complejo ha sido hibridar dos conceptos antagónicos.
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