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El 4 de febrero de 1966 muchas familias, vecinos y amigos se reunían delante de sus televisores para asistir atentos al estreno de 'Historias para no dormir', un nuevo programa que prometía provocarles las peores pesadillas. Siguiendo la línea del mítico espacio 'Alfred Hitchcock presenta', Chicho Ibáñez Serrador ideó esta formato que fue emitido en Televisión Española hasta el 25 de septiembre de 1982, finalizando después de tres temporadas y una treintena de episodios, de una duración aproximada de entre media hora y una hora, en los que se adaptaron clásicos de la literatura más terrorífica.
'Historias para no dormir' fue rodada en el recién inaugurado Prado del Rey en un momento en el que la sociedad española se aproximaba al tardofranquismo. Precisamente, por la situación social y política que vivía el país, la ficción supuso una auténtica revolución, puesto que se trataba de un género al que los espectadores no estaban acostumbrados a presenciar en la pequeña pantalla. Quizá, por este motivo puede que Chicho sea considerado uno de los maestros del terror, por arriesgarse a realizar un tipo de formato totalmente innovador y que ha sido tan importante para la historia de la televisión.Chicho Ibáñez Serrador presentando el episodio "La zarpa"m uno de los capítulos de 'Historias para no dormir'
Así pues, la primera imagen de Chicho Ibáñez Serrador dando paso al primer episodio marcaba el comienzo de una de las series más emblemáticas de la ficción nacional, un inicio en el que su creador ejercía de maestro de ceremonia con un monólogo en el que explicaba que la intención no era otra que conseguir que el espectador acudiera cada viernes por la noche a su cita, disfrutando así con historias en las que se mezclaba el horror con la locura y el pánico en pequeñas dosis de calidad. No podemos olvidarnos tampoco de su característica cabecera, una introducción en la que simplemente aparecía una puerta que se abría y se cerraba, mostrando el título y el nombre de su creador, algo muy sencillo pero efectivo y que se ha convertido en una de las señas de identidad de esta ficción.
Chicho Ibáñez Serrador, un visionario
Con tan solo 30 años y bajo la firma en los guiones con el seudónimo de Luis Peñafiel, Chicho Ibáñez Serrador fue el creador de unos los programas televisivos más terroríficos que marcó a varias generaciones. No es de extrañar su predilección por este género puesto que su padre, Narciso Ibáñez Menta, es toda una leyenda de la ficción de terror e incluso llegó a participar en el proyecto de su hijo, protagonizando algunas de las historias. Pero Ibáñez no se quedaba solo detrás de las cámaras, también mostraba su rostro para dar paso cada episodio emulando al mismísimo Alfred Hitchcock, unas introducciones que destacaban por su humor negro y que se convirtieron en parte importante de la serie.
Chicho Ibáñez Serrador en la presentación de uno de los episodios de 'Historias para no dormir'
Numerosos críticos y profesionales del sector han definido a Ibáñez Serrador como un genio visionario y un maestro, además, nadie puede negar que es parte fundamental de la historia de la televisión en nuestro país puesto que no solo fue el artífice de 'Historias para no dormir', sino que también es el creador de 'Un, dos, tres... responda otra vez', uno de los programas más recordados de todos los tiempos y que forma parte de la vida de muchos españoles gracias al entretenimiento que proporcionó durante varias décadas.
Primera etapa
A raíz de la serie de ciencia ficción 'Mañana puede ser verdad', emitida en TVE en 1964 y creada también por Chicho Ibáñez Serrador, surgió 'Historias para no dormir'. Su primera temporada, emitida durante 1966, comprende un total de 16 capítulos, dos de ellos divididos en dos partes. El primer episodio que vio la luz corresponde a "El cumpleaños", adaptación del relato de Frederic Brown y la única que se rodó en formato de cine.
Escena de "El asfalto" uno de los episodios de 'Historias para no dormir'
Completan la temporada las historias: "La mano", "La bodega", "El tonel", "La oferta", "El doble", "El pacto", "El muñeco", "El cohete", "El aniversario", "La cabaña", "La espera", "La alarma", "La sonrisa", "La broma" y "El asfalto". La segunda temporada no se demoró y fue emitida entre 1967 y 1968. En esta tanda se incluyen los títulos: "La pesadilla", "La zarpa", "El vidente", "El regreso", "El cuervo", "La promesa", "La casa" y "El trasplante.
Segunda etapa y una nueva oportunidad
Tras la emisión de las dos primeras temporadas a finales de los años sesenta y a pesar de contar con el respaldo del público, el programa fue cancelado. Algunos podrían pensar que se debía a la censura que reinaba por aquel entonces, pero no es así. El franquismo permitía este tipo de series porque el terror clásico no era un género que le preocupara, ya que en este tipo de ficciones no se emitían imágenes ni se trataban temas que fueran en contra de los principios del régimen. Según su propio creador, el único motivo del final del programa se debió a razones económicas porque Televisión Española no contaba con los recursos necesarios y necesitaba que sus productos fueran premiados y reconocidos internacionalmente.
Imagen de una escena del episodio "El fin empezó ayer" de 'Historias para no dormir'
No obstante, en el año 1982 y con la democracia instaurada en el país, 'Historias para no dormir' regresó a la pequeña pantalla con cuatro nuevos episodios que fueron emitidos en color. En concreto, forman parte de esta etapa las historias "Freddy", "El caso del Señor Valdemar", "El fin empezó ayer" y "El trapero". Varias décadas después, en 2005, en un intento de rememorar los años dorados en los que la ficción de terror tenía un hueco en televisión, el propio Ibáñez Serrador coordinó 'Películas para no dormir', un proyecto que contó con directores como Mateo Gil, Enrique Urbizu, Jaume Balagueró, Paco Plaza y Álex De la Iglesia, encargados de dirigir un capítulo cada uno, episodios que vieron la luz en 2006 pero que no obtuvieron el éxito esperado.
Adaptaciones literarias realizadas con acierto
Cuando Ibáñez Serrador se propuso llevar a la pequeña pantalla relatos de terror de autores célebres como Edgar Allan Poe, Ray Bradbury, Henry James, Fredric Brown, Guy de Maupassant, entre otros, sabía que no se enfrentaba a una tarea sencilla. Adaptar este tipo de historias a la televisión supone un gran esfuerzo por parte del guionista, que debe intentar mantener la esencia de la historia que quiere representar. Ibáñez supo hacerlo a la perfección, especialmente teniendo en cuenta con los recursos con los que contaba en aquel momento.
Imagen de una escena del episodio "Freddy" de 'Historias para no dormir'
Otro de los motivos que propiciaron que la ficción fuera seguida por los telespectadores fue un elenco repleto de rostros reconocidos. No solo Chicho Ibáñez Serrador se ponía al frente de cada episodio con sus prólogos, sino que grandes actores de renombre como Lola Herrera, Emilio Gutiérrez Caba, José María Caffare, Luis Prendes, Elisa Ramírez, Fernando Guillén, Amparo Baró, Manuel Galiana y Gemma Cuervo aparecieron en algunos de los episodios de 'Historias para no dormir'. Por todas estas razones no es de extrañar que el trabajo de Ibáñez y su equipo fuera reconocido en diversas ocasiones obteniendo galardones como la Ninfa de Oro al mejor guion o el Premio Ondas como mejor autor.
En definitiva, 'Historias para no dormir' es todo un referente y un clásico en el ámbito de la ficción de terror y de suspense de nuestra televisión, una serie a la que no le ha sentado mal el paso del tiempo. Además, ha sabido mantener intacta su esencia con una estética creada con pocos recursos pero que no malogra el resultado final, sino que lo convierte en un producto con una esencia especial y magnética.