Dos semanas en 'Gran Hermano' y unas nominaciones a la cara han bastado para destapar las estrategias de los concursantes de los decimoctava edición. La casa cuenta ya con dos grupos bien diferencias, uno más grande que el otro. El grupo pequeño, liderado por Rubén, intentó hace unos días pactar unas nominaciones que no han tenido mucho éxito.
El gallego se ha aliado con Hugo para intentar enfrentar a su grupo (compuesto por ellos dos, Maico y Miguel) con el resto de la casa e ir sacándole ventaja semana tras semana. Para ello, ambos concursantes intentaron convencer a Yoli y Miguel de pactar las nominaciones, aunque su negociación no llegó a buen puerto.
Rubén se alza como el principal líder del grupo minoritario
Miguel se desentendió del pacto y, no solo eso, se chivó de lo que estaba ocurriendo. A Cristian le llegó el chivatazo y este se lo desveló al resto del grupo. Un grupo que parece liderado por Mina, la principal enemiga del grupo minoritario. Es a ella a la que se quieren "cargar" en el juego, aunque el pasado jueves Margarita la salvó de las nominaciones.
Rubén cree que el otro grupo es "muy grande y la más lista de ellos es Mina. Yo voy a por ese grupo porque ellos no se van a nominar entre sí". Finalmente, Yoli, Hugo y Miguel fueron los nominados definitivos, una clara derrota del grupo de Rubén.
El enfado de Miguel con Carlos
A pesar de que Miguel prefirió no seguir los consejos de Rubén y no pactar sus nominaciones, la estrategia seguida tampoco le salió bien. El concursante subió a la lista de nominados tras la salvación de Mina, y además se llevó una gran decepción con Carlos, que lo nominó a pesar de no tener con él una mala relación.
Lo más leído
Según el cocinero, la nominación fue un toque de atención por un comportamiento de Miguel que no gustó en la casa. Esta nominación fue tomada por el concursante como una verdadera traición, y acusó a Carlos de ser un verdadero estratega: "Me quiere fuera porque soy un rival para él. Eso me hace grande".