Ashley Judd, profesional con una consistente carrera interpretativa ha destapado con ayuda del periódico New York Times un escándalo que llevaba más de dos décadas siendo palpable en las sombras más oscuras de Hollywood. El prometedor reportaje ha conllevado un movimiento social masivo, tanto de apoyo a las víctimas como de aliciente para que todas las mujeres que habían guardado silencio alcen la voz y compartan su mala experiencia con Harvey Weinstein, el acusado, uno de los productores más importantes de la industria cinematográfica.
Ashley Judd, la actriz que ha destapado todo
"Cuando el río suena, agua lleva", suelen decir y el periódico neoyorquino ha necesitado diez meses e incontables declaraciones no solo de actrices y modelos, sino también de empleadas y empleados de la productora para reunir el agua suficiente que probara que no se trataban solo de rumores chismosos típicos de las películas a las que se suelen dedicar. Al menos trece mujeres han acreditado las sospechas, denunciando el acoso desde los años 90 hasta el 2015.
La investigación periodística incluye un archivo de audio de la Policía en el que se puede escuchar con total claridad a Harvey Weinstein admitir que había manoseado e intimidado a una modelo, después de decir con normalidad que estaba acostumbrado a hacer ese tipo de cosas. En efecto, Ashley Judd pudo comprobar que muchas de sus compañeras le contaban la misma versión o una muy parecida que ella había vivido en confianza.
Una historia escalofriante
Ashley Judd ya se había atrevido a hablar de su experiencia tiempo atrás para la revista Variety, sin dar nombres concretos y refiriéndose a Harvey como "un gran magnate de Hollywood. "Muchas mujeres hablan sobre esto, lo único que he hecho yo ha sido alargar la conversación a una posición más pública", dice la actriz.
"Le dije que no de muchas formas distintas, un montón de veces y el siempre volvía con una propuesta nueva", cuenta en el reportaje, donde narra con bastante detalle su caso, hace años atrás, en pleno rodaje, para la productora Weinstein. Le habían dicho que Harvey Weinstein le llamaba. Ashley fue a su habitación y como dice: "me sentí incómoda desde el primer momento".
Harvey Weinster, el acusado
A continuación, ella pidió cereales porque "se servían antes que una comida caliente" y después, el magnate le preguntó a la chica si podía darle un masaje en los hombros, cosa a la que ella se negó, mientras intentaba salir de la habitación. Por supuesto, el hombre no se dio por vencido y después, le propuso que le quitara la ropa y le mirara mientras se duchaba. La actriz logró irse bromeando que no harían nada hasta que no consiguiera que ganara un Óscar.
La indignación de Viola
"Un depredador quiere tu silencio. Eso alimenta su poder, autoridad", le dice Viola Davis en exclusiva a Variety. "Y lo quiere para cebar tu vergüenza", continúa, poniendo especial énfasis en esto último. "Nuestros cuerpos no son un trofeo que coleccionar para alimentar tu ego, es NUESTRO. No te pertenece a ti y cuando lo coges sin permiso, lo destruyes, como si se tratase de un virus".
Viola Davis se atreve a alzar la voz y mostrar públicamente su indignación, llegando a hacer un llamamiento directo tanto a los que ella llama "depredadores" como a las víctimas: "a los depredadores...Weinstein, un extraño, un pariente, un novio...te digo que puedes elegir tu pecado pero no las consecuencias que conllevan y a las víctimas les digo que os veo, os creo y os estoy escuchando".
Viola Davis en "Fences"
La mujer que da vida a Annalise Keating, protagonista de 'Cómo defender a un asesino' es solo la última en añadirse a una larga lista de mujeres de Hollywood que muestran su apoyo a Ashley y el resto de damnificadas. "Enorme respeto por Ashley Judd y todas las mujeres que han roto su silencio. Valientes", escribe Susan Sarandon en su cuenta de Twitter. "Estoy segura de que no es nada fácil hacer esto pero estáis ayudando a un montón de personas a las que puede que no escuchen", responde Patricia Arquette.
No están solas
Heather Graham, Meryl Streep, Kate Winslet, Charlize Theron, Nicole Kidman, Jennifer Lawrence o Jessica Chastain. Son muchas las que han creado una casi plataforma de apoyo a Ashley y las demás. Incluso Hillary Clinton ha tenido que pronunciarse al ser la empresa de Harvey Weinstein uno de los donantes del Partido Demócrata.
Harvey Weinstein se enfrenta a acusaciones de acoso sexual, agresiones, abusos y tres violaciones. Asia Argento, directora de cine además de actriz es una de las tres mujeres que ha afirmado que han sido violadas por el productor. En su película del 2000, "Scarlet Diva" recreó con una escena de sexo oral forzado su caso, pues permaneció en silencio por miedo de las influencias y el poder de Weinstein. Después de estrenarla, muchas mujeres que reconocieron el comportamiento del hombre en la cinta contactaron con ella.
Rose McGowan, otra de las víctimas
16 antiguos y actuales empleados de la empresa afirman que han sido testigos de avances sexuales no deseados o tocamientos en eventos profesionales o el lugar de trabajo hacia actrices o modelos jóvenes a las que llamaba con excusas bastante pobres para hacerles las mismas proposiciones una y otra vez.
Toda una lista de acusaciones
Por el momento, son trece, cada cual con una historia más desagradable que contar. Rose McGowan, quien debutó para su productora en 1996 había dicho en su momento que un "monstruo" había abusado de ella, dejando claro que ese monstruo era uno de los altos cargos de los estudios.
El descaro y la incosciencia del hombre era tal que llegó a agarrar de los pechos a la modelo y actriz italiana Ambra Battilana, mientras le pregunta si eran naturales, en su despacho de Nueva York, al que ella había acudido después de que le dijeran que había sido llamada. La mujer fue a la Policía, pero el cuerpo de seguridad no presentó ningún tipo de cargos.
Elizabeth Karlsen, una productora ejecutiva, se lo encontró desnudo en su habitación; Liza Campbell, una guionista freelance tuvo que rechazar bruscamente la propuesta de ducharse con él y Lauren Sivan, periodista, afirma que se masturbó delante de ella. Sus empleadas también sufrieron estos encontronazos desde hace años.
Harvey Weinstein con Gwyneth Paltrow
Lauren O'Connor admite que el ambiente que había para las mujeres era "muy tóxico" en esa productora. "Era muy manipulador. Lograba que te preguntaras si el problema en realidad lo tenías tú", asegura Laura Madden, otra mujer que formaba parte del equipo. Emily Nestor solo duró un día en la empresa porque intentó chartajearla con catapultar su carrera a cambio de sexo.
Zelda Perkins, una asistente del ejecutivo se enfrentó a él después de observar las continuas vejaciones y agresiones. Gwyneth Paltrov y Angelina Jolie también han admitido que en su momento, ellas se enfrentaron como la que más a ese tipo de trato por parte de Harvey Weinstein.
Las consecuencias del "monstruo de Hollywood"
Por el momento, se ha anunciado el despido inmediato del cofundador de la productora. Todos sus compañeros han decidido por mutuo acuerdo que no puede seguir formando parte de la empresa. Por su parte, ha pedido perdón públicamente, en busca de una supuesta segunda oportunidad. Su abogada, además, ha añadido que se someterá de forma inmediata a rehabilitación.
Un número generoso de actrices aseguran que él fue el responsable de que sus carreras artísticas se hundieran y se sabe de al menos ocho acuerdos económicos extrajudiciales para mantener el silencio de las víctimas, a modo de soborno, entre los que se encuentra el que tuvo con Rose Mcgowan. Según él: "no sabía que eran prácticas no consensuadas".
George Clooney, uno de los que hizo caso omiso a los rumores
Otras muchas figuras importantes de Hollywood admiten que sí habían escuchado los rumores pero que nunca se los habían tomado especialmente en serio. Para ellos, no eran más que formas de desacreditar a las mujeres. George Clooney, por ejemplo, es uno de los que se encuentra en esta lista.
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Parece que esta noticia ha conmovido de forma masiva a Hollywood. Los abusos sexuales e intimidaciones siempre han estado a la orden del día en las conversaciones más privadas. Marilyn Monroe ha sido en su momento una de las figuras más recordadas cuando el tema se ha sacado a colación. Ahora que se ha revivido la llama del conflicto y que la mujer ya no se encuentra en la misma posición que hace cincuenta años, quizás sea la hora en la que juntas, todas las mujeres de la industria consigan crear un lugar más seguro para ellas.