En diciembre de 2015 la vida de Mark Salling, quien interpretó a Puck en 'Glee', comenzó a caer en picado. El actor fue acusado de posesión de pornografía infantil y a principios de octubre de 2017, tras una convulsa historia, se ha declarado culpable. Ahora que parece que la justicia cerrará el caso en breve, se descubren nuevos datos, como que el actor intentó acabar con su vida antes de pronunciarse públicamente y asumir la responsabilidad de los cargos.
Mark Salling
Durante el verano de 2017, Mark Salling decidió cortarse las venas en su casa de Los Ángeles. Ni le descubrieron, ni se lo impidieron: se arrepintió en el último momento y acudió gritando a su compañero de piso. En el hospital, consiguieron detener las hemorragias y le sometieron a una evaluación psiquiátrica, que concluyó con el sometimiento a tratamiento psicológico.
Después de pasar un tiempo en una clínica de rehabilitación y de que su abogado publicara que estaba "físicamente bien y pasando el tiempo, expiando, trabajando en sí mismo", se declaró culpable de posesión de pornografía infantil, en la que se ve involucrada una menor de edad. De esta forma, buscan evitar la sentencia máxima de veinte años para enfrentarse a una pena de entre cuatro y siete.
La serie real de Salling
La mañana del 29 de diciembre de 2015 detuvieron al actor, acusado de poseer pornografía infantil y encontraron en su ordenador una cantidad ingente de fotografías y vídeos de niños menores. Meses más tarde, a primeros de junio, acudió a declarar y afirmó que era inocente, quedando en libertad tras pagar una fianza de 150.000 dólares. Según los documentos judiciales, Salling poseía más de 50.000 fotografías y vídeos en su ordenador y unos 4.000 en la memoria flash. La Policía llegó a su casa después de que él le enseñara la colección a una mujer, que acudió a avisar a las autoridades de forma inmediata.
Mark Salling
En 2013, la que era su compañera sentimental, también parte del reparto de 'Glee', le denunció por abusos sexuales al haberla forzado a mantener relaciones sin protección, por lo que tuvo que pagarle como compensación 2,7 millones de dólares. 50.000 dólares son los que tendrá que recompensar a cada víctima que lo solicite. Además, no podrá acercarse a menos de 30 metros de colegios, parques, piscinas públicas y lugares frecuentados por menores. Tampoco podrá hablar con ellos si no es presencia de un padre o tutor.
La pesadilla no tendrá fin
Su nombre se ha incluido en el registro de delincuentes sexuales y aunque cumpla la condena y quede en libertad, tendrá que olvidarse de dedicarse a la interpretación y alejarse de los medios. Su carrera tocará fondo muy pronto si es que no lo ha hecho ya, habiendo acumulado acusaciones y escándalos suficientes como para que cualquiera reniegue de él.
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Despedido de todos los proyectos en los que estaba implicado, el director Adi Shankar ha asegurado que además de prescindir de su persona en el elenco de su película "Gods and secrets", donará parte del dinero que recaude con su película a instituciones que ayuden a niños víctimas de abusos sexuales.