No lo vimos venir. Llegaron casi sin avisar, nos enamoraron y se convirtieron en un auténtico fenómeno. Solo necesitaron ocho impresionantes episodios para lograr, de la noche a la mañana, el merecido título de 'serie de culto'. La ficción de ciencia ficción de Netflix nos atrapó y casi puso nuestro mundo del revés con su altas dosis de nostalgia y sus incontables referencias a la cultura pop y las películas ochenteras que marcaron a varias generaciones: "Los Goonies", "E.T., el extraterrestre", "Cuenta conmigo", "Star Wars", "Alien" o "Exploradores". Ahora, 'Stranger Things' se enfrenta al gran reto que debe superar toda producción de culto: estar a la altura de su predecesora sin caer en la repetición. Y os hago un pequeño spoiler: supera el reto de una forma brillante.
Póster oficial de la segunda temporada de 'Stranger Things'
'Stranger Things 2' nos ofrece nueve episodios muy continuistas con lo ya visto, que profundizan en el rico universo creado por Matt y Ross Duffer. Pero no cae en la repetición de una misma fórmula, vemos las consecuencias de los sucesos acaecidos en la primera temporada y cómo deben afrontar al nuevo enemigo. Un año después, en 1984, los ciudadanos de Hawkins (Indiana) continúan recuperándose de los horrores del Demogorgon y de los misteriosos sucesos ocurridos en el laboratorio. El pequeño Will Byers ha regresado del Mundo del Revés, pero un ente más grande y siniestro vuelve a suponer una amenaza, ahora para todos ellos.
Tramas más dramáticas y maduras para los niños
La segunda temporada arranca con unas tramas más corales, que involucran a gran parte del reparto. Desde el principio, todos los personajes tienen su propia trama vinculada de algún modo al gran siniestro que afectará a todo Hawkins. Eso sí, regresan con unas tramas más oscuras y terroríficas que tienen una mayor carga dramática para algunos personajes, especialmente los niños. Aunque siguen siendo el desahogo cómico de la serie, la pandilla comienzan a adquirir una mayor complejidad y madurez con tramas realmente conmovedoras, sin perder la frescura propia de su edad.
Tras ser el más ausente de la primera temporada por cuestiones obvias, el actor Noah Schnapp (Will) capta todas las miradas gracias a la vulnerabilidad del personaje que gana peso en la historia. La ternura de su rostro y el calvario al que se enfrenta hace que se gane un gran hueco en nuestros corazones. Al igual que Millie Bobby Brown (Once/Eleven) que nos deslumbra con cada una de sus interpretaciones, y un melancólico y más maduro Finn Wolfhard (Mike) que sigue perturbado por la desaparición de su poderosa amiga. Los tres llevan la mayor carga dramática del bando de los niños y serán los responsables de que os caiga alguna que otra lagrimilla.
A pesar de la profundidad de los personajes más jóvenes, la comedia sigue siempre presente gracias a Gaten Matarazzo (Dustin) y Caleb McLaughlin (Lucas) que se salen con cada una de sus apariciones o gestos. Ya en la primera temporada quedó demostrada la vis cómica de Matarazzo y, ahora, han decidido darle trama propia a Dustin para seguir exprimiendo su capacidad de hacernos reír con cada frase, mueca o movimiento. Sí, lo confieso, no puedo querer más a Dustin. Además, una peculiar niña pelirroja se unirá a la pandilla y se convertirá en la obsesión de estos dos personajes. Max (Sadie Sink), o Madmax como ellos la llaman, va a dejarnos en shock a todos.
Los protagonistas de 'Stranger Things' disfrazados de Los Cazafantasmas
La segunda temporada cuenta con la incorporación de otros personajes que aportan un poco de aire fresco al elenco inicial. Conocemos Billy (Dacre Montgomery), un violento alumno que es hermano de Max, y a Bob (Sean Astin, el mítico niño de "Los Goonies"), el novio de Joyce (Winona Ryder).
La mejor sobredosis nostálgica
Pero si hay un aspecto que nos enamoró en su primera temporada fue la estética, la ambientación y las constantes referencias y guiños a la culturar pop de los años ochenta. 'Stranger Things' regresa fiel a su esencia, jugando especialmente con las referencias a los "Cazafantasmas", sin olvidar otros guiños a "Encuentros en la tercera fase", "Halloween" o "Terminator", entre otras. Tampoco faltan las referencias a juegos de Arcade en las máquinas recreativas, walkman, cámaras de vídeo o walkie-talkie. Los hermanos Duffer siguen hipnotizándonos con su carta de amor a los años ochenta.
Si la primera temporada contó con una factura visual impresionante, no han escatimado en presupuesto para sus nuevos capítulos. Se nota un mayor virtuosismo técnico, apostando por explotar más el Mundo del Revés con los retos técnicos que ello conlleva y con una dirección que hace que amemos cada uno de sus planos. La segunda temporada es una auténtica delicia para los seguidores de la serie y los amantes de la cultura ochentera.
Lo más leído
No está al nivel de la primera, lo supera
'Stranger Things' ha vuelto a lo grande, con un universo más rico y amplio y demostrando que puede revalidar el título de 'serie de culto' que se ganó por méritos propios. Nada falla, todo es redondo: factura, reparto, guion, referencias y esa mezcla de drama, terror y comedia. Lo único negativo es que nueve episodios no son suficientes para saciar nuestra sed. Una vez entras en ese espectacular y tenebroso Mundo del Revés no hay forma de salir de él.