La polémica que meses atrás rodeó a Bill O'Reilly, periodista y cara muy conocida en la televisión estadounidense, ha regresado al conocerse que 21st Century Fox renovó su contrato pese a conocer las demandas por acoso sexual que cernían sobre su persona y el acuerdo al que llegó para evitar que se hablase de ello. Ahora son muchas las voces críticas que no entienden que la empresa decidiese seguir apostando por él pese a conocer lo sucedido.
El programa de Bill O'Reilly en FOX
Un nuevo contrato
Por su parte, la cadena ya admitió estar informada de lo que sucedía entre ellos, pero O'Reilly acudió para decirles que quería mantener el asunto en su vida privada y personal, alejada de la profesional porque había llegado a acuerdos financieros con la mujer que garantizaban la confidencialidad del caso. Cuando se conoció lo sucedido, ambas partes firmaron un nuevo contrato para añadir nuevas cláusulas que garantizan la protección de la empresa en caso de que vuelva a florecer un escándalo del mismo tipo con Billy O'Reilly de protagonista. Entre ellas, se encontraba una en la que dejaba muy claro que el periodista podría ser despedido si surgen más alegaciones o información relevante.
Lis Wiehl, la última mujer en denunciar a Bill O'Reilly
"Nunca he maltratado a nadie", aseguró Billy O'Reilly en una entrevista para el New York Times, antes de recalcar que todas las acusaciones a las que ha tenido que hacer frente están motivadas por dinero. Insiste, también, que lo que cuenta se puede comprobar con información. Sin embargo, no lo hace por proteger a sus hijos, de los que aún no tiene la custodia, a pesar de que se encuentra en querellas legales por ella.
"Podemos probar información sorprendente, pero no lo voy a hacer (...) no quiero que mis niños sean golpeados cada día de sus vidas por los tabloides (...) Es horrible, es horrible todo por lo que he pasado, por lo que mi familia ha pasado", dice, como argumento al hecho de que no ha revelado nada que suponga un cambio de dirección a su favor.
No es la primera vez
El acuerdo de 32 millones de euros es el más cuantioso que ha tenido que desembolsar O'Reilly, pero no el único. Ya en 2004 se vio forzado a pagar 9 millones a la productora Andrea Mackris, quien también le acusó de abusos sexuales. Más tarde, fueron 20 millones lo que le dio a Gretchen Carlson, otra compañera de trabajo más, que ha hablado con The New York Times sobre el tema.
Bill O'Reilly
"Es horrible pensar que cualquier compañía readmitiría a un trabajador después de múltiples acusaciones de acoso sexual, después de haberlo despedido meses antes", le dice al periódico. "¿Cuándo va a parar esto? Estoy haciendo todo lo posible para que así sea, eso puedo asegurarlo", añade.
La carta de Fabini al New York Times
El representante de Bill O'Reilly no se ha quedado de brazos cruzados en cuanto a defender a su cliente se trata. No ha dudado en escribir una respuesta agresiva y muy directa a The New York Times en la que asegura que el diario ha retorcido la historia, además de haber negado las evidencias de que las acusaciones de la mujer no tenían solidez ninguna.
Para argumentar esta última peligrosa afirmación, ha incluido una exhaustiva enumeración de todas esas evidencias. También ha remarcado que la información que aportan para acusar a O'Reilly proviene de fuentes anónimas y por tanto, sin ningún tipo de credibilidad. Fabini cree férreamente que lo único que pretende hacer el periódico es avergonzar a Bill O'Reilly y "sacarlo del mercado".
Por supuesto, The New York Times no tardó en responder, a su vez, a Fabini: "Señor Fabini, este reportaje es verídico y ha sido profundamente investigado", han escrito desde la redacción. "Le damos la bienvenida a cualquier reto de probar los hechos. Lo que dices que hemos ignorado lo hemos citado en nuestro artículo dos veces".