Crítica de 'The Walking Dead' (8x01): Un explosivo inicio que sabe a poco

Los meses de espera han acabado, por fin está de vuelta 'The Walking Dead' con nuevos episodios, una octava temporada que estará formada por dieciséis capítulos cuya emisión se dividirá en dos bloques, con el habitual parón a finales de año. Tal y como se había anunciado, Rick y su gente están dispuestos a acabar con Negan y para ello van a emplear todos los recursos que sean necesarios, aunque el villano por excelencia de la serie tampoco piensa quedarse atrás.

Como hemos podido comprobar, la nueva tanda de capítulos comienza con un ritmo un tanto pausado, que se acaba convirtiendo en una mera presentación de la gran guerra que se avecina, con un despliegue de armas, vehículos, explosivos y caminantes que auguran una temporada repleta de acción y mucha sangre. La guerra ha comenzado y nosotros estamos ansiosos de ver cómo transcurrirán los hechos.

Primeros minutos pausados pero necesarios

Todo gran plan necesita su preparación de forma tranquila, organizada y bien pensada para que nada falle, tal y como hace el nuevo grupo surgido de la alianza entre Rick, Ezekiel y Maggie. Ver cada parte de los preparativos de la que va a ser la gran guerra es necesario y primordial para conocer hasta dónde están dispuestos a llegar, para comprender el motivo de su lucha y para observar la unión que han logrado forjar.

Por todos estos motivos, aunque los primeros minutos han resultado un tanto lentos o pausados, ese ritmo de la acción es necesario para no perder ni un detalle de lo todo lo que nos espera, para que podamos saborear poco a poco esa guerra que se avecina. Por tanto, aunque hace tiempo que venimos reclamando más acción, es imposible soltar de golpe y de forma continuada tanta adrenalina puesto que la historia se convertiría en un batiburrillo de acciones violentas sin sentido.

Diferentes planos temporales

En este capítulo se pueden observar, por lo menos, hasta cuatro líneas temporales diferentes, que abarcan desde el presente hasta un tiempo futuro de unos cinco años aproximadamente. La utilización de estos diferentes planos temporales es un recurso que llama la atención puesto que, en esta ocasión, en lugar de recurrir simplemente a los típicos flashbacks, los responsables del episodio han querido mostrarnos lo que sucederá en un futuro, cuando la guerra con Negan haya terminado, una especie de adelanto cuando la paz vuelva a reinar.

Sin embargo, esas imágenes que nos presentan a un Rick muy envejecido (qué mal le sientan los años, al contrario que a Michonne), podrían no corresponder realmente al futuro real, sino que también podrían tratarse de un sueño de Rick, que anhela poder vivir tranquilo con su familia y retomar la normalidad que perdieron cuando comenzó el fin del mundo. Los guionistas han querido jugar con el tiempo para que los espectadores intentemos unir todos esos rompecabezas y averiguar qué nos depara esta octava temporada, consiguiendo que creemos diferentes hipótesis sobre el porvenir de los protagonistas.

Despliegue de recursos

La segunda mitad del episodio se convierte en un despliegue de vehículos, disparos, explosiones y multitud de caminantes. Si bien esperábamos mucho más e incluso dudábamos de que fuéramos a verles hacer uso de tantas armas y explosivos, en realidad hacía tiempo que no nos encontrábamos con un intercambio de balas semejante. No obstante, parece que solo ha sido una muestra de todo lo que veremos, un aviso de que están bien armados y una muestra de que el grupo encabezado por Rick puede hacer frente a Negan.

De este modo, de momento se cumplen todos esos comentarios de los actores y responsables de la ficción que nos adelantaban que en esta octava temporada íbamos a tener muchas más raciones de acción y de los recursos típicos de este tipo de ficciones en las que las armas y los explosivos se convierten en otros protagonistas más. Estamos convencidos de que cuando llegue el momento del enfrentamiento final veremos todavía muchos más disparos, estallidos e incluso ríos de sangre, porque no podemos olvidar que tanta violencia provocará inevitablemente nuevas muertes.

El comienzo de algo grande

Como ya hemos comentado, este primer episodio ha servido para presentarnos lo que sucederá a lo largo de la octava temporada, unos capítulos que estarán marcados por el enfrentamiento entre el grupo liderado por Rick y Negan y sus Salvadores. La anterior temporada ya nos dejaba ver que "los buenos de la película", es decir, Alexandria, Hilltop y el Reino, tienen posibilidades de vencer a los Salvadores sin unen fuerzas y todos juntos reman en la misma dirección, y ahora ellos mismos son conscientes de que pelear como hermanos es la solución.

Además, otro de los aspectos importantes es el cambio de actitud de Rick. En la séptima temporada le vimos convertirse en un cobarde por temor a perder a más gente y cedió ante los chantajes del despiadado Negan. Pero ahora todo ha cambiado, Rick vuelve a ser el líder que era antaño y tenemos muchas ganas de ver hasta dónde es capaz de llegar con su deseo de acabar con Negan y vengar la muerte de Glenn, Abraham y todos los inocentes que murieron por culpa de este villano que pretende instaurar una dictadura en el nuevo mundo que otros intentan construir.

Un episodio 100 que termina sabiendo a poco

Las expectativas ante cada comienzo de temporada de 'The Walking Dead' siempre suelen estar muy altas porque en la mayoría de las ocasiones siempre han conseguido sorprendernos, especialmente en la temporada anterior, cuando Negan nos mantuvo a todos en tensión ante la elección de sus víctimas. Además, en esta ocasión, la emoción aumentaba todavía más porque se trata del episodio número 100 de la serie, un hito que merecía ser celebrado por todo lo alto con un capítulo espectacular que prometía regalarnos unos minutos extra para deleite de los fieles seguidores de 'The Walking Dead'.

Muchos esperábamos quedarnos con la boca abierta cuando acabara el episodio, sin embargo, no ha sido así. Quizá el hecho de esperarnos algo mucho mayor nos ha dejado un sabor agridulce. Pero tampoco podemos olvidar que era imposible que nada más comenzar la temporada nos sorprendieran con la guerra entre ambos bandos porque sería gastar el momento cumbre de la serie demasiado rápido. Puede que nos haya sabido a poco esta preparación y presentación de lo que veremos en los próximos episodios, pero tampoco tiene que ser malo que nos hayan dejado con la miel en los labios porque seguimos dispuestos a saber cómo continuará esta guerra que ya parece inevitable.